Recientemente, el Gobierno anunció que privatizará el Belgrano Cargas. Así surgió la pregunta sobre qué implica el término "privatización", una palabra que fue más conocida en la década del '90. La privatización se refiere al proceso mediante el cual el control y la propiedad de empresas estatales pasan a manos privadas, ya sea por la venta de acciones o mediante concesiones de gestión.
Este fenómeno afectó a sectores como los servicios públicos y las industrias estratégicas, provocando opiniones diversas y generando debates sobre sus consecuencias.
¿Qué significa la privatización de una empresa?
En el ámbito económico, la privatización busca limitar la participación del Estado en la economía, permitiendo que el sector privado tenga mayor protagonismo. Las razones detrás de este proceso persiguen el objetivo de aumentar la eficiencia, reducir la deuda pública, mejorar la calidad de los servicios y atraer inversiones extranjeras.
¿Cuáles son las desventajas de una privatización?
A pesar de las posibles ventajas que la privatización puede ofrecer, su implementación es un proceso complejo. Los gobiernos deben afrontar desafíos regulatorios, asegurar la transparencia en las ventas o concesiones, y proteger los intereses públicos en el camino.
En Argentina, la privatización ha sido un tema recurrente en la política, con resultados tanto positivos como negativos. El reto principal es lograr un equilibrio que permita aprovechar las ventajas de la inversión privada sin comprometer el bienestar público ni la justicia social. Expertos señalan que la privatización trae consigo diversas implicancias económicas y sociales. Por lo tanto, el debate sobre su conveniencia debe analizar cuidadosamente los contextos específicos y las necesidades de la sociedad en su conjunto.
¿Cuál es la diferencia entre una privatización y una concesión?
Si en la privatización se transfiere de manera permanente la propiedad de una empresa o un activo del Estado al sector privado, concesionar implica transmitir de forma temporal la administración de una empresa o un activo del Estado al sector privado. La luz, el gas y el agua son servicios cuyas compañías prestadoras operan en un mercado monopólico. Es decir, no hay competencia. En este marco, el Estado le brinda la concesión a esas empresas para poder operar.
¿Cómo se lleva adelante una privatización?
La Ley N° 23.696, aprobada en 1989 -durante la gestión de Menem-, establece que para privatizar total o parcialmente una empresa es necesario que se la declare “sujeta a privatización”. Esa acción la debe realizar el Poder Ejecutivo con aprobación del Congreso. La declaración de una empresa como “sujeta a privatización” es aplicable a una empresa pública, pero también a un establecimiento, a un bien o a una actividad. Aprobada la ley, el Poder Ejecutivo debe dictar un decreto de ejecución en el que se fijan modalidades y procedimientos. La Ley Bases que fue aprobada por el Congreso, declaraba todas las empresas "sujetas a privatización" entre las que se encontraba el Belgrano Cargas.