El ex secretario de Finanzas Diego Bastourre, sostuvo hoy que la deuda pública sostenible "no es un punto de llegada" o una meta a alcanzar sino "un punto de partida para la planificación de la política de financiamiento", a la vez que destacó a la información como "el activo más valioso" a la hora de negociar con el mercado financiero.
Bastourre, que participó del equipo del ex ministro de Economía, Martín Guzmán, en las negociaciones que desembocaron con la reestructuración de la deuda en agosto de 2020, disertó en el marco del trigésimo sexto Seminario Nacional de Presupuesto Público, que se desarrolla en el Centro de Convenciones Gala de Resistencia.
En su exposición resaltó la importancia de conformar una "inteligencia del Estado" ya que "debería ser primordial que esté adelante del mercado en materia de información", teniendo en cuenta el poderío, los recursos y la capacidad de los bancos de inversión, fondos y otros integrantes que lo componen, a los que "es muy difícil enfrentarse con un Estado representado por cinco monotributistas".
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En el encuentro organizado por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, el también ex director del Banco Central se refirió a la negociación de la que fue partícipe, destacando que con ocho meses tuvo "un tiempo de negociación inferior al promedio", logrando "una quita del valor presente del 46%" y que "con US$ 107.000 millones fue la segunda de mayor tamaño en monto".
Al referirse a la situación encontrada en diciembre de 2019, Bastourre aseguró que "los vencimientos implicaban un cronograma desordenado y concentrado en fechas puntuales", a tal punto que "en un mes fueron necesarias cinco operaciones de crédito público".
Otro de los expositores de la jornada, el directivo de ASAP y especialista en Administración Financiera Gubernamental, Emilio Nastri, destacó las "innovaciones" que hace treinta años introdujo la ley 24.156 de Administración Financiera en el manejo de la deuda y señaló que esa norma marcó "un antes y un después", al punto que hoy se toma con naturalidad aspectos que hasta 1991 no existían.
En ese sentido, remarcó que introdujo al crédito público dentro de la política fiscal, ya que previo a la ley "el tema lo manejaba el Banco Central, el endeudamiento estaba diluido y las empresas tomaban deuda por su cuenta, sin ningún control centralizado".
Asimismo, "introdujo una definición integral de la deuda" debido a que "antes se hablaba de deuda externa, pero a partir de la ley se empezó a hablar de deuda pública, incluyendo también la deuda indirecta como los avales y garantías".
La ley 24,156, además, "prohíbe utilizar deuda para gastos operativos, con lo que ratifica por negativa lo que dice la Constitución", planteó Nastri.
Otro aspecto central fue el de la "creación del órgano rector, la Oficina Nacional de Crédito Público", con una permanencia institucional que excede a los cambios de ministerios y secretarías.
Como propuestas de nuevas medidas para perfeccionar el sistema de crédito público, Nastri sostuvo lo que presentó como una "regla de oro" que debe disponer que "todo gasto corriente tiene que ser financiado con ingresos corrientes".
Por último, la ex subsecretaria de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa, Rosana Bebén, recomendó a las provincias en materia de administración de su deuda "contar con equipos preparados, andamiaje técnico y legal y mantener información transparente actualizada y confiable".
Con información de Télam
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