La corrida contra el peso luce imparable y vive su hora más dramática en lo que va de la gestión de Massa. Sin embargo, el Gobierno todavía no jugó la carta que viene guardando desde hace un mes: el canje de bonos del sector público. Los expertos coinciden en que, si bien el volumen del canje puede servir para frenar momentáneamente la suba de las cotizaciones financieras, no permitirá cambiar el panorama a mediano plazo.
El dólar blue aumentó 87 pesos en seis días hábiles (un 21%) y la brecha saltó al 113% desde poco más de un 80%. Mientras, el CCL creció 68 pesos (un 16%) y llegó a cotizar el martes por la tarde a 477, una brecha del 96% con el oficial, antes de bajar y cerrar a 455. Las cartas se acaban, tal como lo demostró la conducta del BCRA. Este martes, tuvo que salir a utilizar reservas dadas por el FMI para contener la suba, algo que el estatuto del organismo de crédito prohíbe, por lo que el Gobierno está renegociando el acuerdo.
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Pero todavía queda una posibilidad que no se usó. Se trata del canje de bonos del sector público que anunció Massa y fue oficializado a través del DNU 164 del 23 de marzo pasado. La medida establece que todos los organismos nacionales canjeen tanto sus títulos de ley local como los de ley de Nueva York.
Esto podría ayudar, teóricamente, a saciar al mercado, ya que los compradores podrían salir a adquirir bonos y no llevar sus pesos al CCL y al MEP, evitando que sigan subiendo.
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El valor real del canje de bonos del sector público
Sin embargo, la realidad es más compleja. El Ministerio de Economía calcula que posee unos 35.000 millones de dólares en bonos canjeables bajo el régimen del decreto 164, tomando su valor nominal. De estos, unos 11.500 millones de dólares pertenecen a los bonos a valor nominal que posee el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses.
Massa todavía no utilizó esta carta. Según pudo saber El Destape de fuentes oficiales, el Palacio de Hacienda aún no reglamentó el decreto de fines de marzo, por lo que no es posible para los organismos públicos empezar a deshacerse de sus títulos. Originalmente, la intención era instrumentarlo durante abril.
Con esas cifras de bonos canjeables, ¿alcanza el "poder de fuego" para poder frenar la escalada en los dólares financieros? La cuestión tiene más de una arista.
Por un lado, el valor nominal de los bonos es muy diferente a su valor real de mercado, por lo menos en el caso argentino. Los cálculos privados estiman que este último es mucho menor. Para Andrés Asiain, del grupo de estudios CESO, es cercano a los 4.000 millones de dólares. La consulta Eco Go lo estima en 4.459 millones de dólares, sin contar los bonos en poder del Banco Central.
Los problemas del canje para frenar la corrida
Aun así, se trata de volúmenes muy importantes para lo que suele manejarse en una jornada. "Una rueda muy furiosa te puede mover 300 millones como mucho, con lo cual con 4 mil millones de dólares a la rueda la das vuelta como querés", precisó Leandro Ziccarelli, economista del CEPA.
El problema no es ese, sino la dinámica más allá del corto plazo. "La intervención en los paralelos la podés hacer con los títulos vendiendo los contrapesos o con dólares comprando los títulos cualquiera. Vos tendrías que hacer las dos cosas al mismo tiempo. Si solo le pegás a la pata en pesos y nunca tirás un dólar, en general no funciona eso en el mediano plazo", añadió Ziccarelli. Y graficó: "En condiciones de mercado como las que tenemos hoy, no sirve para nada eso, porque lo vas a bajar 5 minutos y a los 5 minutos va a bajar el precio en dólares del bono y entonces el tipo de cambio implícito va a volver a subir. Si no aparecen los dólares, por más que tengas 15 mil millones de dólares en títulos, no vas a poder hacer mucho".
El economista y consultor Cristian Buteler también señaló un problema del tiempo que requiere la implementación con los tiempos urgentes que demanda la situación actual. "Es un poder de fuego importante, pero tuviste un problema en los tiempos de la implementación. El gobierno necesitaba primero salir con las licitaciones y los bonos para generar mercado y recién luego salir a vender esos bonos y contener el MEP. El gran problema es que entre que tuvieron que esperar a pedir el informe de la UBA, la propia demora en implementar las estrategias del gobierno y demás, no tuvieron tiempo. Y hoy tienen esos bonos, pero no les sirven para ir contra el mercado".
Para Sebastián Menescaldi, economista jefe de Eco Go, tampoco conviene utilizar ya este recurso, en tanto se trata de una suerte de bala de plata. "Se manejan entre 50 y 60 millones de dólares diarios, o sea, esto te puede dar una capacidad de intervención de 30, 35 días. Sirve para salir en la coyuntura pero no para procrastinar con los ajustes que hay que hacer". Y agregó: "No los quemaría esos cartuchos hoy, sino después. Todavía tenés alguna chance de seguir buscando algún dólar por la parte de dólar soja, bajar retenciones, buscar otra medida antes que usar esos dólares de manera plena todos los días, porque si se te acaban esos dólares, son la última bala que te queda en la recámara".
Un último problema es que utilizar los bonos de manera masiva y rápida puede llevar a que caiga todavía más su valor de mercado. "Las mayores intervenciones (con el canje) podrían influir en los dólares financieros en el corto plazo, pero a costa de seguir presionando a las castigadas paridades", afirmó en ese sentido el analista financiero Gustavo Ber.
Buteler lo graficó: "Los saltos del 30% no se evitan saliendo el día que ya lo tenés 30% arriba, sino cuando ves que comienza ese movimiento. Hoy ya llegaste tarde, o sea, la idea era evitar el incendio y hoy ya llegaste cuando todavía está ardiendo en su punto máximo".