Con los cambios que anunció el Gobierno, el hasta hoy titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, asumirá como superministro a cargo de tres dependencias: Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Pesca y Ganadería. De esta manera, el nuevo ministerio tendrá a cargo áreas clave para el control de las variables de la economía: inflación, dólar, tarifas y comercio exterior.
Aunque no se dieron precisiones sobre cómo será el funcionamiento, la unificación de las tres áreas confluye hacia un esquema de poder amplio. En principio, dentro del Ministerio de Economía no solo se manejan los volantes en materia de finanzas y gasto del Estado, sino que allí se nuclean las Secretarías de Energía y Comercio. Además, habrá un canal de comunicación directo con el Banco Central para la regulación de la política cambiaria y monetaria con foco en el dólar.
FMI, inflación y tarifas
Con estas herramientas, los equipos técnicos de Massa podrán definir las políticas en torno a producción energética y segmentación de tarifas. Tanto la coordinación de acciones con la empresa YPF, como los proyectos de inversión en industrias como el litio o el cobre, entre tantos ejemplos, pasarán por las oficinas del superministerio.
A su vez, con la reestructuración del gabinete nacional, la ministra de Economía, Silvina Batakis, dejó su puesto y Massa deberá continuar las negociaciones con el Fondo. La funcionaria inició su gestión a principios del mes y venía de reunirse con representantes del FMI y el Banco Mundial en Estados Unidos.
Batakis volvió al país luego de una mini gira en el país norteamericano, donde dialogó presencialmente con la directora del FMI, Kristalina Georgieva, y los exponentes de grandes empresas del establishment financiero. Allí, reforzó la idea de confluir a un sendero de fuerte disciplina fiscal. La ex funcionaria asumió en un contexto de extrema volatilidad cambiaria y buscó calmar las aguas al brindar un mensaje centrado en la solvencia macroeconómica. Ahora, Massa proseguirá las charlas con el objetivo de cumplir el acuerdo firmado con el organismo multilateral de crédito.
Por otra parte, también instrumentará medidas respecto al control de precios y negociaciones con todos los actores de la cadena productiva. Hasta el momento, el Gobierno mantuvo reuniones con diversos representantes de la cadena alimenticia para alinear costos en medio de una crisis cambiaria que alteró el valor de los productos que componen la canasta básica.
En otro sentido, el ex titular de la Anses controlará las oficinas del ministerio que hasta el momento lideró Daniel Scioli. Por ende, también tendrá a disposición la articulación de políticas productivas con eje en el aparato Pyme. Justamente, uno de los puntos más fuertes que mostró el Frente de Todos a lo largo de estos dos años y medio fue el proceso de recuperación industrial, que repercutió positivamente en el crecimiento de la actividad como en el nivel de puestos de trabajo.
Retenciones al agro
Otra rama que absorberá el superministerio es el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, en un momento de máxima tensión con los agroproductores. De acuerdo a datos de la consultora Geres, al 20 de julio, los productores vendieron el 47,4% de la cosecha de soja 2021/22 (44,0 millones de toneladas). Esto es 11,5 puntos porcentuales inferior al promedio del último lustro (58,9%), lo que implica un relevante retraso en las ventas. La retención estimada de soja a la fecha equivale aproximadamente a unos U$S 3.000 millones.
El Gobierno espera aumentar las reservas en al menos 2.500 millones de dólares con las nuevas medidas que el Banco Central tomó el martes para estimular la liquidación de la cosecha de los productores rurales. El organismo creó un mecanismo de compensación que permitirá que los productores realicen un depósito a la vista en las entidades financieras con retribución diaria variable en función de la evolución del tipo de cambio A3500, conocido como Dólar Link, por hasta el 70% del valor de la venta de granos. Además, por el 30% restante se permitirá la Formación de Activos Externos, al valor del dólar oficial más el impuesto PAIS y las retenciones a cuenta que percibe la AFIP.
Hasta el momento, el Gobierno había reflejado opiniones diversas en cuanto a qué hacer con los derechos de exportación. Incluso se produjo un contrapunto entre el Presidente y Julián Domínguez por la suba de retenciones y las complicaciones legales para aplicarla.
Inflación, dólar, retenciones, FMI, déficit fiscal, tarifas y otros indicadores fundamentales para el andar económico pasarán por el organigrama que anunciará Massa el próximo lunes. Restará saber si llegarán los efectos deseados para aliviar la incertidumbre y recuperar el poder adquisitivo de los salarios.