La medicina prepaga presiona al Gobierno para aumentar la cuota mensual un 25% y defienden su postura en base al aumentos de los costos generales. A pesar de las versiones periodísticas, el Ministerio de Salud no autorizó la solicitud hecha por las compañías.
Bajo el pretexto de los incrementos de los costos generales y los vinculados a la salud, las firmas involucradas propusieron una suba de la cuota mensual del 15% en noviembre y otra del 10% a partir de enero. Cabe recordar que el último aumento autorizado fue del 12% en diciembre del año pasado.
Desde entonces, las autoridades de las prepagas argumentan que sus costos aumentaron un 30% y no fueron mayores por la asistencia del Estado. Es que sin la ayuda estatal, en enero sus costos tendrían un alza del 54%.
La ayuda del Estado
Además del programa ATP, por lo cual el Estado paga una parte de los salarios de las empresas del sector, en marzo el Estado redujo en un 95% las contribuciones patronales de las empresas del sector con destino al Sistema Integrado Previsional Argentino. Además, se les fijó una menor alícuota en el pago del impuesto a los débitos y créditos.
Según el decreto, esos beneficios alcanzan a obras sociales, servicios de seguros de salud –medicina prepaga y mutuales-, hospitales, servicios de atención ambulatoria realizada por médicos y odontólogos, servicios de diagnóstico y tratamiento, y servicios de emergencias y traslados, entre otros.
Sin embargo, por la pérdida de los empleos registrados y la caída de los ingresos de asalariados y trabajadores independientes, que se arrastra desde comienzos de 2018, la facturación de las prepagas se vio afectada por la caída del padrón de afiliados y también porque muchos afiliados con sus grupos familiares se vieron obligados a pasarse a planes inferiores, más económicos.
De momento, las prepagas esperan por una respuesta de la Superintendencia de Servicios de Salud por tratarse de un servicio regulado por el Estado, mientras que los afiliados deben recibir la notificación de los aumentos con 30 días de anticipación.
Producto de los mayores gastos vinculados a los tratamientos crónicos y de alta complejidad, la Superintendencia de Servicios de Salud transfirió otros $ 1.000 millones a 212 obras sociales, de acuerdo a la Resolución N° 1360/20 de ese organismo. Se trata de un “adelanto de fondos” del Sistema Único de Reintegros “por las solicitudes presentadas pendientes de cancelación y por las que se presenten en el futuro”.
En lo que va del año, SUR distribuyó un total de $ 21.909 millones. En todo el año pasado, se habían transferido apenas $ 12.188 millones.
Aumentos desproporcionados
Según un relevamiento realizado por Defensa de Usuarios y Consumidores, durante la gestión de Cambiemos, la medicina prepaga aumentó un 330%. El número fue resultado de los ajustes que se llevaron a cabo desde febrero de 2016 hasta noviembre del año pasado.
Durante los últimos doce meses de mandato macrista, el alza fue de 65,9%, una de las más altas registradas en los últimos años. Como consecuencia, miles de afiliados a las empresas de medicina prepaga se desafiliaron. En el caso de los jubilados, se reintegraron a las filas del PAMI, la obra social que los venía asistiendo.
Vale destacar que, según el informe, en los cuatro años anteriores a la llegada de Cambiemos, es decir, desde 2012 a 2015, el valor de las cuotas de medicina prepaga habían escalado un 144%, poco menos de la mitad de estos años.