Las reservas del Banco Central (BCRA) llegan a niveles preocupantes y el Gobierno esperaba cerrar un acuerdo con China para ampliar su margen de maniobra. Finalmente, la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, confirmó que habrá una ampliación del Swap con el país asiático, un instrumento financiero que inauguró la actual vicepresidenta, Cristina Kirchner, hace ya 13 años.
“Respecto al swap, lo que se acordó con la Republica China es que se va a ampliar en alrededor de US$ 3.000 millones”, afirmó Cerruti en conferencia de prensa en Casa de Gobierno. El acuerdo fue cerrado durante la última gira del presidente Alberto Fernández en el gigante asiático.
Qué es el swap con China
El swap es un intercambio de divisas entre dos países; en la práctica, actúa como una suerte de préstamo contingente. Este acuerdo entre los bancos centrales le permite a nuestro país contabilizar entre sus reservas unos 130.000 millones de yuanes (cerca de U$S 20.000 millones), que engrosan las reservas brutas. Funcionarios de Gobierno consignaron a través de la agencia Bloomberg que podrían sumarse otros 20.000 millones de yuanes.
Si el Gobierno quisiese utilizar parte de ese dinero para pagar deuda, podría hacerlo, pero con la autorización china y pagando una tasa elevada. En principio, la principal ventaja sería que si hay un acuerdo por los pagos de 2022, extendiendo el swap se cubriría el 100% de lo que queda con el FMI.
Mientras no se active, no tiene costo, pero queda contabilizado dentro de las reservas internacionales y está disponible para ser utilizado inmediatamente ante una crisis cambiaria. Cuando este se utiliza, el swap está pactado de acuerdo a la tasa interbancaria de Shanghai, la Shibor, que actualmente roza el 6% anual.
Cómo nació el Swap
La historia se remonta al 15 de abril del 2009, bajo la gestión de Cristina. En esa fecha, ambos bancos centrales se comprometieron a llevar adelante un swap de monedas por un monto de 70.000 millones de yuanes (38.000 millones de pesos), cifra equivalente a U$S 10.200 millones. El período efectivo del acuerdo se fijó en tres años, con posibilidad de renovación.
Posteriormente llegó el Swap en julio de 2014, firmado entre los presidentes de las autoridades monetarias de cada país, por un monto equivalente a U$S 11.000 millones. En esa fecha, las reservas internacionales ascendían a 29.519 millones de dólares.
Cuando en 2015 se agotaron esos fondos, el entonces presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, pidió un respaldo de U$S 2000 millones frente a un inminente pago del bono Boden 15. Luego llegó el gobierno de Mauricio Macri, que en julio de 2018 anunció la renovación del convenio bilateral por tres años más, por un monto equivalente a 11.000 millones de dólares.
Ya con el Frente de Todos en el poder, Argentina y China renovaron el acuerdo en agosto de 2020, nuevamente, por tres años.