En el marco de la presentación que realizó el Gobierno del proyecto de Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas en el Museo del Bicentenario, el secretario de Energía, Darío Martínez, se expresó sobre la política tarifaria de cara al 2022 y remarcó que el país se dirige a un esquema de segmentación de tarifas. El objetivo central del proyecto será que los costos de los servicios no pueden aumentar por encima de los salarios.
"Entendemos que este año dimos un claro ejemplo, hay que salir del esquema que dejó la gestión anterior porque si hubiéramos seguido ese camino hubiera sido terrible para el bolsillo de los argentinos. Ese no era el camino. La decisión del presidente y la vicepresidenta fue ir a un camino de aumentos que no superen el dígito para proteger el bolsillo de los argentinos", expresó el funcionario en diálogo con El Economista.
Respecto al avance sobre un esquema de segmentación para bajar el gasto en subsidios energéticos de cara al 2022, señaló: "Ahora nos sentaremos a analizar de aquí para adelante, el objetivo de nuestro Gobierno es avanzar en la segmentación para el 2022. Cada hogar tiene realidades distintas y eso hay que tenerlo en cuenta". En ese sentido, añadió: "La premisa es que haya tarifas que el pueblo pueda pagar, de ninguna manera estas pueden avanzar por encima de los salarios. De todas formas, tampoco sería bueno seguir con una tarifa congelada indefinidamente".
Al mismo tiempo, destacó que "lo cierto es que la gente no debería dejar de gastar en otras cosas para pagar la boleta de luz o de gas". En tanto, apuntó que "eso también generaría un efecto recesivo en la economía, porque las familias dejarían de utilizar su dinero para salir a comer o comprarse ropa, por ejemplo".
"El sector privado quiere aumentos, la sociedad tarifas justas y el Estado tiene necesidades fiscales. Por eso tenemos que avanzar hacia un esquema de segmentación en el que ya estamos trabajando", concluyó Martínez.