Luego de convalidar los aumentos en luz y gas, el Gobierno hará oficial la suba de la factura de agua la semana que viene. Según está planteado, el costo para los usuarios aumentará un 20% en julio y un 10% en octubre, acumulativos, totalizando un incremento del 32% en el año. Desde la empresa estatal Aysa sostienen que este ajuste no alcanzará para cubrir la totalidad de los costos derivados de la prestación de servicio.
Según pudo saber El Destape, el Ministerio de Obras Públicas aprobará la propuesta de aumento que definió Aysa en audiencias públicas y que había confirmado el Ente Regulador de Agua y Saneamiento. De esta manera, la próxima factura de julio vendrá con una suba del 20% en primera instancia. Posteriormente, en octubre, se completará el incremento anual del 32%.
Sin embargo, incluso desde la compañía reconocieron que estos incrementos no equilibrarán el balance de ingresos y egresos de la firma. Las tarifas están congeladas desde mayo de 2019 y la propia titular, Malena Galmarini, advirtió que las subas propuestas se ubican por debajo del resto de las tarifas de servicios públicos. Desde la firma que controla el servicio describieron una situación que implicó que "los actuales niveles tarifarios resultan sensiblemente menores a los establecidos como de equilibrio económico-financiero en el marco regulatorio".
La empresa estatal indicó que a diciembre de 2021 los ingresos tarifarios solo cubrían el 49,5% de los costos operativos, situación que podría agravarse en caso de continuar con el congelamiento tarifario iniciado a principios de 2019, en el tramo final de la presidencia de Mauricio Macri.
"Me animo a decir que el aumento del 32% es casi simbólico"
"Me animo a decir que el aumento del 32% es casi simbólico. Sobre todo tomando en cuenta los nuevos aumentos tarifarios de la energía, de la semana pasada. Parece que el valor de la energía es mucho más que el valor del agua. Quiero ser sincera, el 32% no alcanza. Durante los últimos tres años no habíamos tenido la posibilidad de audiencia pública, a pesar de las reiteradas oportunidades en que hicimos esta solicitud y entendiendo que los años de pandemia no eran los mejores”, sentenció Galmarini durante la audiencia pública.
De cara al futuro, Aysa busca adherir a la segmentación propuesta por las autoridades del área de Energía, donde 10% de los usuarios con mayores ingresos pasarán a pagar la tarifa plena en otras áreas. Otra opción es diseñar un diagrama que se amolde a una discriminación particular en base a los datos que posee la compañía. Para lograr ese objetivo, primero será necesario llevar a cabo las mediciones de consumo.
¿Por qué es un aumento insuficiente?
El ultimo ajuste tarifario para el costo de la tarifa de agua fue del 27% en mayo del 2019. Desde ese entonces, la inflación acumulada es del 160%, lo cual refleja un desfasaje relevante entre el valor final que pagan los consumidores y el resto de los bienes y servicios de la economía. Actualmente, la factura mensual promedio por servicio (agua y cloaca) es de $ 312 y cabe remarcar que el 25% paga la factura mínima de $ 192. Del universo total, el 90% de los usuarios residenciales paga menos de $ 520. El costo del agua es el más barato entre todos los servicios públicos de red.
Asimismo, el 10% de los usuarios de mayor facturación tienen una factura promedio de $ 858. Desde Aysa señalaron que "los actuales niveles tarifarios y los ingresos que pagan los usuarios no alcanzan para cubrir la totalidad de los costos derivados de la prestación de servicios". De efectuarse un aumento del 32% anual, las tarifas para usuarios residenciales no medidos con los dos servicios de agua potable y cloacas quedarían de la siguiente manera:
-En julio: $ 744 sin impuestos.
-En octubre: $ 818 sin impuestos.
Durante 2022, la cobertura estatal por la tarifa social alcanzaría a 250 mil hogares, con un presupuesto estimado en $ 1.052 millones. Esta propuesta incrementa ingresos en $ 2772 millones y en el año, el monto final captado por la firma sería de $ 33.633 millones. Aunque Galmarini está de acuerdo con mantener un nivel de aumentos razonable para la población, su visión se basa en que se achica la brecha pero no alcanza para cubrir los gastos operativos de la empresa en el día a día.