El gasto de un hogar en servicios públicos se cuadruplicó desde diciembre

En mayo un hogar promedio del AMBA, sin subsidios, gastó $118.825 para en cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable en el hogar.

23 de mayo, 2024 | 00.05

La política de ajuste presupuestario lo siguen pagando los hogares y no la “casta” política. La eliminación de subsidios en las tarifas de los servicios públicos se está transformando velozmente en una carga cada vez más difícil de sobrellevar por parte de los usuarios. En mayo un hogar promedio del área metropolitana bonaerense, sin subsidios, gasta 118.825 pesos mensuales en cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable. Este monto dedicado al pago de servicios implicó un aumento de 15,6 por ciento, casi el doble de lo que arrojó la inflación en el mes previo (abril) de 8,8 por ciento, lo que se explica por mayores consumos de gas natural y energía eléctrica conforme se acerca el pico estacional de invierno, según el último informe del Observatorio de tarifas y subsidios IIEP (UBA-CONICET). La canasta de servicios públicos ya ocupa el 14 por ciento del salario promedio registrado del mes.

Respecto a diciembre el costo casi se cuadruplicó con el ajuste del gobierno de Javier Milei. El costo de la canasta total se incrementó 295 por ciento respecto de diciembre de 2023 a partir de las actualizaciones de tarifas de transporte (enero y febrero), energía eléctrica (febrero), agua y gas natural (abril). Los consumos de gas natural y energía eléctrica están ajustados por estacionalidad del consumo. Este aumento tuvo lugar pese a la decisión “populista” de Milei de frenar el aumento en mayo –y posiblemente en junio—de la tarifa del gas y, en materia de transporte, en los colectivos. De todos modos, hubo actualizaciones en los rubros mencionados por una retracción en términos reales (descontado el efecto de la inflación) en los subsidios.

La canasta de servicios públicos que releva el área fiscal del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) incluye el consumo de energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte público. En este sentido, refleja el costo promedio de los servicios públicos para un hogar representativo del AMBA. En energía eléctrica y gas natural se toma un hogar N1 (sin subsidios) y en agua potable un hogar de coeficiente zonal medio de la CABA. Los consumos de gas natural y energía eléctrica están ajustados por estacionalidad.

El relevamiento discrimina por servicio y refleja que de los 118.825 pesos en gastos generales mensuales se corresponden a factura eléctrica (27.924 pesos), factura de gas (29.364 pesos), factura de agua (20.631 pesos) y el boleto mínimo (en Provincias de 666 pesos por cada viaje y en el AMBA, de 270 pesos). En esta desagregación se observa que el incremento más importante fue para el gas natural con un aumento del 893 por ciento respecto a diciembre de 2023 y es explicado tanto por el aumento de tarifas en abril como por una utilización más intensiva en el mes de mayo respecto a diciembre.

Por su parte, el gasto en transporte aumentó 410 por ciento; en agua, 209 por ciento y en energía eléctrica, 124 por ciento. Con estos valores, en mayo, la canasta de servicios públicos del AMBA ocupa el 14 por ciento del salario promedio registrado del mes a la vez que el peso más importante dentro de los servicios lo ocupa el gasto en transporte.

El falso superávit

El Gobierno sigue haciendo gala de su “falso” superávit presupuestario, donde recala el recorte en jubilaciones y transferencias a las provincias, mientras también se avanza en el ajuste de subsidios y el crecimiento de la deuda con las prestadoras. Los principales subsidios económicos a los sectores Agua, Energía y Transporte tuvieron en abril un crecimiento acumulado anual del 133,4 por ciento interanual respecto de igual periodo del año anterior y por lo tanto su variación real muestra una reducción del 40,8 por ciento en el período, revela el informe del IIEP, organismo de doble dependencia (UBA y CONICET). En el primer cuatrimestre acumuló una ejecución del 47 por ciento respecto del crédito vigente para los rubros seleccionados.

Los subsidios a la Energía, que representan el 76 por ciento de los subsidios totales, aumentaron 138 por ciento interanual nominal, mientras se reducen en 40,7 por ciento en términos reales en el primer cuatrimestre. La contrapartida es un incremento de la deuda flotante con los proveedores.

Las transferencias devengadas de Energía Argentina (ENARSA) acumuladas en cuatro meses aumentaron 63,9 por ciento interanual nominal (-57,4 por ciento real). A su vez, las transferencias a CAMMESA aumentaron 213,6 por ciento nominales interanuales mientras se reducen 23,4 por ciento en términos reales. Las transferencias por el Plan Gas.Ar (incentivos a la producción de gas natural) se redujeron 49,1 por ciento nominal (-85,9 por ciento en términos reales).

El sector Transporte explica el 24 por ciento de las transferencias y creció 127,9 por ciento interanual nominal, lo que equivale a una reducción del 39 por ciento en términos reales. Dentro del mismo, la partida más relevante es el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT), que crece 159,7 por ciento en términos nominales y se reduce -30,5 por ciento real en el primer cuatrimestre de 2024. Las transferencias a Aerolíneas Argentinas fueron nulas mientras que AYSA devengó solo 75 millones de pesos contra 7.455 millones de igual periodo anterior.

Al primer cuatrimestre de 2024 los subsidios nominales suman 1,99 billones de pesos, mientras que en moneda constante de abril suman 2,16 billones y reducen 40,8 por ciento respecto a igual periodo anterior. “Esta variación se explica mayormente por menores transferencias reales a ENARSA y CAMMESA que explican 19 y 9 puntos porcentuales, respectivamente, de los 40,8 totales de reducción”, destaca el informe del Observatorio de tarifas de UBA-Conicet.

