Pese a que el presidente Javier Milei suele destacar el incremento de las reservas en el Banco Central, lo cierto es que esa mejora se explica por una política de mantener pisadas las autorizaciones de los importadores para acceder al mercado de cambios. Pese a la colocación de los bonos Bopreal para reconocer la deuda de importadores por bienes y servicios, la acumulación de rechazos se ubica en niveles cercanos a los que registró el último trimestre del gobierno de Alberto Fernández. A esto se suma que los compromisos entre empresas del mismo grupo económico hoy explican el 50 por ciento de la deuda privada externa, la cifra más alta de la serie, una deuda que sigue sin discutirse.
Los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) son títulos emitidos por el Banco Central en dólares para importadores de bienes y servicios con obligaciones pendientes de pago por importaciones de bienes con registro aduanero y/o servicios efectivamente prestados anteriores al 12 de diciembre de 2023. Hasta el momento se llevan colocado 8.000 millones de dólares en estos títulos. Sin embargo, desde que asumió el gobierno de Javier Milei la deuda comercial se incrementó en más de 9.500 millones, mientras que las reservas sumaron desde entonces 8.900 millones de dólares.
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De acuerdo con el informe de deuda del BCRA al cuarto trimestre, discriminado por tipo de acreedor con el que se financió, se ubica en primer lugar la “Industria manufacturera”, con una posición de deuda de 40.553 millones de dólares, que fue financiada en más de un 50 por ciento por empresas del mismo grupo (22.790 millones), seguido por el financiamiento otorgado por otras fuentes privadas (11.543 millones). Cabe destacar que alrededor de un 50 por ciento del stock del financiamiento externo total fue otorgado por empresas del mismo grupo, con un aumento de 3 puntos porcentuales.
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La deuda de importaciones de bienes fue el tipo de deuda más importante hasta diciembre del año pasado, con un nivel de 45.880 millones de dólares, seguido por los préstamos financieros con 24.561 millones y por la deuda por servicios con un stock de 12.751 millones. Siguiendo en orden de magnitud, los títulos de deuda en manos de no residentes totalizaron 12.332 millones de dólares, mientras que la deuda por exportaciones de bienes se ubicó en 7.028 millones y la categoría “Otra deuda financiera” alcanzó una posición de 603 millones a fin del trimestre.
Considerando las variaciones por tipo de operación, durante el cuarto trimestre de 2023, la suba de la deuda externa privada estuvo explicada por el comportamiento de la deuda externa comercial, con aumentos en la deuda por importaciones de bienes por 4.141 millones de dólares, seguido por la deuda por servicios por 277 millones. En tanto que la deuda por exportaciones de bienes mostró una caída de 667 millones. Por su parte, la deuda financiera registró cancelaciones netas de “Otra deuda financiera” por 548 millones y de títulos por 304 millones, mientras que los préstamos financieros mostraron una suba de 38 millones.
Por esos compromisos, el gobierno de Milei entregó los Bopreal. Según un relevamiento realizado en enero por el Centro de Estudios de la Unión Industrial, al preguntarle a las empresas por qué habían suscripto el bono, el 38 por ciento dijo que lo hizo para poder mantener en acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) para el caso de tener que pagar nuevas importaciones. En tanto, el 32 por ciento de las firmas suscribió el título para poder luego venderlo en el mercado secundario y acceder así a dólares por medio del mercado financiero, que era una de las opciones que se les abría a los que suscribieran. Un 29 por ciento de los consultados dijo que entró para no pagar el Impuesto PAIS. Sólo el 25 por ciento lo usó para pagarle a sus proveedores.
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