Las antinomias entre los diferentes sectores productivos "son falsas e inconducentes" y en algunos pueden darse "saltos cualitativos importantes", señaló el coordinador del plan Argentina Productiva 2030, Daniel Schteingart.
"Ningún sector productivo sobra", enfatizó en declaraciones a Télam, en las que planteó que "las fronteras entre las actividades son borrosas: el agro necesita de múltiples insumos industriales y de servicios para ser competitivo (como fertilizantes, maquinarias y servicios satelitales) y a la vez la industria necesita del agro para crecer (ya que el agro provee divisas y también materias primas que luego el sector manufacturero industrializa)".
Al respecto, recomendó prestar atención a las "dimensiones" que aporta cada sector, ya que "algunos son fundamentales para la generación de divisas, otros para el desarrollo territorial, otros para la generación de empleo formal, otros para reducir la huella ambiental de las actividades productivas, otros para impulsar el desarrollo tecnológico y otros para reducir las brechas de género",
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"Hay algunos sectores que por ahí puntúan muy bien en varias dimensiones de estas, pero no en otras", advirtió.
Por ejemplo la industria de software es un "complejo exportador relevante, difunden el progreso tecnológico al tejido productivo y a los hogares, generan empleo bien calificado y de altos salarios y es un sector de bajo impacto ambiental" pero "es un sector demasiado centrado en el AMBA (más del 70% del empleo se da allí, particularmente en CABA) y es por eso que queremos federalizarlo".
"A la inversa, el turismo es bien federal, ayuda a generar divisas y mueve mucho empleo, pero no se caracteriza por ser un sector de salarios altos", apuntó.
Schteingart advirtió que "el potencial para crecer no es el mismo entre los distintos sectores" y que "hay algunos complejos productivos en los que creemos que va a haber saltos cualitativos muy importantes", como en la energía y la minería.
"Hoy son dos sectores subaprovechados en Argentina, de la mano de Vaca Muerta, el petróleo offshore y el hidrógeno verde en el primer caso y del litio y el cobre en el segundo hay un margen importantísimo para crecer", subrayó.
Al respecto, sostuvo que "esos dos sectores van a permitir generar las divisas necesarias para que el crecimiento económico se sostenga en el tiempo y para descomprimir las tensiones macroeconómicas".
En ese marco, rescató que "son dos sectores que están entre los mejores pagos de la economía, bien federales (en minería más del 95% del empleo se da fuera del AMBA por ejemplo) y además pueden ser una palanca del desarrollo industrial, ya que demandan una densa red de proveedores, que queremos consolidar y ampliar".
A su vez "puntúan mal en género, son sectores masculinizados" dijo el funcionario para agregar que "en minería estábamos en 7% de mujeres unos años atrás y este año nos encaminamos a llegar al 10%, pero obviamente que es insuficiente", planteó.
Señalo como otros sectores donde "se avizora un crecimiento importante" al software, turismo, biotecnología, industrias de la salud o alimentos.
Por último identificó como sectores "muy incipientes" en los que "tenemos todo para crecer", a "los vehículos eléctricos, el cannabis medicinal o la acuicultura, donde tenemos un gran potencial por ejemplo con la trucha en la Patagonia Norte y con el pacú en el NEA".
Con información de Télam