En el caso de ENARSA, la reducción observada puede reflejar el hecho de que durante el año 2023 se adquirieron cargamentos de Gas Natural Licuado de manera anticipada en los primeros meses del año cuyo precio, además, fue un 80 por ciento superior a los precios de mercado observados durante 2024. En la previa de este periodo estival, los cálculos de GNL se quedaron “cortos”, o fue parte de la estrategia del falso superávit, y ahora CAMMESA busca licitar 12 cargamentos de combustible para hacer frente al mayor consumo de hogares y la falta de GNC para automóviles.  Esto podría implicar que esta partida comience a tener devengamientos más importantes a partir de este mes.

La contrapartida es una deuda flotante acumulada en el primer cuatrimestre del Estado Nacional, la cual ya asciende a 356.996 millones de pesos en términos nominales, explicado por devengamientos por encima de los pagos principalmente de CAMMESA y ENARSA. En el período enero-abril, el mayor aportante a la deuda flotante es CAMMESA que suma 170.000 millones de pesos y explica el 47 por ciento del total de deuda acumulada en el periodo. “En el primer cuatrimestre de 2024 los subsidios se dieron en conjunto con superávit primario mientras que en igual periodo del 2023 representó el 85 por ciento déficit observado”, señala el informe del Observatorio.

Por provincia y tipo de hogar

La factura eléctrica promedio país es de 42.877 pesos para un hogar de altos ingresos (N1), 17.453 pesos para un hogar de ingresos bajos (N2) y 18.048 pesos para un hogar de ingresos medios (N3). La comparación de los cuadros tarifarios entre jurisdicciones indica que, ante igual consumo, las facturas finales más bajas se encuentran La Rioja, Tierra del Fuego y el AMBA para los N1. Mientras que para los N2 y N3 La Rioja y el AMBA presentan las facturas más baratas de país. Por otra parte, las facturas más altas se observan en Neuquén, Rio Negro y Mendoza para los N1 mientras que los usuarios N2 y N3 pagan las facturas más altas en Mendoza, Rio Negro y Santa Fe.

Al momento de realizar un análisis tarifario comparativo es necesario puntualizar que en el sector de distribución conviven empresas públicas (provinciales), empresas privadas y cooperativas, alcanzadas por marcos regulatorios nacionales, como en el caso de EDENOR y EDESUR, provinciales y municipales en el caso de cooperativas. “La dispersión de tarifas es multicausal, es un proceso complejo de identificación de costos que reflejan las características propias de la red y de la región en donde se presta el servicio. A su vez, responde no solo a diferentes estructuras tarifarias, y a características estructurales propias del servicio público de distribución, sino también a factores exógenos como la existencia de diferentes cargas impositivas y anomalías como la ‘captura regulatoria’ que altera artificialmente los niveles tarifarios en algunas jurisdicciones”, señala el informe.

En el caso del gas, en mayo la factura promedio para los usuarios del Nivel 1, Nivel 2 y nivel 3 se redujo respecto al mes anterior producto de la inflación estimada. A su vez, respecto a los valores pre-segmentación (febrero 2023), las facturas son 38 por ciento superiores en el caso de los hogares N1 mientras que en el caso de un usuario N2 y N3 son 3 y 9 por ciento mayores respectivamente.

Si se lo compara con el salario promedio, el peso en mayo de los servicios energéticos de un usuario N 1, N 2 y N 3 representan el 6,3, 3,1 y 3 por ciento respectivamente que, a su vez, retrocedió en mayo debido principalmente al congelamiento de precios eléctricos y el crecimiento nominal del salario. Por otra parte, tomando el ingreso mínimo de cada segmento de ingresos, la factura promedio de los servicios públicos de luz y gas en el AMBA tiene un peso de 1,8 por ciento para los N1, de 10,4 por ciento para los N2 y de 3,1 por ciento para los N3. En abril de 2024 se llegó a un nuevo peso máximo de los servicios públicos energéticos sobre el salario RIPTE, para un usuario N1, que supera la carga del 5,8 por ciento sobre el salario promedio registrado observado en febrero de 2019. En mayo, este indicador sigue siendo superior.

En materia de transporte, a partir del 6 de mayo se modificaron las tarifas de los ferrocarriles urbanos del AMBA, elevándose el costo de la primera sección a 200; es decir, un incremento del 54 por ciento. Por su parte, el 17 de mayo el boleto de Subte de la Ciudad de Buenos Aires tuvo un incremento del 359 por ciento ubicándose en 574 mientras que el calendario de aumentos para este servicio prevé aumentos adicionales del 13 y 16 por ciento en junio con escalonamientos a 650 y 757 por boleto respectivamente. Esto implica que entre mayo y junio el boleto de subte tendrá un aumento acumulado del 505 por ciento. El boleto de colectivos del AMBA sigue congelado en el mismo nivel de febrero último.  

Como el Estado nacional no tiene competencia en materia de transporte público en las provincias, salvo para recorridos interjurisdiccionales, las gobernaciones celebraron contratos, fijación de tarifas y recorridos. Durante mayo se observan los efectos de la eliminación del Fondo de Compensación al Transporte Público del Interior sobre el nivel de tarifas relevadas. Entre las principales ciudades del país, Corrientes cuenta con la tarifa más elevada de transporte urbano, fijada en 990 pesos, seguida por Bariloche (980 pesos), Ushuaia y Río Gallegos (800 pesos), Bahía Blanca (795 pesos), Tandil (770 pesos), Neuquén (759 pesos) y Mar del Plata (750 pesos).

Por su parte, las localidades con los boletos más bajos son Viedma, cuya tarifa de colectivos es de 420; La Rioja, con 300 pesos; Rawson, con 293 pesos y, nuevamente en el último lugar, el AMBA, donde el boleto mínimo de colectivos es de 270 pesos.