La construcción en crisis: se perdieron casi 2000 empresas del sector

Un informe de la cámara del sector advirtió que se perdieron en un año –medido a mayo—1927 empleadores y solo quedan en actividad 16.305 en la industria de la construcción.

30 de junio, 2024 | 00.05

La parálisis de la obra pública que llevó adelante el gobierno de Javier Milei no generó casi un centenar de miles de desocupados en el sector de la Construcción, sino también el cierre de casi 2000 empresas empleadoras directas en mayo respecto a igual mes del año pasado. El número de empleadores en actividad en la industria de la construcción registró hubo una baja del 10,6 por ciento interanual, ubicándose en niveles similares los de hace 17 años, informó el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC) de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO). En tanto, medidos hasta abril, se perdieron más de 88 mil puestos de trabajo respecto al año anterior, contabilizándose 355.618 empleos registrados; el menor volumen de empleo desde septiembre de 2021, durante la salida de la pandemia, agrega un relevamiento de la consultora Politikon Chaco. El volumen de ocupación sectorial marcó en abril una caída del 1,1 por ciento contra marzo previo. Pero en grandes firmas constructoras la baja mensual fue de un 8,3 por ciento.

Esta situación empeorará con la figura del colaborador que establece el capítulo labora de la Ley Bases, aprobada este jueves, que impulsa el traslado de empleadores registrados como empresas a un esquema con menores obligaciones laborales, lo que profundizará el deterioro y precariedad del empleo hasta ahora registrado. El texto del capítulo titulado Modernización Laboral incorpora la figura del “colaborador” que habilitará a los “trabajadores independientes” o pymes a contratar hasta tres empleados sin generar relación de dependencia y autoriza a reemplazar el actual régimen de indemnizaciones por un fondo de cese laboral mediante un acuerdo entre gremios y cámaras empresarias.

También se eliminan las infracciones, multas y sanciones a los empresarios que no hayan registrado a sus empleados, se les perdonará la deuda por capitales e intereses cuando se originen en la falta de aportes al sistema de seguridad social. Este sistema se basará "en una relación autónoma, sin que exista vínculo de dependencia entre ellos, ni con las personas contratantes de los servicios u obras e incluirá tanto para el trabajador independiente como para los trabajadores colaboradores, y hará un aporte de comprenda la cotización al Régimen Previsional, al Régimen Nacional de Obras Sociales y Sistema Nacional del Seguro de Salud y al Régimen de Riesgos del Trabajo, en las condiciones y requisitos que establezca la reglamentación".

Menos empresas, menos empleo

Esta flexibilización laboral se promociona como una medida que estimulará la empleabilidad, pero, con la parálisis de la actividad, el consumo y el ajuste presupuestario, sólo terminará potenciando los despidos y la precarización de el empleo de quienes se mantengan activos. Los empresarios del sector se lo hicieron saber este lunes, durante la asamblea actual del sector, que se realizó este martes en el predio de La Rural, donde el presidente de CAMARCO, Gustavo Weiss, hizo públicas las dificultades que atraviesa el sector de la construcción debido a una deuda significativa del Estado. Según Weiss, el Gobierno adeuda aproximadamente 400.000 millones de pesos, correspondientes a unas 3.500 obras que estaban en marcha durante el último año de la administración de Alberto Fernández y que Milei frenó en su cruzada por mostrar un superávit en la cuenta presupuestaria.

El ajuste presupuestario en infraestructura y la menor transferencia a las provincias, en un escenario de recesión, impactó en un deterioro significativo de la actividad, con cierre de empresas y despidos masivos. El número de empleadores en actividad (16.305), con un caída de 10,6 por ciento interanual a mayo, se encuentra en niveles similares a 2007 y solamente por encima de los registros correspondientes de 2009 y 2010. Las grandes jurisdicciones tuvieron un comportamiento menos desfavorable, evidenciando un descenso del 9,6 por ciento, mientras que el de las restantes jurisdicciones fue del 12,5 por ciento. Sólo la provincia de San Juan pudo escapar a la tendencia contractiva: allí la cantidad de empleadores en actividad se elevó un 4,5 por ciento en el último año.

Del otro lado, la que más retrocedió fue la provincia de La Rioja, la única cuya tasa de contracción fue superior al 30 por ciento. Asimismo, otras tres jurisdicciones mostraron descensos superiores al 20 por ciento interanual: Misiones, Tierra del Fuego y Santiago del Estero. Entre las Grandes jurisdicciones, la que más contrajo su plantel de empleadores fue la provincia de Buenos Aires, que tuvo una merma del 11,7 por ciento interanual. De los 1.927 empleadores que, en términos netos, salieron de actividad en el último año, 584 correspondieron a ese distrito.

