El anuncio de Sergio Massa de un nuevo tipo de cambio diferencial para la soja busca cumplir con uno de los objetivos que el ministro de Economía se propuso cuando asumió su cargo, hace un mes y dos días atrás: generar un ingreso de 5.000 millones de dólares en reservas para el Banco Central durante los primeros 60 días de gestión con el aporte del sector exportador.
La medida, que ya fue formalizada mediante un DNU este lunes, establece un tipo de cambio de 200 pesos por dólar para la exportación de todos los productos del complejo sojero para lo que resta del mes de septiembre, tanto para las ventas del productor como de las cerealeras. Se propone como un mecanismo más atractivo que el que rigió durante agosto, promovido por el Banco Central cuando Silvina Batakis todavía era ministra, el cual permitía comprar dólares a precio del "solidario" por un 30% y depositar el 70% restante en un plazo fijo dolarizado con retorno al precio de dólar oficial.
El objetivo del "dólar soja" de Massa es claro. Según dijo el propio ministro, el acuerdo con las cerealeras prevé precisamente "5.000 millones de dólares garantizados de liquidación en septiembre", que, espera, sean un piso que permitirá engrosar las reservas del BCRA. De esos, 1.000 millones deberán ser comercializados en las primeras 72 horas, lo que significaría un logro concreto que el ministro podrá mostrar a inversores y autoridades del FMI durante su gira por Estados Unidos que comenzará este martes.
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De este modo se revertirían los números del primer mes de Massa en el Gabinete. Entre el 31 de julio y el 23 de agosto, según datos recopilados por el centro de estudios GERES, las reservas netas del Banco Central bajaron de 3.974 a 2.671 millones de dólares, las líquidas aumentaron su margen negativo y las totales mermaron en unos 1.000 millones de dólares.
La liquidación de la soja
La soja estuvo en el centro de esta cuestión. Este año vio una comercialización récord de trigo y maíz, en buena medida gracias al aumento de esas commodities que generó la guerra en Ucrania. Por eso, las exportaciones totales del agro fueron en agosto de unos 3.387 millones de dólares, el registro más alto para este mes en los últimos 20 años, según cifras del Centro de Exportaciones de Cereales (CEC).
Al contrario, la comercialización de la soja estuvo por debajo del promedio y totalizó en agosto solo 1,39 millones de toneladas, cuando lo esperado para el mes era de entre 2 y 3 millones, señaló a El Destape Matías Strasorier, director del Centro de Estudios Agrarios (CEA). Por cuestiones estacionales, la gran mayoría de las cosechas de trigo y maíz ya fueron liquidadas, por lo que ahora el Gobierno depende básicamente de la soja para obtener los dólares que necesita de parte del agro, explicó Strasorier.
El problema, claro está, es la amplia brecha cambiaria, que llevó a la mayoría de los productores a no liquidar su cosecha ante la especulación con una posible devaluación. Sin embargo, el instrumento ideado por el Banco Central para estimular las ventas resultó "engorroso" y "burocrático", según las palabras utilizadas por el propio secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
Los números oficiales indican que mientras ese esquema estuvo vigente, entre el 1 y el 31 de agosto, los productores lo utilizaron para un total de solo 369 operaciones por 3.360 millones de pesos, equivalentes a unos 23 millones de dólares al tipo de cambio oficial.
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El nuevo "dólar soja", al contrario, pretende ser "claro" y "simple", señaló Massa. Ofrecerá la venta de la tonelada a "precio de pizarra" de 70.000 pesos, un 40% más que los 50.000 actuales, según especificó Bahillo, por lo que equivaldrá a percibir "retenciones cero" por parte del productor.
Para despejar dudas políticas, el esquema fue avalado por el gobernador Axel Kicillof, principal representante de Cristina Kirchner en materia económica, quien, de todos modos, instó a que "productores y exportadores acompañen este esfuerzo para fortalecer las reservas y la economía argentina".
Si se logra el objetivo de liquidar 5.000 millones de dólares en septiembre, un tercio de eso, debido al 33% de retenciones, podrá ser utilizado a discreción del Gobierno para sus políticas, explicó Strasorier. Los dos tercios restantes quedarán para ser utilizados por el Banco Central para habilitar operaciones de importación. El fin del invierno, que demandará menos importación de energía, también debería ser más favorable a la acumulación de reservas.
La mayor liquidación, además, estimulará una mayor recaudación por parte de la AFIP en septiembre, de unos 330.000 millones de pesos, lo que absorberá parte del costo fiscal de la medida. Esto, anunció Massa, será destinado en parte a un programa de desarrollo de las economías regionales y en parte a medidas de Anses para la ayuda a los sectores vulnerables.
La opinión de productores y cerealeras
La pregunta que domina el clima económico nacional ahora es si el ministro logrará cumplir su objetivo. En definitiva, más allá del acuerdo, todo quedará en manos de la decisión de productores y cerealeras. Honrando el acuerdo, el anuncio fue bienvenido por la la cámara de exportadores de cereales CIARA-CEC. Su titular, Gustavo Idígoras, dijo a El Destape que "es una medida a favor del productor, pero nos gustaría que dure mucho más tiempo". "Estamos convencidos de que este mes habrá una liquidación total de 5.000 millones de dólares", agregó para ratificar los números de Massa.
Por lo pronto, el titular de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, marcó sus reticencias sobre la medida. "Si bien debería representar una mejora en el valor del producto, está lejos de acercarse al precio internacional como pasa en Uruguay o Paraguay”, dijo, y agregó que “desde la SRA apelamos a un dólar único, sin brecha, que es algo que necesita todo el sistema para poder funcionar correctamente”.
Aun así, otra duda que tenían las entidades rurales y era qué ocurriría con el mercado de futuros, pareció ser resuelta por Massa cuando aclaró que "aquellos que tienen operaciones con precio a fijar, si fijan el precio en este momento cobrarán el nuevo precio".
La pregunta que sí se mantiene es cuánto quedaría para liquidar a partir de octubre. A fines de junio, Idígoras había dicho que en ese momento quedaban unos 14.000 millones de dólares de la soja en silobolsas. Según estimaron expertos del sector consultados por este sitio, tras las exportaciones de julio y agosto, todavía hay a inicios de septiembre más de 10.000 millones de dólares de la cosecha listos para vender.