En simultáneo con una escalada de la inflación y una fuerte especulación de materia financiera y cambiaria, el Gobierno acelera acuerdos internacionales que le permitan sumar dólares a las alicaídas reservas del Banco Central. Todo esto mientras avanzan la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro de Economía, Sergio Massa, viajará este jueves en China para reunirse con el gobierno de Xi Jinping y también con el banco de desarrollo de los BRICS, con el objetivo de acelerar los desembolsos del gigante asiático y conseguir apoyo para el ingreso al banco regional, que le habilitaría importantes flujos de financiamiento.
El ministro de Economía sigue en la búsqueda de cerrar la reconfiguración del acuerdo con el Fondo Monetario para conseguir un adelanto de los desembolsos previstos para todo 2023, al tiempo que se pretende asegurar un flujo de divisas desde otros países para cubrir el bache de los próximos meses. La estabilidad se ha vuelto crucial en este año electoral, en el que Massa aspira a jugar.
Hasta el momento, las negociaciones continúan con encuentros a distancia entre los negociadores argentinos y el staff técnico del Fondo. Los funcionarios prefieren no dar detalles de esas conversaciones que, aseguran, avanzan a paso firme aunque no parecen tener de momento un final positivo cercano.
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El área de relaciones exteriores busca promover una nueva misión al país asiático con vistas a acentuar el desembarco de los chinos en los principales resortes de la economía nacional. El viaje, que encabezará Massa, pretende utilizar los fondos del FMI para acelerar y darle potencia a una batería de proyectos ya acordados en el marco de la adhesión argentina a la iniciativa comercial china denominada "La Franja y la Ruta". Pero en el corto plazo, se buscará la ampliación de swap (intercambio de monedas).
Esos desembolsos adelantados por el FMI descomprimirían la tensión cambiaria en el inicio de la campaña electoral y, además, se calzarán con los repagos que haya que hacer a Washington. Sin embargo, faltarían unos 400 millones de dólares, que confían en Economía, se obtendrán por los dólares que faltan ingresar de los multilaterales o bien la asistencia extra que se negocia con China o Brasil.
Por eso, en paralelo a la negociación con el FMI, el equipo económico viaja a China para también participar de la asamblea de gobernadores de los BRICS. El encuentro, que encabezará la titular de esa entidad financiera, la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, es clave para que la Argentina cuente con una línea de garantía para el comercio exterior con Brasil y con los socios comerciales de ese bloque, sin tener que pasar las operaciones por el dólar.
El objetivo del ministro es lograr que el NBD, el banco de los BRICS que conduce Rousseff, funcione como garante financiero de las importaciones de Brasil para evitar utilizar las reservas de BCRA. El respaldo político de Lula incluyó además un llamado telefónico a su ex ministra y su sucesora, en el que le pidió que se comprometa a reunir a los ministros de Economía de los países que integran la entidad multilateral para cambiar un artículo que impide funcionar como banco de compensaciones, para favorecer a la Argentina.
Massa irá, además, a la búsqueda de conseguir una nueva ampliación del swap actual. Incluso el propio ministro de Economía dijo que si las condiciones y la confianza están dadas, se podría duplicar el monto y pasarlo de los 25.000 millones de dólares actuales a casi 38.000 millones.