El Banco de Inglaterra (BoE) aumentó hoy nuevamente la tasa de interés base al 4%, el nivel más alto en 14 años, lo que supone el décimo aumento consecutivo en los costos de los préstamos con el objetivo de seguir conteniendo la inflación.
La inflación de Reino Unido bajó en diciembre al 10,5%, aunque sigue en su nivel máximo en 40 años. El aumento de la tasa de interés busca precisamente combatir la inflación.
Los bancos ahora tendrán que pagar una tasa más alta por el dinero que reciben del banco central, lo que significa que los préstamos a los consumidores y a las empresas serán más caros.
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Esto significa que, si bien puede aumentar los costos de endeudamiento y agregue más presión a muchos hogares que ya tienen problemas para enfrentar los costos de la vida por las suba de las hipotecas, también puede ayudar a mantener bajos los precios de los bienes y servicios.
No obstante, esto podría podría beneficiar a los ahorristas en sus depósitos con plazos fijos más largos.
Los analistas por su parte, anticiparon que las tasas alcanzarán un máximo del 4,5% en el verano antes de volver a caer al 3% a finales de 2023.
Dados los rezagos en la transmisión de la política monetaria, se espera que los aumentos en la tasa bancaria desde diciembre de 2021 tengan un impacto creciente en la economía en los próximos trimestres.
El Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco de Inglaterra estableció la política monetaria para alcanzar el objetivo de inflación del 2%, y de una manera que ayude a sostener el crecimiento y el empleo.
En su reunión que finalizó ayer, el MPC votó por una mayoría de 7 a 2 para aumentar la tasa bancaria en 0,5 puntos porcentuales, al 4%, mientras que dos miembros prefirieron mantener la tasa en 3,5%.
Informó que la inflación de los precios al consumidor a nivel mundial sigue siendo alta, aunque es probable que haya alcanzado su punto máximo en muchas economías avanzadas, incluido el Reino Unido.
Explicó que los precios mayoristas del gas cayeron recientemente, y la interrupción de la cadena de suministro mundial parece haberse aliviado en medio de una desaceleración de la demanda mundial.
Muchos bancos centrales siguieron endureciendo la política monetaria, aunque los precios de mercado indican reducciones en las tasas de política más adelante.
Según explicó el Comité, las presiones inflacionarias internas del Reino Unido fueron más fuertes de lo esperado.
El BoE también concluyó también que la fuerza laboral no regresó a su tamaño anterior a la pandemia, diferente a otras economías principales.
Esto se debe principalmente a las jubilaciones anticipada, hay menos trabajadores de la Unión Europea (UE) en sectores que presentan una escasez crítica tras el Brexit, lo que provocó una caída en la productividad del Reino Unido.
La entidad pronosticó además que el Reino Unido entrará en recesión este año, pero dijo que será más breve de lo que se pensaba.
Estimó que los precios de la energía y otros costos sigan disminuyendo, mientras que la tasa de inflación seguirá desacelerándose, lo cual significa que las empresas pueden abstenerse de realizar despidos.
La semana pasada el FMI proporcionó una visión sombría de la recuperación económica del Reino Unido en el futuro inmediato.
Estimó que el país experimentará una contracción de su producto interno bruto de 0,6 % en 2023, lo que lo convertirá en la economía menos exitosa entre los siete países más ricos del mundo.
Con información de Télam