Los Werthein se quedaron con DirecTV: consecuencias de una operación de alto impacto

25 de julio, 2021 | 00.05

El miércoles 21 de julio pasado el mercado de las comunicaciones argentino fue sorprendido por la confirmación de una operación que muy pocos habían anunciado o rumoreado: el Grupo Werthein se quedará con la filial de DirecTV en América Latina (salvo México), Vrio. De esta manera, un importante grupo empresario nacional se queda con una de las principales empresas del mercado de televisión paga en la región. ¿Qué implica esto? ¿Quiénes son los Werthein? ¿Qué compran?

De acuerdo a datos de la consultora Business Bureau, en 2021 DirecTV es el tercer operador más grande de la región con el 15% de los 66 millones de hogares que tienen televisión de pago (cable o satelital) en la región. Televisa (18%) y América Móvil (18%) encabezan un mercado que completan Telefónica (6%) y Clarín (5%). Si bien esas cifras incluyen a la operación mexicana, Vrio (o DirecTV Latam) es el segundo operador más grande de Argentina (31% de clientes), Perú (19%), Chile (21%) y Brasil (28% con la marca Sky) y el tercero en Colombia (17%). También es el tercer operador en Uruguay y el número uno en Ecuador. Los suscriptores totales de Vrio alcanzan los 10.5 millones luego de la venta de la operaciones en Venezuela a mediados de 2020, país donde tenía cerca de 2.5 millones de suscriptores.

Hace varios meses que el gigante de las comunicaciones estadounidense, AT&T, busca desprenderse de su negocio de televisión satelital. Parte de esa estrategia incluye también su operación en los propios Estados Unidos donde el fondo TPG Capital pagó a AT&T un total de USD 7.800 millones por el 30% de DirecTV. La estrategia de la megacorporación es reorganizarse a nivel empresarial y soltar lastre luego de tener un 2020 donde la facturación cayó casi un 3% y registró pérdidas netas por US$13.800 millones. Las filiales latinoamericanas perdieron más de un 18% de su facturación en el año de la pandemia. Eso aceleró la búsqueda de comprador. En octubre de 2020 ya vendió sus filiales en Puerto Rico e Islas Vírgenes, por las que recibió u$s1.950 millones de manos de Liberty Latin America.

Los norteamericanos recibirán casi un 10% de lo que pretendían por su filial latinoamericana. Aunque es cierto que una parte importante del valor se conserva en la operación de Sky México que no se incluye en la operación. Según Bloomberg, el Grupo Werthein pagará de acá a 2022 un total de US$ 500 millones. Un cuarto de lo pagado por Liberty en Venezuela.

Werthein es un apellido conocido en el mundo de las comunicaciones argentinas. Su primera incursión en el sector la realizó en 1992 cuando ingresó como accionista del Citicorp Equity Investment (CEI) donde alcanzó el 20% de la participación. Allí compartió intereses con Telefónica de España, el Grupo Moneta y el fondo norteamericano Hicks, Muse, Tate & Furst (HMT&F). Con el CEI, los Werthein participaban en Telefé, Radio Continental, Telefónica Argentina y Cablevisión, entre otras empresas. Su regreso al mercado, tras salir del CEI con la caída del menemismo, se dio en 2003 cuando compró la mitad de las acciones de Telecom Argentina. Allí se sostuvo como uno de los representantes de la burguesía nacional que buscaba impulsar Néstor Kirchner hasta que vendió en cuotas su participación al fondo Fintech del mexicano Damián Martínez (el “buitre bueno” que terminó asociándose con Clarín en la fusión de Telecom con Cablevisión).

Hoy, Los W son un grupo con intereses en el rubro alimenticio, energético y de seguros. También cuentan con inversiones en bienes raíces en los Estados Unidos. La compra de DirecTV lo pone en el centro de la escena de negocios regionales luego de varios años. La última gran novedad en la materia había sido su asociación con Telecom y Seaborn Networks para la construcción de un cable submarino que uniera Brasil y Argentina.

Más allá de la relevancia y el ruido que generó la operación, la realidad muestra que la valorización de las empresas de provisión satelital de televisión está en retroceso. Para poder transformar a DirecTV en una empresa con capacidad de supervivencia en el negocio de las comunicaciones convergentes, los Werthein deberán trabajar e invertir. Tanto en Estados Unidos como en América Latina, la televisión de pago perdió algo de terreno en los últimos años y es creciente el número de hogares que contratan el servicio junto al de telefonía o internet (servicios de triple o cuádruple play). La paquetización de servicios hizo que la contratación individual del servicio de tv paga pasara del 42% de los suscriptores en 2015 al 26% en 2019. En ese rubro, DirecTV sólo puede ofrecer televisión. No cuenta con una estructura relevante de redes físicas para la provisión de servicios de banda ancha al hogar o telefonía móvil.

Otro costado problemático de la operación es la competencia con plataformas de streaming. La cantidad de hogares que sólo contrata servicios como Netflix y no paga por ver la TV alcanza al 10% de los hogares argentinos y está en crecimiento. El 39% de los clientes de TV Paga contrata, además, una plataforma OTT. En ese rubro, DirecTV no cuenta con una plataforma instalada ni de calidad. El desarrollo de DirecTV Go será otro desafío.

Si esta operación representa algún tipo de ventaja además de la cantidad de suscriptores y su penetración creciente en algunos países (como Argentina) es que la compra incluye a la productora Torneos (ex Torneos y Competencias). De esta manera, Werthein se hace de derechos de transmisión de distintos eventos deportivos como la NBA, la Copa Sudamericana, la Copa del Rey y la Liga Española. En este rubro también se incluye la mitad de las acciones de la señal deportiva TyC Sports donde también participa el Grupo Clarín.

De esta manera, el mercado de telecomunicaciones regional suma un nuevo actor argentino con experiencia en el sector. Será interesante ver la capacidad para competir que los Werthein le apliquen a DirecTV para poder sobrevivir los cambios tecnológicos y de usos culturales. De otra manera, es posible que esta noticia (con impacto local pero también regional) sea un peldaño más en el desarme y desvalorización de una empresa que supo ser y todavía es un gigante del negocio televisivo latinoamericano.

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