El BCRA perdió 2.600 millones de dólares de reservas en julio aunque el campo liquidó un 32% más que el mes pasado

Se dio en el marco del esquema implementado por Luis Caputo para intervenir en el dólar CCL y bajar la brecha. Por qué puede generar el efecto contrario al esperado.

01 de agosto, 2024 | 17.47

Durante el mes de julio, el Banco Central perdió unos 2.600 millones de dólares en reservas. Aunque esta tendencia ya se conocía, lo preocupante es que ocurrió incluso pese a que el campo liquidó, el mes pasado, un 32% más que en junio, según revelaron las cerealeras este jueves.

Según la información provista por la propia entidad monetaria que dirige Santiago Bausili, las reservas internacionales brutas totalizaban, al último día hábil de junio, 29.016 millones de dólares. Al contrario, el pasado miércoles, último día hábil de julio, habían caído a 26.399 millones de dólares. Una pérdida de 2.617 millones de dólares en solo un mes.

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En mayo y junio las reservas apenas lograron mantenerse (siempre por debajo de los 30.000 millones de dólares) pese a ser la época de auge de la cosecha gruesa. Pero julio fue, de ese modo, el mes de mayor caída en los activos del BCRA en lo que va de gobierno de Milei. En otras palabras, tras una rápida acumulación entre enero y abril, ahora la tendencia se revirtió y las reservas brutas volvieron a niveles de febrero pasado. Las reservas netas, por su parte, cerraron julio en 2.686 millones de dólares negativos, según el último cálculo de GERES.

Lo llamativo, más allá de esta tendencia, es que la pérdida de reservas de julio se produjo aun cuando durante este mes el campo aumentó su liquidación un 32% en dólares respecto a junio, informó hoy el reporte de CIARA-CEC, la cámara que nuclea a las cerealeras del país: unos 2.616 millones de dólares, contra 1.978 millones el mes previo.

Se trata de un dato inusual, ya que en julio habitualmente comienza el descenso de la liquidación de la cosecha gruesa. Sin embargo, este año la situación se revirtió debido, por un lado, a la baja liquidación previa por el atraso del dólar. Y por otro, señalaron a El Destape desde CIARA-CEC, producto del aumento del dólar CCL a inicios de mes, que mejoró el dólar blend (dólar exportador conformado en un 80% por el oficial y en el 20% restante por el CCL).

Con todo, lo más preocupante es la mecánica detrás de esta pérdida. Parte se debe al pago de las primeras series del BOPREAL (ayer, por ejemplo, por 167 millones de dólares), de otros bonos y de cancelaciones con el FMI. Pero otra buena parte obedece a la intervención del BCRA en el mercado de los dólares paralelos, sobre todo en el del CCL.

Así lo resolvió el propio ministro de Economía, Luis Caputo, a mediados del mes pasado, cuando determinó que el Banco Central vendiera dólares en el mercado del CCL (y también del MEP) con el fin de esterilizar los pesos que hubiera debido emitir por la compra de divisas. Aunque oficialmente el objetivo de esta medida es lograr la emisión cero, lo cierto es que así termina por reducir la brecha de los dólares financieros.

De esta forma, el dólar exportador, tras tocar un máximo de 1.015 pesos el 2 de julio por las corridas cambiarias de las semanas previas, volvió a quedar por debajo de los 1.000 pesos a fines de mes. Solo en la última semana, hubo unos 325 millones de dólares vendidos por el Banco Central que quedan "pendientes de explicación", según resaltó un informe del Banco Provincia, de los cuales buena parte podrían explicarse por "las intervenciones en los mercados paralelos", que la entidad monetaria no cuantifica públicamente.

La contradicción reside en que el Gobierno apela a intervenir en el mercado del CCL para así bajar la brecha y reducir las expectativas de devaluación. Pero, al mismo tiempo, termina por generar un tipo de cambio menos atractivo para el campo, que así probablemente vuelva a ralentizar su ritmo de liquidación. Y al mismo tiempo, resigna una mayor acumulación de reservas, lo que le da menos elementos para enfrentar una eventual nueva corrida cambiaria (como las de un mes atrás), acrecentando el riesgo de una devaluación fuerte. Es decir, lo que Milei y Caputo hacen con el fin último de evitar que se acelere la inflación, no hace otra cosa que acercar la macroeconomía al escenario inverso.