Por qué me aumentó tanto la luz de un mes a otro: la suba oculta en las facturas

Miles de usuarios en el AMBA se sorprendieron por los saltos en la facturación de julio, agosto y septiembre, pese a que no hubo un correlato en un mayor consumo ni en un aumento de tarifas. Cuáles son las principales razones.

10 de septiembre, 2024 | 17.21

"En junio pagué $17.000 de luz, en julio $42.000, en agosto $76.000 y hoy (por septiembre) me llegó la factura de $116.000", se quejó un usuario del AMBA en redes sociales. Se trata de una muestra de los reclamos que miles de clientes de Edesur y Edenor realizaron en las últimas semanas por los aumentos que les llegaron en la factura de la luz de un mes a otro, sin condecirse con una suba equivalente en el consumo ni con anuncios de subas tarifarias tan altas por parte del Gobierno. ¿Qué fue lo que pasó? Los expertos apuntan a una mezcla de las recategorizaciones que realizan las empresas distribuidoras y los saltos estacionales agravados por exceder el tope subsidiado.

A fin de junio, el ministro de Economía, Luis Caputo, resolvió posponer las subas en las tarifas de luz y gas, evitando implementar así la indexación que había anunciado en abril. En agosto, en cambio, las tarifas energéticas sí aumentaron, pero solo un 4%, el promedio de las subas en los tramos de generación, transporte y distribución. Para septiembre se anunció un nuevo aumento similar.

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Pese a que esos aumentos del 4% son relativamente marginales, abundan los casos de usuarios de Edenor y Edesur que entre junio y agosto recibieron facturas que hasta duplican su monto entre un mes y el siguiente, cuando consumieron un monto similar. Efectivamente, hay razones extra que explican los fuertes aumentos.

En general, se trata de causas ligadas al consumo mismo, pero bajo condiciones que hacen que efectivamente se produzca un salto que no se relaciona con la suba tarifaria anunciada por el Gobierno (lo que, por supuesto, no quita los fuertes tarifazos aplicados hasta ahora por Milei y Caputo, ni su intención de acelerarlos en los meses venideros).

La medición bimestral en la factura

Una de ellas es el modo de facturación de Edenor y Edesur. Lo que ocurre es que la facturación es mensual, pero la medición del consumo eléctrico es bimestral. De este modo, en cada factura se paga la mitad de lo que ese usuario consumió en los dos meses previos, explicó a El Destape Sandra González, titular de la asociación de defensa al consumidor ADECUA.

Por lo tanto, en cada factura hay cierto atraso estacional. Es decir, en la factura que abonó a inicios de julio, en verdad el cliente pagó parte de sus consumos de junio pero también parte de sus consumos de mayo. Pese a la ola de frío que hubo en este último mes, es esperable que el consumo total sea menor que el del pleno invierno de junio y julio.

En la misma lógica, con la factura de inicios de agosto el cliente pagó parte del consumo de julio pero también parte del consumo de junio, que fue inusualmente cálido. Así, recién afrontó consumos de pleno invierno a abonar la factura de inicios de septiembre, que abarcó parte de julio y parte de agosto.

Básicamente, a ojos del usuario, el consumo de julio y de agosto, ambos meses de invierno pleno, fue similar, por lo que en esos meses la factura también debería haber sido parecida. Pero, en verdad, esas facturas contienen consumos anteriores, estacionalmente más bajos, lo que explica el posible escalonamiento en los montos.

El tope subsidiado

Por otra parte, Sandra González remarcó también que para entender los fuertes saltos en las facturas se debe tener cuenta el tope subsidiado por el Gobierno nacional, que varía según la categoría de ingresos.

Mientras que los usuarios de altos ingresos (N1) ya pagan la tarifa plena desde el año pasado, los usuarios de ingresos medios (N3) tienen subsidiado el consumo que realizan hasta los 250 kWh/mes (hasta julio era de 400 kWh/mes), y los de ingresos bajos (N2) el que realizan hasta los 350 kWh/mes.

Es decir, es posible que los usuarios de ingresos medios y bajos no excedan sus topes subsidiados en los meses "valle", pero sí los excedan en los meses pico, de pleno invierno y pleno verano. Una vez que eso ocurre, la tarifa que pagan pasa a duplicarse. Por ejemplo, un usuario N3 promedio paga 53 pesos hasta el kWh número 250, pero a partir del kWh número 251 empieza a pagar (solo por ese excedente) 97 pesos, según el cuadro tarifario oficial de Edesur.

Vale aclarar que, en el caso del gas, los usuarios también ven un salto extra en la facturación cuando consumen más que en el mismo mes del año anterior. Sin embargo, esto no ocurre en el caso de la electricidad, señaló Sandra González.

La recategorización, la razón oculta en el salto en las facturas de luz

Más allá de lo anterior, probablemente la principal causa que explica los fuertes saltos intermensuales en las facturas de la luz es la recategorización por consumo que Edesur y Edenor realizan periódicamente, subrayó Claudio Boada, presidente de la Unión de Usuarios y Consumidores, en diálogo con El Destape.

Se trata de una escala que para usuarios residenciales va de R1 a R6 y que corre en paralelo a la segmentación por ingresos (N1, N2 y N3). Por ejemplo, un usuario cae en la categoría R1 cuando consume de 0 a 150 kWh/mes, en la categoría R2 cuando consume de 151 a 400 kWh/mes y así sucesivamente hasta llegar al R6, en donde caen quienes consumen más de 700 kWh/mes.

El cuadro tarifario de Edesur con los cargos para los niveles R1 a R6 y N1 a N3

Históricamente, la recategorización por consumo se realizaba una sola vez al año, pero desde el gobierno de Mauricio Macri las distribuidoras tienen la potestad de realizarla con más asiduidad. Actualmente, "las recategorizaciones se dan cada dos meses, cuando se realiza la lectura del medidor", confirmaron a este portal voceros de Edenor.

El punto es que esta recategorización implica una tarifa más alta tanto por el cargo fijo como por el cargo variable. El cargo fijo es el que las distribuidoras cobran únicamente por tener el servicios, aunque no se consuma ni un solo kW. Mientras que el cargo fijo para los R1 es de 831 pesos, para los R6 es de 30.333 pesos. Según advirtió Boada, es común que haya saltos de varias categorías en una sola recategorización (por ejemplo, que un usuario pase de R2 a R5 de un mes al otro), por lo que la diferencia del cargo fijo puede fácilmente explicar los saltos en la facturación.

En tanto, el cargo variable es el que, precisamente, varía según el consumo, y también cambia según la categoría de consumo en la que el usuario cae. Por ejemplo, es de 34 pesos por kWh/mes en la categoría R1 y de 55 pesos por kWh/mes en la categoría R6. Aunque la variación es marginal, la diferencia pesa al acumularse en la sumatoria final, lo que también explica parte del salto en las facturas.

Además, estas recategorizaciones no contemplan estacionalidad, por lo que siempre se producen en los picos de pleno invierno y pleno verano, justamente cuando el usuario consume más.