Los productores de soja comercializaron casi 132.000 toneladas en la cuarta jornada de la tercera edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), que implementa un tipo de cambio de 300 pesos por dólar para las exportaciones de la oleaginosa hasta el 31 de mayo próximo. Además, el ingreso de divisas de los agroexportadores al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) alcanzó casi los 154 millones de dólares. En tanto, el Banco Central abrió la semana con compras por 73 millones de dólares y acumuló 297 millones en cinco ruedas.
De acuerdo con las cifras de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se vendieron 131.975 toneladas de soja y así acumularon 617.005 toneladas en el inicio de la segunda semana de la tercera edición del dólar soja. Los contratos nuevos de compraventa concertados en pesos el lunes y en fechas previas pero anotados ayer sumaron en conjunto 48.657 toneladas, y el valor promedio de esos negocios resultó en 100.432 pesos por unidad de peso.
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Por otro lado, también se destacaron las fijaciones de operaciones concertadas con anterioridad al lunes por 18.685 toneladas, alcanzando un valor promedio de 99.255 pesos. En relación con los negocios pactados en dólares, los contratos de compraventa de soja registraron un valor promedio de 390 dólares por un volumen de 6.366 toneladas; en tanto se anotaron fijaciones por 7.512 toneladas a un valor promedio de 347 dólares.
Por otra parte, se registraron contratos sin determinar precio ni moneda por unas 46.853 toneladas, a la espera de acuerdo entre compradores y vendedores. Por su parte, las agroexportadoras ingresaron ayer al mercado de cambios local 153,8 millones de pesos, y en las cuatro primeras ruedas acumularon ingresos por 969,2 millones de dólares, informó la Bolsa de Comercio de Rosario. Esto le permitió al Banco Central iniciar la semana con compras por 73 millones de dólares y acumuló 297 millones en cinco ruedas.
Posible impacto en precios
En el equipo económico comenzaron a revisar el amplio listado de productos incluidos en el dólar agro para evitar que la eliminación en los hechos de retenciones (un mecanismo de desacople de precios internos de los externos) derive en un alza de precios en góndola. En simultáneo, las empresas alimenticias y agropecuarias terminaron de enviar sus balances a la Bolsa, con ganancias descontada la inflación, de entre 50 y 100 por ciento. Sí, descontada la inflación; es decir un aumento de sus ganancias en términos reales.
Las empresas comenzaron a reflejar el impacto de la inflación en sus balances. La condición mayormente considerada en la práctica es comprobar si la tasa acumulada de inflación en tres años se aproxima o sobrepasa el 100 por ciento. La inflación trienal se ubicó en 2022 por encima de ese guarismo. Fue entonces que las firmas que cotizan en Bolsa presentaron sus resultados deduciendo el "Resultado por exposición a los cambios en el poder adquisitivo de la moneda".
Lejos de evidenciar márgenes exiguos, las ganancias en los últimos meses, hasta fin de febrero pasado, llegaron a duplicarse. E incluso algunas pasaron de negativo a positivo. Molinos, Ledesma, Arcor y Mastellone son algunas de las firmas dueñas de los alimentos que informaron ganancias extraordinarias. Los alimentos, en tanto, acumulan en doce meses un alza de precios superior a 110 por ciento en el Gran Buenos Aires. Se trata del sector más dinámico de la economía, con poder de fuego en el mercado cambiario, al que volvió a favorecerse con un tipo de cambio más alto, equivalente a una eliminación total de derechos de exportación para estimular el ingreso de divisas. El Gobierno estima que serán unos 9000 millones de dólares de liquidación entre grandes complejos agropecuarios y economías regionales.