Avanza la informalidad: uno de cada dos trabajadores no cobrará el aguinaldo

La fotografía del mapa del empleo demuestra un fenómeno que hace años sufre Argentina, que profundizó Javier Milei y que se encamina a convertirse en un problema estructural: el crecimiento de la informalidad y el monotributo.

19 de diciembre, 2024 | 00.05

El desempleo bajó en el tercer trimestre de 2024 respecto al trimestre previo y llegó al 6,9%, según informó el Indec. Lo que el Gobierno celebrará como una buena noticia esconde cifras que muestran la crisis del mercado laboral: el aumento de la desocupación respecto a 2023, la profundización del crecimiento de la informalidad y la suba de la cantidad de monotributistas. 

Este 18 de diciembre fue recordado como un aniversario del campeonato mundial que ganó Argentina en Qatar 2022, pero también se trataba de una fecha esperada por significar el momento de pago del Sueldo Anual Complementario (SAC) o aguinaldo, según estipula la ley laboral. El destino quiso que el día coincida con la difusión del informe oficial del Mercado de Trabajo correspondiente al tercer trimestre del año. 

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Según el último estudio de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) publicada por el Indec y tomando en cuenta el tamaño total de la población, en Argentina hay 21.195.000 personas ocupadas aproximadamente. De ese total, 10.617.889 de trabajadores no cobró ni cobrará el aguinaldo. Se trata del 50,09% de la masa laboral.

De las personas ocupadas, hay 15.493.545 de asalariados (73,1%), un número que se redujo 0,6 puntos respecto a diciembre de 2023. Se considera asalariado a toda persona que trabaja en relación de dependencia, es decir que las formas y condiciones organizativas de la producción le son dadas y también los instrumentos instalaciones o maquinarias, aportando ellos su trabajo personal.

De los asalariados, 9.807.413 (63,3%) trabajan con descuento jubilatorio y 5.686.131 sin descuento jubilatorio (36,7%). Este último segmento representa a los informales, que aumentaron su representación en 1 punto porcentual, ya que en diciembre de 2023 abarcaban al 35,7% del total de asalariados.

Por otra parte, la proporción de los no asalariados creció 0,6 puntos respecto a diciembre y se ubicó en 26,9%, equivalente a 5.701.455 trabajadores. Dentro de este universo, el 86,5% son cuentapropistas (4.931.758 personas), lo que se traduce en una suba de 0,7 puntos en los últimos nueve meses. El resto se reparte entre patrones (12,2%) y trabajadores familiares sin remuneración (1,3%).

Los trabajadores por cuenta propia son aquellos que desarrollan su actividad utilizando para ello sólo su propio trabajo personal, es decir que no emplean personal asalariado y usan sus propias maquinarias, instalaciones o instrumental. Dentro de este grupo es posible identificar a aquellos trabajadores que declarándose como independientes articulan su proceso productivo exclusivamente con un solo establecimiento, es decir que el circuito de producción de estos trabajadores está “cautivo” dado que su reproducción depende de la existencia de este establecimiento.

Milei consolida su modelo de trabajo: consolidar la precarización

En el tercer trimestre, el desempleo dejó de subir respecto al trimestre anterior. La variación interanual es prácticamente la misma que en el segundo trimestre, pero sí escaló respecto a un año atrás (1,2 puntos porcentuales).

Sin embargo, la recuperación del empleo es muy acotada. Según explicó el economista Federico Pastrana, en dos meses apenas se crearon 13.000 puestos de los 178.000 perdidos (solo el 7%). Parte importante de lo que pasa con el desempleo se explica por el empeoramiento de la calidad de las ocupaciones. Como se detalló previamente, en la comparación interanual bajó la cantidad de trabajadores registrados y aumentó la de cuentapropistas.

Otro indicador de empeoramiento de las condiciones es el persistente aumento del subempleo demandante. En un año pasó de 6,8% a 8,1%. Esto quiere decir que la población quiere trabajar más horas y no consigue hacerlo. El dato se conjuga con la caída de los salarios y los ingresos de los hogares. Al no llegar a fin de mes, lo que se cobra por trabajar no alcanza y se busca tener más ingresos trabajando más horas, pero la demanda de trabajo está debilitada.

La tasa de ocupados demandantes registró un incremento significativo (2,4 puntos), así como también lo hizo la tasa de subocupación (1,1 puntos), ambas en relación al mismo trimestre de 2023. Estas variaciones, sumadas al incremento en la tasa de desocupación, resultaron en un crecimiento en la presión sobre el mercado de trabajo, la cual escaló 15,4 puntos.

Además, el desempleo tiene efectos desigualadores. Afecta más a los jóvenes y a las mujeres, así como a los trabajadores con menores ingresos. La tasa de desempleo juvenil es 14,9%, y la de las mujeres 7,9% contra la total de 6,9%.

En el total de desocupados, el 87% tiene una calificación baja (operativo o no calificado). Los profesionales sufren mucho menos el impacto de la crisis.