El precio de los dólares paralelos, tanto en cuevas como el operado en la Bolsa, se acercó este martes a los 500 pesos, y el Banco Central salió a intervenir, con previo aviso al Fondo Monetario, fuertemente en el mercado de cambios mayorista y en el contado con liquidación. La operación, para la cual se informó al FMI, se focalizó en la intervención en el contado con liquidación pasando de dólares a pesos con la compraventa de bonos nominados en ambas monedas. Esta es una de las medidas de política financiera que están vetadas por el Fondo Monetario y sobre las que hizo referencia el ministro de Economía, Sergio Massa, en un hilo de Twitter en el que planteó los cuatro lineamientos sobre los cuales buscará seguir trabajando para frenar la corrida contra el peso.
“Vamos a usar toda las herramientas del Estado para ordenar esta situación y en ese sentido notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del Programa”, señaló el titular del Palacio de Hacienda desde su cuenta. Fuentes oficiales explicaron a este medio que Massa mandó al BCRA a que intervenga fuerte en el mercado, previo aviso a las autoridades del Fondo Monetario, dado que incumple los acuerdos pactados.
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En ese hilo detalló que la estrategia será “seguir con los acuerdos de multilaterales, exportadores con transformación de exportaciones a yuanes y el acuerdo de desembolso con el FMI para re-fortalecer las reservas que por el impacto de la sequía se vieron perjudicadas”. A esto se sumaría una investigación de la Justicia Penal Económica como vehículo de investigación y esclarecimiento de algunos comportamientos y a la UIF y a la CNV para el análisis de operaciones vinculadas al lavado de dinero.
La mayoría de las medidas expuestas por el ministro están en vigencia, como el dólar agro para grandes aceiteras y cerealeras y economías regionales, sin demasiado éxito, mientras se rediscute con el Fondo Monetario la libertad de acción del Gobierno para intervenir en el mercado cambiario. El propio Massa le dio la orden al titular del Banco Central, Miguel Pesce, para salga a intervenir fuerte en el mercado con reservas. Previamente, el funcionario se había comunicado con el FMI para sortear “la cláusula que prohíbe esa intervención”.
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“Si no, la vamos a desconocer”, aseguró a este medio una fuente oficial sobre las restricciones de las que habla Massa en materia de intervención en el mercado de cambios. Desde el equipo económico, explicaron que en un escenario de corrida cambiaria, una manera de frenar la escalada en los precios es “comprar los bonos en dólares para frenar la corrida”. “Pero el FMI no nos deja”, explicó la fuente.
“Se pueden hacer cosas, pero lo central es que no tenés dólares e intervenir con el contado con liquidación con la mera la venta de bonos AL tiene poca incidencia en precios”, dijo a este medio un alto funcionario del equipo económico que conduce Massa. No obstante, la intervención de este martes, explicaron, se focalizó en “la compra de bonos contra entrega de dólares y pasarse a pesos”. La corrida elevó la demanda en el mercado bursátil sin una oferta que acompañe y el impacto de la intervención fue leve. Sobre el cierre de la jornada, los precios cedían 5 pesos en el caso del blue y hasta 15 los financieros.
Las otras patas de la mesa
El ministro se mantuvo confiado en que las fuentes de ingreso previstas, aunque todavía no se hayan cristalizado, le quitarán presión a la divisa: “seguir con los acuerdos de multilaterales, exportadores con transformación de exportaciones a yuanes y el acuerdo de desembolso con el FMI para re-fortalecer las reservas que por el impacto de la sequía se vieron perjudicadas”.
Luego de su viaje a Estados Unidos Massa espera recibir 3000 millones de dólares extra de parte de organismos multilaterales de crédito durante el segundo trimestre del año. Se trata de una nueva tanda de préstamos que llegarán de parte de al menos cuatro organismos de crédito en los próximos meses, según pudo saber El Destape de parte de fuentes del Palacio de Hacienda.
Estos son el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). En total, Massa espera obtener de estos cuatro organismos un total de aproximadamente 3.000 millones de dólares hacia el 30 de junio. Por su parte, China hizo el cuarto desembolso de mil millones y en una semana ingresaría el quinto giro del swap con el gigante asiático.
Se prevé que buena parte de los préstamos, llegarán durante este segundo trimestre también podrán ser destinados por el Banco Central a engrosar sus reservas netas. Esto, sumado al dólar agro que Massa, debería ayudar a cambiar, al menos temporalmente, el panorama de escasez total de reservas de la autoridad monetaria. Sin embargo, la liquidación de la divisas del sector agroexportador no está acompañando. Si bien el equipo económico esperaba el ingreso de unos 9000 millones de dólares de parte de los principales complejos agroexportadores y economías regionales, hasta el momento –y cuando resta una semana para que finalice el programa de incentivo exportador—el ingreso del sector acumula apenas 1300 millones de dólares.
Por su parte, tal como ratificó Massa desde la red social, Argentina negocia reformular el programa con el FMI, con lo que iría acompañado de un desembolso de 10.000 millones de dólares en junio. Esto debido a la fuerte sequía que azotó a la Argentina en los últimos meses y el impacto económico que ocasionó esto. La negociación incluye también cambiar las metas previstas para las reservas del Banco Central, el déficit fiscal y la emisión monetaria.
El acuerdo de Facilidades Extendidas prevé que en los meses de junio, septiembre y diciembre de 2023, el FMI deberá desembolsar a la Argentina un monto total de 10.793 millones de dólares. Los desembolsos serán aprobados por el board del FMI -cuya mayoría maneja Estados Unidos-, que antes que nada revisará el Staff Level Agreement (SLA) negociado entre la burocracia del Fondo y los técnicos del Palacio de Hacienda. El objetivo es que se permita utilizar ese dinero para intervenir en el mercado, pasando los derechos especiales de giro (la moneda del FMI) a dólares y patear los pagos hasta el año próximo.
Del lado de la demanda, se avanza en el uso de monedas alternativas al dólar, como sucede con el real brasileño y, más recientemente, con el yuan. Un informe reciente de la Dirección General de Aduanas demostró que las solicitudes de SIRA (en yuanes) para importaciones desde China aumentaron 748 por ciento. Esto es resultado de que las operaciones de importación de productos desde China, progresivamente han dejado de lado el dólar para que el yuan gane terreno, bajando la demanda de dólares.
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