El Gobierno eliminó los subsidios al transporte para el interior y el boleto podría irse a 800 pesos

Tras la caída de la ley ómnibus, Javier Milei inició su represalia fiscal contra los gobernadores eliminando el Fondo Compensador del Interior. Solo habrá ayuda para la tarifa social.

08 de febrero, 2024 | 10.57

Tras la caída de la ley ómnibus, el Gobierno del presidente Javier Milei inició su venganza fiscal contra los gobernadores con la eliminación de los subsidios al transporte para el interior del país, lo que, según las cámaras del sector, podría llevar el boleto de colectivo a alrededor de 800 pesos si los mandatarios provinciales no resuelven reemplazar ese gasto.

"A partir del corriente año, se elimina el Fondo Compensador del Interior, cuyas sumas también eran recibidas por empresas prestatarias de los servicios del resto del País, o sea, fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)", anunció este jueves un comunicado de la Secretaría de Transporte.

Según pudo saber El Destape de fuentes del Palacio de Hacienda, la eliminación del Fondo Compensador del Interior es inmediata. Es decir, ya no llegará un peso a las provincias para subsidiar el boleto de colectivo. El ajuste a los gobernadores es directo, ya que el FCI bajaba de Nación a las administraciones provinciales, de estas a los municipios y de los municipios a las empresas.

Lo que únicamente quedará como aporte del Estado nacional al interior serán los descuentos por la tarifa social, pero destinados directamente a los usuarios y no disponibles en donde no se utiliza la Red SUBE.

De este modo, las cámaras de transporte del interior entienden que si los gobernadores no deciden compensar con fondos propios la quita de subsidios de Nación el boleto pasaría a valer entre 750 y 800 pesos en las grandes ciudades como Córdoba o Rosario. Hoy en día, el boleto vale 340 pesos en ambas urbes.

En su comunicado, el Gobierno adujo que "estas decisiones guardan coherencia con el Pacto Fiscal que Gobernadores Provinciales y Gobierno Nacional firmaron en 2017 y 2018, donde se comprometían a eliminar progresivamente los subsidios diferenciales en materia de transporte para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), como así también, establecía que las provincias definirían compensaciones tarifarias y/o subsidios al transporte público de pasajeros por automotor desarrollado en el ámbito de sus jurisdicciones".

Pese a ese argumento oficial, en resumidas cuentas se trata de la primera medida concreta de ajuste fiscal a los mandatarios provinciales luego del fracaso de la Ley Bases en Diputados, por la cual el Gobierno salió a culpar directamente a los gobernadores mismos, tildando a algunos de ellos de "traidores".

"La no aprobación de la ley ayer no afecta en lo más mínimo nuestro programa económico, nuestro compromiso de estabilizar las cuentas fiscales", ratificó ayer Luis Caputo, del cual ya depende institucionalmente el área de Transporte pese a que todavía no se concretó formalmente la renuncia de Guillermo Ferraro. Ahora, el ministro de Economía comenzó a cumplir con su amenaza.

De hecho, el jefe de bloque de Unión por la Patria en Diputados, Germán Martínez, recordó que el Pacto Fiscal que menciona el Gobierno en el comunicado fue dejado sin efecto por el consenso fiscal firmado entre Nación y los gobernadores en 2021.

Las propias cámaras reclamaron, en los últimos meses, que dejara de subsidiarse la oferta para pasar a subsidiarse directamente a la demanda y cubrir así más proporción de costos con el precio del boleto. Es decir, prefieren depender del giro de dinero que les llega de la Red SUBE, con solo 24 horas de demora, y no de los giros de los subsidios del Gobierno, que son trimestrales y encima suelen demorarse.

Sin embargo, la eliminación repentina del Fondo Compensador del Interior las descolocó, forzándolas a tener que enfrentar repentinamente un fuerte aumento del boleto que podría bajar significativamente la demanda, o bien encarar una dura negociación con los gobernadores para el reemplazo de los fondos que quitó Nación. "Lo sacaron de un plumazo y claramente por la pelea entre el presidente y los gobernadores. Se cae a pedazos todo el sistema si no hay aumento de tarifa. No hay otra forma de solventarlo", señalaron con preocupación desde una cámara transportista a este portal. "Obviamente es un impacto económico para las empresas del interior", agregó otro empresario del sector.

Cómo sigue el precio del boleto de colectivo en el AMBA

La medida se enmarca, además, en la política de aumento de la tarifa del boleto de colectivo que el Gobierno implementó para CABA y el conurbano bonaerense en los últimos dos meses, y que llevó a un tarifazo del 250% a partir de febrero con el objetivo de reducir los subsidios (aunque aun a este ritmo, por la altísima inflación, solo consigue desacelerarlos).

"En primer término, la Secretaría de Transporte ha decidido terminar con el congelamiento de tarifas que había heredado de la gestión anterior en trenes y colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) para líneas de Jurisdicción Nacional, otorgando así a la tarifa mayor protagonismo en la cobertura de costos necesarios para operar. De esta manera, esta medida implica una disminución considerable de subsidios que iban a las empresas", señaló al respecto el comunicado de la Secretaría de Transporte.

Aun así, desde la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la cámara transportista que agrupa a las empresas del AMBA, salieron a aclarar que la medida del Gobierno no implica ningún cambio inmediato para el boleto de esta área geográfica. Y agregaron que las autoridades de Nación indicaron que no habrá modificaciones para la tarifa del AMBA hasta abril, pese a que Transporte había anticipado en diciembre que iniciaría un camino de aumento mensual indexado a la inflación.

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