El Gobierno de Río Negro recomendó a los productores locales la utilización de perros denominados "protectores de majadas", que pueden pertenecer a las razas maremma, cubas o pastor de los pirineos, para enfrentar la depredación que hace la fauna silvestre sobre la producción de ganado ovino.
La depredación sobre las ovejas, cabras, corderos y chivos en Río Negro la hacen los pumas y los zorros colorados, a los que se suman también el chancho jabalí, dijo hoy el secretario de Ganadería provincial, Tabaré Bassi.
El funcionario explicó a Télam que la zona más afectada es la denominada "diagonal semiárida" que está situada en el norte del Departamento del Cuy, norte del Departamento Valcheta, Norte del Departamento 9 de Julio, parte del Departamento 25 de Mayo.
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En ese sentido dijo que el tema fue planteado como "una problemática regional de toda la Patagonia", en una reunión se realizó con el resto de las provincias patagónicas y con autoridades del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de la Nación.
Allí se acordó consensuar un programa de manejo de la fauna silvestre con el objetivo de reducir los perjuicios de la producción ganadera.
En Río Negro fueron dispuestas líneas de financiamiento para que los productores pongan en sus majadas los denominados "perros protectores" y se alienta a la implementación de esta "herramienta" que, "marca el territorio con orina y hace que el puma no tenga tanta incidencia", indicó el secretario rionegrino.
Desde el gobierno provincial se otorgó financiamiento para que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), desarrolle un criadero de esos perros en el campo experimental que tiene en la estación Bariloche-Pilcaniyeu, y se dispuso de créditos para que los productores los puedan comprarlos.
Por otra parte, hay algunos criaderos como el que instaló la "Cooperativa la Amistad" en Valcheta o como otros privados que montaron los suyos en otros lugares.
"El perro es una herramienta costosa, cada uno tiene un costo superior a los $100.000 y a eso hay que sumarle los costos de la alimentación a campo, porque tiene que estar bien nutrido", añadió Tabaré.
Por su parte, el secretario de Producción y Ganadería de la comuna de Ramos Mexia, Gabriel Molina, dijo a Télam que es esa localidad cada familia llegó a tener unas 3000 cabezas de ovinos, hasta antes de la llegada de "la ceniza, la sequía y el puma".
"Un puma llega a matar por noche unos 40 animales", aseguró Molina.
"Pero los perros funcionan cuando tienen a alguien que le da la importancia que se les debe dar, depende de cada productor", añadió el funcionario.
Por su parte, la integrante de la Cooperativa la Amistad, Miriam López, dijo que "las perdidas por depredación, se comenzó sentir en toda la zona a partir del 2015", y aclaró que no es suficiente con la autorización de los permisos de caza, que suelen habilitarse desde el gobierno.
Explicó que si bien el perro es una herramienta que en otros países se viene utilizando desde hace 40 o 50 años, en esta zona hay una negación por parte de los productores porque siempre vieron a perro como dañino de la majada, y cuesta mucho romper esa con esa idea.
Con información de Télam