Dólar soja 3: los productores siguen reteniendo la cosecha y las ventas son mínimas

El movimiento del sector agropecuario es magro. No solo por las consecuencias de la sequía que redujo los stocks, sino por la especulación de los sojeros que aun conversan granos de la campaña anterior y no piensan desprenderse de la oleaginosa a pesar del tipo de cambio a 300 pesos. La puja que llevan adelante es por conseguir una mejor cotización, teniendo en cuenta la disparada de los dólares financieros de los últimos días. Hasta el momento se comercializaron 1,7 millones de toneladas, la mitad de lo que se había movido durante los primeros doce días hábiles del dólar soja 2. La liquidación de los exportadores apenas supera los 1480 millones de dólares, cuando el compromiso asumido ante el Gobierno era de 2500 millones para abril y otra cifra igual para mayo.

El beneficio de 300 pesos por cada dólar exportado parece quedar lejano frente a una cotización del CCL ubicada en los 458 pesos. Y más todavía si desde la cartera de Agricultura afirmaron que estarían dispuestos a modificar el esquema de retenciones, el principal caballito de batalla de todo el sector.  

El movimiento en los puertos de Rosario registra hasta la fecha una caída del 64 por ciento en relación al mismo período del año pasado. Este dato habla del freno de la actividad agropecuaria, que repercutirá en el resultado de todo el año y en la falta de divisas por, al menos, 13.000 millones de dólares.

Por eso el Gobierno negoció con los exportadores un nuevo dólar soja –sumado a un tipo de cambio diferencial para las economías regionales – de 300 pesos, con el compromiso de llegar a una liquidación de 5000 millones en 45 días. Por el momento, el ritmo de ventas dista de lo acordado.

La semana pasada, el sector frenó sus ventas a partir del affaire “Aracre” y las versiones de una devaluación. Pasado aquel vendaval, retomó las liquidaciones pero la corrida cambiaria contra el peso, a través de las cotizaciones financieras, alimentó nuevamente la especulación del sector, que también pretende una mejor cotización de la ya otorgada por Economía.  

Según datos de la Bolsa de Rosario, el total de contratos realizados por este esquema llega a 1,7 millones de toneladas para los primeros 12 días hábiles de la medida. En el caso del dólar soja 1, en el mismo período bajo análisis, las ventas habían sido por 8,7 millones de toneladas. Y en la segunda versión del programa, cuando el sector vendió alrededor de 5 millones de toneladas (la misma cantidad que tenían guardadas en silobolsas hasta el inicio de dólar soja 3), se habían comercializado 3,3 millones de toneladas.

En esta oportunidad, la ventana para el beneficio de 300 pesos por dólar es por 45 días. En el lapso analizado (12 días hábiles), se vendió el 50% de lo comercializado en diciembre.

Y los sojeros siguen parados sobre la pelota.

Menos incentivos para vender  

El presidente de la cámara de Puertos Privados e integrante de la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara), Luis Zubizarreta, desconfió que se puedan cumplir con los 5 mil millones de dólares de ingreso por el nuevo dólar soja, según declaraciones en El Destape Radio. Esta suposición vino a cuenta del actual escenario cambiario, con una brecha que sigue por arriba del 100%.

Otro elemento que jugará en contra de mayores ventas de soja tiene que ver con un comentario del secretario de Agricultura, Juan José Bahilo, quien afirmó que podría reverse el esquema de retenciones. El funcionario agregó que, para evitar el desfinanciamiento de las arcas públicas, se iría hacia un “sistema más progresivo” que implicaría gravar la renta o el patrimonio sobre el incremental de producción para “sustituir los ingresos".

Estas declaraciones fueron realizadas durante un evento realizado por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), el nucleamiento patronal que viene abogando por el fin de todas las retenciones. De hecho, durante una presentación realizada el 1 de marzo, el titular de la CAA, José Martins, exhortó por la baja generalizada de impuestos al sector. “Tenemos una carga tributaria que nos pone un freno de mano, a pesar de que aportamos el 16% del PBI”, sostuvo.

Por su parte, el titular de la CIARA – CEC, Gustavo Idígoras, había sido el responsable de reclamar el fin de las retenciones: “Queremos que el agro entre en un nuevo paradigma, nuestra meta es que lleguemos a los 100.000 millones de dólares solo del complejo agroindustrial y para eso necesitamos que se eliminen los impuestos distorsivos como son los derechos de exportación”.