En términos de la forma jurídica en que se constituyen las empresas constructoras, mientras que unipersonales aceleró su ritmo de retroceso (pasando del 15,2 por ciento en abril al 18 por ciento en mayo). Formas más complejas como Sociedades Anónimas y Sociedades de Responsabilidad Limitada lo aminoraron sensiblemente, pasando del 18,5 por ciento y 23,6 por ciento al 5,9 y 7,2 por ciento respectivamente. “El análisis por tipo de actividad mostró una mayor contracción en las Constructoras/Contratistas, que retrocedieron un 1,4 puntos porcentuales más que las Subcontratistas”, detalla el IERIC. El informe advierte que “todos los índices relevantes  de actividad sectorial están, con excepción del correspondiente al año 2020, en su nivel más bajo de la última década”.

Desempleo y precariedad

La Cámara informó que el empleo sectorial marcó en abril (último dato disponible tanto del IERIC con del INDEC) una nueva contracción mensual, con 355.618 puestos de trabajo registrados durante el mes. El volumen de ocupación sectorial marcó una caída del 1,1 por ciento en relación con la información definitiva correspondiente al marzo. El nivel de empleo marcó así su octava caída mensual consecutiva (con una disminución total de 90.000 puestos de trabajo). Considerada en perspectiva histórica, se trata de la tercera peor caída de la serie para el mes bajo análisis, superada de manera significativa en abril de 2020 (inicio del aislamiento frente al arribo del virus de COVID-19.

“Luego de registrar un máximo histórico para el empleo sectorial en abril en 2023, la ocupación en la industria de la Construcción se encuentra en niveles más bajos, superando apenas a la de los meses de abril en los años de mayor impacto de la pandemia (2020 y 2021)”, señala la entidad que preside Weiss.

La contracción del nivel general de ocupación en abril se explicó principalmente por la reducción de los planteles de las firmas constructoras. El empleo medio registró una disminución del 15,8 por ciento interanual, mientras que el total de trabajadores cayó un 19,9 por ciento interanual. “Las grandes firmas constructoras fueron las principales protagonistas de la caída del empleo en el cuarto mes del año, cuando se produjo un recorte significativo en la cantidad de establecimiento con planteles de 500 o más trabajadores. Este segmento marcó en el mes la mayor contracción tanto en el número de empresas como en la cantidad de puestos de trabajo”, explica la entidad. La cantidad de puestos de trabajo registrados en firmas constructoras de 500 o más empleados se  redujo en abril un 8,3 por ciento mensual, caída muy superior a la del total de empresas (-1,1 por ciento).

Caída generalizada por provincia

El análisis del empleo por regiones verifica un escenario de caída generalizada en todo el territorio nacional. En la medición interanual, todas las regiones cerraron abril con descensos de alta magnitud, pero también fuertemente heterogéneos: el AMBA, con 14,7 por ciento de caída, registró la más leve; y el NEA, que fue la región con la mayor caída, alcanzó el 52,2 por ciento de retracción. Respecto al resto de las regiones, la Patagonia y la Pampeana mostraron caídas inferiores al nivel nacional (-15,3 y -16,4 por ciento respectivamente) mientras que el NOA y Cuyo lo hicieron por encima de la misma (-22 y -33,9 por ciento respectivamente).

En la medición mensual, por el contrario, el NEA fue la única región que exhibió alzas, aunque leves: fue 0,3 por ciento impulsado por Misiones. Por su parte, las restantes regiones presentaron bajas. Entre esas, la más leve se observó en el AMBA con -0,3 por ciento al tiempo que la Patagonia, arrastrada por Santa Cruz, exhibió el descenso más fuerte del mes (-4,6 por ciento).

La situación es igualmente negativa al observar la comparación mensual: se registró una baja del 1,1 por ciento respecto al mes anterior (marzo 2024) perdiendo así 3.993 empleos formales en el sector en solo ese mes y acumuló su octavo descenso al hilo. Al acumular estas ocho bajas mensuales, desde septiembre 2023, tras la Primarias Abiertas Simultáneas Obligatorias (PASO) a abril 2024 desaparecieron 89.050 empleos formales en el sector de la construcción; y 66.621 se perdieron particularmente entre diciembre del 2023 y abril de este año.

El salario promedio a nivel nacional en el sector de la construcción se ubicó en torno a los 597.614 pesos en abril, exhibiendo una contracción real del 18,2 por ciento interanual, señala PolitikonSe trata del sexto mes consecutivo de bajas y el quinto por encima del 15 por ciento frente a la inflación. Hacia dentro del territorio nacional, solamente la provincia de Salta presentó suba del salario real interanual en abril (4,9 por ciento) mientras que el resto de los distritos presentó bajas, siendo las más fuertes las registradas en La Pampa, San Luis y Santa Cruz (todas por encima del 30 por ciento real), siendo de los sectores formales de mayor pérdida de poder adquisitivo.