Con del uso del swap (intercambio de monedas sin pasar por el dólar) para comercio exterior e inversiones desde China y el financiamiento en reales provenientes de Brasil el país le ahorraría al BCRA 15.000 nilones de dólares anuales en billetes verdes constantes y sonantes que tendrán como destino otras importaciones y, principalmente, el pago de deuda con acreedores privados y al Fondo Monetario. Mientras el equipo económico encabezado por el ministro Sergio Massa llevaba a cabo un road show para conseguir fondos frescos en yuanes que liberen de tensiones a las reserva y del frente cambiario, el presidente Alberto Fernández, en tándem, negociaba un esquema similar de financiamiento de importaciones brasileñas hacia la Argentina.
En este ultimo caso, el acuerdo entre los bancos centrales de Argentina y China, que existe de manera tímida y poco usada con el SML para un munúsculo grupo de firmas, se encuentra trabado por la postura ideológica del titular del BC brasileño, el bolsonarista Roberto Campos Neto. El SML es un sistema de compensación y transferencia de valores transfronterizo es integrado a los sistemas de pagos locales. El SML es optativo y complementario a otros sistemas de pagos transfronterizos. Pero, en la práctica, se usa todavía incipientemente.
La respuesta provino desde ambas latitudes: desde China donde se conoció la ampliación del swap por el equivalente a 10.000 millones de dólares; y desde Brasil, se renovaron las expectativas concretas sobre que Argentina pueda ingresar a los BCRIS, lo que le permitiría acceder un fondeo extra y un aporte extraordinario alternativo del BNDES para financiar importaciones y el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner. Todo esto sin necesidad de tener que cerrar un un acuerdo con la autoridad monetaria que actualmente acapara Campos Nieto. Dato aparte: la solución brasileña vino de la mano de dos mujeres, la titular del BNDES -(Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social , María Bastos Marques, y del banco de los BRICS (Brasil, Rusia, India, Rusica y Sudáfrica), Dilma Rousseff.
Esta semana hubo reuniones en China y Brasil, la primera encabezada por Massa y la segunda por el Presidente, con un solo objetivo. independientemente de otros acuerdos empresarios y políticos alcanzados: conseguir cómo robustecer las reservas y frenar la sangría de dólares, donde también talló la figura del titular del Central, Miguel Ángel Pesce. En la previa de una nueva revisión de metas con el staff del FMI, que comienza este mes, las cuales el Gobierno sabe que no logrará cumplir, salió a la pesca de alternativas para compensar la pérdida de reservas y una eventual negativa de los burócratas del Fondo a adelantar desembolsos y relajar las pretensiones con el país.
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El objetivo es aliviar las reservas a través de menores egresos por exportaciones, haciendo hincapíe en aquellas economías con las que se tiene el mayor déficit comercial bilateral (salen más dólares de los que ingresan): China, Brasil y, en mucho menor medida, Paraguay. De acuerdo con el último informe del INDEC, en el primer cuatrimestre el déficit con China fue de 2597 millones de dólares y con Brasil, de 2559 millones de dólares. Anualizado da un rojo comercial de 15.000 millones de dólares que se van en importaciones netas y que podrían pagarse en moneda local, liberando ese monto, el cual es similar al que se debería pagarse en vencimientos de deuda (14.000 millones) este año.
Desde su periplo por el gigante asiático, Massa confirmó la renovación del swap por tres años a más por 19.000 millones de dólares, lo que garantiza un incremento de 10.000 millones: 5000 reservados para libre disponibilidad y otros 5000 millones listos para cuando el primer desembolso se agote y sea requerido. "El swap es en un único tramo y es de libre disponibilidad incluye todo tipo de operación financieras", señalaron desde el Palacio de Hacienda.
Operativo tenazas
A la espera de estas negociaciones se sumaron las tratativas a nivel presidencial en Brasil para convenza al resto de los miembros de que la Argentina pueda interceder ante los BRICS. Con el acuerdo con China alcanzado por Massa pareciera que el gigante asiático daría el visto bueno.
Para Brasil, la situación argentina con el tipo de cambio es preocupante. Las restricciones a las importaciones por falta de dólares está pegando fuerte entre los industriales brasileños que ya pusieron el grito en el cielo. La alternativa presentada por la Argentina, tanto en términos coyunturales como estratégicos, es comerciar con las monedas de origen de cada país. "Debemos ayudar a los empresarios brasileños que exportan a Argentina y financiar las exportaciones brasileñas como China hace con los productos chinos. Estamos buscando una forma para hacer que nuestros exportadores continúen produciendo", reconoció el mandatario Luiz Inácio da Silva en un mensaje ante los popes de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp).
