El ministro de Economía, Sergio Massa, prepara cambios en la Secretaría de Energía, hoy liderada por Darío Martínez. Así lo anticiparon desde la Casa Rosada y desde el riñón del líder del Frente Renovador. La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, confirmó que el titular de la cartera de Hacienda anunciará en las próximas horas el nuevo equipo energético.
Anoche, tras la conferencia de prensa de Massa en el quinto piso de Economía, personas del equipo del tigrense confirmaban a El Destape que habrá cambios, que serán anunciados a la brevedad y que es un hecho la salida de Martínez. Luego, tomó fuerza la idea de subir al titular del Enargas, Federico Bernal, al lugar de Martínez, según revelaron fuentes del nuevo gabinete económico. Aunque habrá que esperar el anuncio oficial, que estará a cargo del propio Massa.
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El área energética es un lugar sensible debido a las tarifas de luz y gas y al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la reducción de los subsidios. Todo en medio de la guerra en Ucrania con perjuicios energéticos en todo el globo.
Darío Martínez no estuvo presente ni en la jura de Massa ni en la conferencia de prensa posterior donde estaba todo el gabinete del ministro. El único presente de ese equipo fue Federico Bernal. Y llamó la atención su inclusión. Tampoco estuvo presente el subsecretario de Energía, Fabián Basualdo.
Al analizar el comportamiento del comercio exterior en los últimos meses, se percibe cada vez más el impacto de la demanda energética producto de la crisis que genera la guerra entre Rusia y Ucrania. En julio, el balance de ventas del Banco Central estuvo en el orden de los U$S 1.275 millones para atender la demanda, mientras que el inicio de agosto parece profundizar esa dinámica con un nivel de ventas elevado.
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Solo para ejemplificar el daño que significa el conflicto bélico en el frente energético, las últimas estadísticas disponibles del Indec indicaron que los combustibles y lubricantes aumentaron 156,6% a nivel interanual. En estas circunstancias, Argentina debió gastar más de 6.600 millones de dólares en importación energética solo durante el primer semestre del año, un 189% más que en el mismo período de 2021, lo que ni siquiera incluye los meses complicados de julio y agosto.
Con este escenario, la idea de Massa es maximizar el ahorro fiscal mediante la segmentación de tarifas en luz y gas. Según lo planteado en su primera intervención como nuevo ministro, el primer corte de inscripción dejó a cuatro millones de hogares fuera del esquema de subsidios. Originalmente, se estimaba un alcance del 10%, pero con los datos exhibidos esa proporción será del 30% aproximadamente.
Además, se sumará un agregado que pretende mejorar la eficacia del sistema. Respecto a la luz, se subsidiará hasta 400 kW, alcanzando el 80% de los usuarios pero solo el 50% del consumo total residencial. Para el gas regirá la misma lógica, partiendo de las diferencia climáticas y costos de logística, pero respetando el criterio de estacionalidad de cada región.
El objetivo es llegar al invierno europeo con el frente fiscal lo más robustecido posible para revertir la tendencia a través de la exportación energética. En caso de acelerar los plazos para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, el Estado podría engrosar el ingreso de dólares de forma pronunciada por la alta demanda que vendrá desde el viejo continente.
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