El conflicto con SUTNA, el gremio del neumático, es un caso testigo de cómo las empresas incrementan los precios de venta mientras las paritarias corren muy por detrás. Mientras los precios de los neumáticos se incrementaron un 150% interanual a junio pasado, los salarios se incrementaron en el mismo período apenas un 64%. La disparidad no solo se refleja en este rubro, sino en el resto de las ramas que componen la actividad económica.
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El sindicato rechazó la última oferta que habían hecho las empresas: un aumento del 66% y el pago de un bono anual, con límites y sujeto a condiciones como presentismo, para quienes trabajen en fines de semana. Sin embargo, para el gremio, la cifra no compensa la inflación acumulada en el período de la paritaria vigente y pide por el reconocimiento al 200% de las horas trabajadas en sábado y domingo. El contrapunto paralizó la producción y se ubicó en el primer plano de la discusión política nacional. La falta de respuestas reafirma la necesidad de una recomposición salarial que parece impostergable.
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A modo de ejemplo, de junio a junio, los productos comercializados en el rubro de calzado registraron un aumento del 73%, contra un aumento salarial del 53,6%. Para el gremio de la construcción hubo un incremento salarial del 59% contra una inflación del 61% en los materiales, mientras que en el gastronómico hubo una actualización del 69,6% contra una inflación sectorial del 83,5%.
Mientras tanto, la suba de sueldos para los trabajadores de transporte de pasajeros fue del 50,4%, contra un incremento de precios del 72,3%. En tanto, para la metalmecánica, el guarismo de la paritaria se posicionó en el 52,5%, mientras que los productos metálicos básicos se incrementaron 59,3% y los productos metálicos excepto máquinas y equipos aumentaron 58,5%.
La crisis del salario se siente cada vez más
A junio, el índice salarial del sector privado registrado presentó una variación interanual del 68,3%, es decir 4,3 puntos porcentuales por encima de la inflación anual, mientras que la del sector público fue del 72,6%. Sin embargo, el sector privado no registrado mostró una suba del 58,1%, por debajo de la inflación anual. Este último sector, al no estar asociado a negociaciones colectivas, no se ajusta a la velocidad que conciertan los sectores registrados y que tienen poder de negociación. Millones de personas se mueven en la informalidad: según el último informe del Indec, la proporción que más creció respecto al empleo fue la del trabajo no registrado, cuya tasa subió del 31,5 al 37,8%, es decir 3,6 millones de trabajadores, a los que se suman otros 2,9 millones de trabajadores "familiar sin remuneración", cifra también récord desde la nueva serie de 2016.
A pesar de este comportamiento del índice de salarios, el ingreso de los trabajadores observó un atraso significativo. Según un informe de Coyuntura, que lidera el exsecretario de Comercio Roberto Feletti, "es a partir del 2021 que las negociaciones salariales han presionado aún más por el incesante aumento de precios que se ha agravado sensiblemente por el inicio de la guerra en Ucrania, en febrero de este año".
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"Es por ello por lo que los gremios en sus negociaciones anuales no han fijado pautas sino que, para recomponer el deterioro de los ingresos de los trabajadores, la mayoría activó cláusulas de revisión. El ingreso de los trabajadores no registrados son los que mayores dificultades tienen para recomponer sus ingresos; sin embargo, también se favorecen de las negociaciones colectivas", sintetizó el documento al que accedió El Destape.
Según las últimas estadísticas disponibles, el 60,4% de la Encuesta Permanente de Hogares (17,5 millones de personas) percibe ingresos, con un ingreso individual promedio del $ 64.737. Analizado según escala de ingreso individual, el ingreso promedio del estrato bajo (deciles 1 a 4) equivale a $ 23.628; el del estrato medio (deciles 5 a 8), a $ 60.689; y el del estrato alto (deciles 9 y 10), a $ 155.153, siendo el ingreso promedio para las mujeres de $ 54.205 y de los hombres $ 75.525.
A su vez, el ingreso promedio de los 9,2 millones de asalariados es de $ 64.755, siendo el salario promedio de aquellos que cuentan con descuento jubilatorio de $ 79.880 y los que no lo perciben es de $ 36.331. La diferencia entre ambos es del 45,5%. Por su parte, el ingreso promedio de los 3,4 millones de no asalariados es de $ 53.555.