Millones de británicos enfrentarán a partir de abril próximo un alza del 54% en los precios de la energía, tras un aumento récord de los valores a nivel mundial del gas en los últimos seis meses.
Los aumentos presionan aún más a los ciudadanos, que ya están lidiando con un alto costo de vida tras la tendencia inflacionaria que no se detiene en el Reino Unido y que alcanzó en diciembre una tasa interanual de 5,4%, mayor al 5,1% de noviembre, y la más alta desde marzo de 1992.
El precio tope de la energía afectará a unos 22 millones de hogares y entrará en vigencia el 1 de abril, según informó hoy el regulador energético independiente de Gran Bretaña, Ofgem por sus siglas en inglés.
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Los clientes con tarifas predeterminadas por débito automático verán un aumento de US$ 940 que se dispararían hasta US$ 2.700 anuales.
Mientras que los que utilizan el sistema de prepago verán un aumento de US$ 960 hasta US$ 2.737 anuales.
Debido a la crisis energética en la región y a raíz del aumento de los precios mundiales del gas, que afectó a alrededor de 4,3 millones de clientes residenciales, durante el último año, 29 compañías de energía en el Reino Unido se declararon en quiebra por no poder sostener el tope de los precios impuestos por el gobierno británico.
El tope impide que las compañías de energía obtengan ganancias excesivas, asegurando que los clientes no paguen más que un precio justo por su energía.
El ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, anunció hoy que para ayudar a los clientes residenciales el gobierno ofrecerá hasta US$ 474.
Todos los clientes residenciales de electricidad obtendrán descuento en sus facturas de energía a partir de octubre, y el 80 % de los hogares recibirán un reembolso del impuesto municipal de US$ 203 a partir de abril.
Sin embargo, existe el temor de que lo que anuncie no compense el enorme aumento de las facturas.
Mientras tanto, el Banco de Inglaterra elevó la tasa de interés del 0,25% al 0,5%, el primer aumento consecutivo desde 2004, lo que afectará a cualquiera que no tenga una hipoteca a tasa fija.
Los británicos ya estaban luchando con aumentos de facturas sin precedentes y costos cada vez mayores de necesidades como el combustible y los alimentos.
Con información de Télam
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