El ministro de Industria brasileño, Fernando Pimentel, comunicó su intención de discutir con sus pares argentinos las condiciones del mecanismo de Declaración Jurada de Anticipo de Importaciones (DJAI), que entró en vigor el abril pasado. El funcionario aseguró haber "recibido muchas quejas y reclamos de empresas brasileñas”. “Conversaremos para ver qué es posible hacer", dijo Pimentel, tras calentar el ambiente asegurando que la Argentina “parece estar con dificultades”. La Fiesp denunció que las exportaciones brasileñas a la Argentina cayeron 17 por ciento en febrero, aunque sin contar las ventas de energía. Desde el Ministerio de Industria argentino, en cambio.
El nuevo esquema sobre el que avanzaron Alberto y Da Silva prevé establecer un paréntesis la utilización de la moneda estadounidense para comprar insumos desde Brasil, a través de un mecanismo de financiamiento desde el sistema bancario brasileño hacia empresas exportadoras que trabajen con clientes argentinos.
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El principal escollo provino de las tensiones que mantiene Lula con el presidente del Banco Central brasileño. Campos Nieto, cuyo mandato instalado por Jai Bolsonaro finaliza recién 2024, mantiene una política agresiva de tasas altas de interés, pese que la economía ya evidencia en ese país signos de desaceleración. Actualmente la tasas se ubica casi tres veces por encima de los precios locales, lo que ralentiza la economía y el consumo (vía crédito). Según el último informe oficial, la inflación se ubicó en marzo e el 4,65 por ciento interanual, pero Campos Nieto se niega a bajar la tasas por debajo de los actuales 13,75 por ciento. Para hacer un paralelismo local, la tasa para plazos fijos en la Argentina, con la inflación actual, debería superar el 350 por ciento anual nominal.
Este malestar se extiende a cualquier negociación que intente alcanzar el Ejecutivo brasileño en materia financiera, donde el acuerdo con Argentina es parte del temario: incluir la moneda común y, por consiguiente, el swap de pesos y reales que permita no usar dólares para financiar el comercio exterior, lo evitaría usar el dólar y blindar las reservas argentinas. Esto además pone en tensión una de las claves del acuerdo que Lula y Alberto "acuerdo estratégico" que tiene entre sus puntos principales la idea de integración financiera que pretenden para la región.
Finalmente, el Presidente informó que se logró avanzar en las negociaciones sobre el financiamiento para exportar productos brasileños, mediante la creación de una línea de financiación del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
Este banco de desarrollo además lanzará una línea de financiamiento para las exportaciones de tubos y láminas de acero brasileños, que se utilizarán en la etapa 2 de la construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, por hasta 6000 millones de dólares, lo que le permitirá al país lograr el autoabastecimiento energético y exportar gas desde Vaca Muerta al mercado brasileño. En lo que va del año, Argentina importó de Brasil casi 200 millones de dólares de energía eléctrica, de los cuales el 65 por ciento corresponde a fuente hidroeléctrica.
"Lula celebró que, gracias a la disponibilidad existente en las generadoras brasileñas, Brasil podrá garantizar el suministro de energía eléctrica de fuentes térmicas a la Argentina en los próximos meses y expresó la expectativa de que el Gobierno argentino encuentre con los proveedores brasileños precios y condiciones que impliquen el menor impacto para las divisas argentinas", comunicó Cancillería. Esta decisión permitirá mejores condiciones, con un plazo que se extiende de los actuales 30 días a los 180 para pagar importación de energía eléctrica de fuente térmica.
El tercer punto fue una negociación tenazas, desde China y Brasil. Alberto con Lula y Massa con Rousseff buscaron el compromiso de negociar el apoyo de los BRICS a la Argentina. Al encuentro en la sede del NBD en Shangai también concurrieron Pesce y Marco Lavagna, secretario de Asuntos Económicos del Palacio de Hacienda. Su incoporación permitirá financiar inversiones y exportaciones. La propuesta la realizará Brasil, pero ya cuenta con el aval del board del Directorio.
El anuncio se convirtió en la nueva ventana de oportunidad para que el país logre financiamiento directo para poder sortear los problemas de restricciones en las divisas que tiene el Central. La participación tendrá un ingreso de capital de 1000 millones de dólares entre las cuatro naciones, que deberá aportar cada una un total de 250 millones de dólares. La Argentina pondrá a disposición ese monto con bonos soberanos, que tiene en manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, el Tesoro y el Banco Central.
Existen alrededor de 210 empresas brasileñas comercian con Argentina, a quien las autoridades del vecino país consideran “un importante socio comercial, principalmente en productos industriales, que tienen mayor valor agregado”. El próximo 26 de junio, Lula Da Silva mantendrá un nuevo encuentro con Alberto Fernández para celebrar los 200 años de relaciones diplomáticas entre ambos países. En dicho encuentro, buscarán aprobar el Plan de Acción para el Relanzamiento de la Alianza Estratégica entre las dos naciones.
La propuesta la realizará Brasil, pero ya cuenta con el aval del board del Directorio. El anuncio se convirtió en la nueva ventana de oportunidad para que el país logre financiamiento directo para poder sortear los problemas de restricciones en las divisas que tiene el Banco Central.
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