A partir del 1 de junio comenzó a regir la quita de subsidios a la luz y el gas para los sectores medios y altos, mientras que la semana próxima se abrirá el registro para aquellos hogares que se encuentren por debajo del umbral previsto para determinar el decil de mayores ingresos. Los hogares con ingresos por debajo de tres canastas básicas para una familia tipo y deseen mantener los subsidios a la luz y el gas podrán hacerlo presentando una declaración jurada desde la página web oficial, donde se comprobará si califican al beneficio.
Quienes no cumplan con estos requisitos, comenzarán a abonar la tarifa plena del servicio en forma gradual a partir de este mes. Los únicos que no están obligados a registrarse para pedir el subsidio son los beneficiarios de los planes sociales. Todos los usuarios que no se inscriban en esa plataforma comenzarán a recibir facturas con un aumento del 65 por ciento con relación a la tarifas actuales.
Cada bimestre se recortará un tercio del total de subsidios que recibe un usuario. Es decir, los hogares de altos ingresos recién pagarán la tarifa plena a fines de 2022. En ese punto, el aumento llegaría al 200 por ciento con relación a la factura del mismo mes del año pasado .El alivio fiscal que supone esta segmentación alcanza los 15 mil millones de pesos tan solo en el segundo semestre.
¿Cómo registrarse?
Según el artículo 7 del Decreto 322/22, publicado el jueves pasado en el Boletín Oficial, los únicos que no están obligados a registrarse para pedir el subsidio son los beneficiarios de los planes sociales. “Podrán ser incluidos en el padrón de beneficiarios y beneficiarias por la Subsecretaría de Planeamiento Energético en el `Nivel 2 – Menores Ingresos`, sobre la base de la información con la que cuenta el Estado nacional en sus registros”, dice el documento.
El resto de los usuarios deberán registrarse en la web que estará activa desde la próxima semana. Allí deberán completar una declaración jurada para poder continuar con el subsidio. Las personas que no realicen el trámite comenzarán a recibir las boletas de luz y gas con aumento y solo podrán revertir su situación si efectúan un reclamo.
¿Cuánto aumentarán?
La regulación dispuso que la quita de subsidios sea gradual. Eso significa que cada bimestre se recortará un tercio del total de subsidios que recibe un usuario, con lo cual recién pagarán la tarifa plena a fines de 2022. En ese punto, el aumento llegaría al 200 por ciento con relación a la factura del mismo mes del año pasado, teniendo en cuenta que los subsidios representan cerca de un 70 por ciento del costo de la electricidad y del gas natural en la región metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
A grandes rasgos, la factura que paga el usuario debería multiplicarse por tres para eliminar todas las subvenciones. Sobre esa base, las facturas de agosto —ya con un recorte de un tercio del subsidio total— podrían aumentar un 65% en comparación con el mismo período de 2021. Fuentes oficiales afirmaron que desde este mes ya rige el nuevo sistema de tarifas y calcularon para un hogar de consumo "medio-alto" (R3) un aumento de entre 1000 y 1500 pesos en la primera etapa.
¿Qué se solicita para mantener el subsidio?.
El formulario que deberán completar las personas que se anoten en el RASE ya está definido. Operará sobre la mismo plataforma informática que utilizó el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) durante el peor momento de la pandemia. Tendrá el valor de una Declaración Jurada, por lo que en la práctica, si un usuario completa en el formulario y expresa que quiere seguir recibiendo subsidios, en un primer momento no verá cambios en su factura. En los próximos meses, el Ministerio de Economía verificará si los datos aportados por los usuarios son ciertos o no. Si se confirma la veracidad, el hogar seguirá percibiendo subsidios. Pero si salta alguna inconsistencia y se comprueba que el usuario falseó información, se le refacturará retroactivamente con la tarifa plena.
¿Cómo es la segmentación de usuarios?
Del Decreto 332 surge que la meta será categorizar a los usuarios en tres tipos de niveles: altos ingresos (nivel 1), sectores populares con tarifa social (2) y clase media (3). Los de nivel 1 son los de mayores ingresos que perderán todo el subsidio. Son las usuarios que tengan ingresos mensuales netos superiores a un valor equivalente a 3,5 Canastas Básicas Totales (CBT), es decir, 333.410 pesos; sean titulares de tres o más automóviles con antigüedad menor a cinco años; posean tres o más inmuebles, aeronaves o embarcaciones de lujo; sean titulares de activos societarios que exterioricen capacidad económica plena.
Los hogares del segundo nivel abarcan a la población de «menores ingresos», la cual tendrá un tope tarifario equivalente al 40 por ciento del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del año anterior. Incluye a quienes declaren ingresos menores a un valor equivalente a una Canasta Básica Total (CBT) para un hogar tipo.; hogares donde al menos un integrante posea certificado de discapacidad y, considerando a los integrantes del hogar en conjunto, tengan un ingreso neto menor a un valor equivalente a 1,5 Canastas Básicas Totales.
Por último, los usuarios de Nivel 3 representa a la población de «ingresos medios», la cual tendrá un tope tarifario equivalente al 80 por ciento del CVS del año anterior. Los integrantes de este grupo deberán ser propietarios de dos o más inmuebles, considerando a los integrantes del hogar en conjunto o poseedores de un vehículo de hasta tres años de antigüedad. Sólo se podrá recibir subsidios en un inmueble.
¿Qué pasará con los inquilinos?
La creación del RASE se explica, en buena medida, para resolver la situación de los inquilinos, sostienen en el Gobierno. Quienes alquilen una vivienda deberán llenar el formulario que presentará en los próximos días y explicitar que son titulares del servicio completando el número de medidor respectivo. Es importante realizar el trámite, porque si el servicio está a nombre del dueño se presupone que éste optará por mantener —en caso de que le correspondan— los subsidios en el domicilio principal y no en el que posee en alquiler. Por ese motivo, es altamente probable que los inquilinos que no inscriban en el registro pierdan los subsidios en forma inmediata.