Las plantaciones forestales almacenan 70 millones de toneladas de carbono orgánico, según un estudio realizado por el INTA y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación que analizó esta capacidad de los suelos en los diversos ambientes del país.
La región mesopotámica lidera la reserva nacional de bosques cultivados y las plantaciones de pino son las que registran el mayor almacenamiento de carbono orgánico, destacó el trabajo, que buscó recabar información para el diseño de estrategias de mitigación de gases de efecto invernadero y la obtención de certificaciones ambientales.
Como base para la producción de alimentos, fibras y muchos servicios ecosistémicos esenciales, el suelo representa un componente importante de los sistemas productivos y un recurso clave para la mitigación y adaptación al cambio climático por su capacidad de almacenar compuestos carbonados tanto orgánicos como inorgánicos.
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En esta línea, las plantaciones forestales son muy valoradas por los numerosos servicios ecosistémicos que brindan, entre los que se destaca, la capacidad de secuestrar gases de efecto invernadero (GEI) y almacenar carbono orgánico del suelo (COS).
Según Pablo Peri, coordinador del Programa Nacional Forestal del INTA, en los primeros 30 centímetros de suelo de las plantaciones forestales se almacenan unas 70 millones de toneladas de carbono orgánico".
Además, la región mesopotámica representa 74% de la reserva nacional de COS de las plantaciones forestales, en correspondencia con la mayor superficie de bosques cultivados que concentra esta región; mientras que la región Patagonia, Pampeana y Delta del Paraná almacenan 20,2% del total.
Por especie forestal, 69% del COS se encuentra almacenado en plantaciones de pino.
En esta línea, Peri aclaró que esa capacidad de almacenamiento puede ser modificada con el cambio de uso de la tierra, la puesta en producción -ya sea agrícola, forestal u otra- y la implementación de diferentes estrategias de manejo de suelos, cambiando la dirección de los flujos de Carbono en el sistema suelo-atmósfera.
Por su parte, Ana Lupi -investigadora del Instituto de Suelos del INTA- agregó: La Selva Paranaense presenta los valores de carbono orgánico de la línea base más altos, 71 toneladas de carbono por hectárea, y no se encontraron diferencias significativas comparando los usos del suelo y las clases de uso.
En contraste, en el Chaco Húmedo la mayor cantidad de COS se observó en la línea base, aproximadamente 74.000 kg/ha, seguido de las plantaciones forestales, 62 toneladas por hectárea, y con un menor valor, el uso alternativo productivo, 54 toneladas por hectárea.
Del estudio, surgió una tendencia a que el COS promedio varíe en el sentido: forestaciones-línea base-uso alternativo.
Las plantaciones con pino mostraron ser más eficientes en acumular COS que las realizadas con eucaliptus, sobre todo en las ecorregiones que presentaron valores medios de COS.
Con información de Télam