Los responsables de las empresas industriales y de la construcción dejaron en claro que son escépticos de que la actividad económica haya pasado ya el piso de la recesión como se empeñan en sostener los economistas vinculados al gobierno de Javier Milei y, por el contrario, tienen una visión muy pesimista de lo que puede suceder este mes y en agosto con el nivel de actividad en sus fábricas.
El pesimismo es tal que domina la idea de que en el bimestre va a caer aún más la demanda interna y, por lo tanto, tendrán mayor capacidad instalada ociosa que la que tienen. Creen que tendrán que achicar la cantidad de horas trabajadas o incluso profundizar el proceso de despido de trabajadores. La posición de los industriales está reflejada en la encuesta Expectativas de la industria manufacturera - Perspectivas para el período junio-agosto de 2024 elaborada por el Indec y que acompaña el informe del Índice de Producción Industrial (IPI) y es un anticipo de lo que puede suceder en el sector manufacturero.
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En mayo pasado, el índice de la serie desestacionalizada del IPI mostró una variación negativa de 0,2% respecto al mes anterior y el índice serie tendencia-ciclo registró una variación negativa de 1,0% respecto al mes anterior. La construcción mostró en mayo crecimiento por segundo mes consecutivo respecto del anterior y una variación de 6,2% respecto de abril. Pero datos de la Asociación de Fabricantes de Cementos Portland (AFCP) advierten que en junio se despacharon 725.580 toneladas, cuando en mayo la cifra había sido de 780.281.
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En un informe que envió esta semana el banco de inversión CMF, destacan algunas señales de reactivación, como el informe sobre la construcción y menciona datos no identificados del comercio minorista que “también ha mostrado un crecimiento en las ventas en los últimos meses”, aunque el último informe de la Cámara de Comercio indicó que en mayo también cayeron las ventas minoristas respecto de abril.
Sin embargo, lo que más destaca es que “la industria manufacturera todavía no se recupera” y señala que “dada su participación en el nivel agregado, parece ser una condición necesaria ver una mejora en dicho sector para entrar en una senda de recuperación sostenible”. Como mensaje optimista, sostiene que “la modernización y eliminación de regulaciones innecesarias podrán ayudar en este sentido”. En la opinión de los responsables de las fábricas, según las respuestas que brindaron a lo largo de junio, esa tendencia recesiva se sostuvo ese mes y esperan que siga en el bimestre julio-agosto.
¿Cómo espera que evolucione la demanda interna durante el período junio-agosto de 2024?, preguntó el Indec. Sólo uno de cada diez cree que aumentará mientras más de la mitad (53,7%) cree que disminuirá y otro 35,6% que se sostendrá.
A la consulta de cómo evolucionará la utilización de la capacidad instalada, la mitad estimó que disminuirá, otro 28,2% que no variará y 22,1% espera un incremento. Como resultado de esperar menos demanda y más capacidad ociosa, se espera menos horas trabajadas e incluso menos empleo.
El 22,6% cree que disminuirá la dotación de personal y solo un 3,5% creyó que aumentará. Algo similar ocurre con la cantidad de horas trabajadas del personal afectado al proceso productivo. El 31,5% estimó que disminuirá y solo 5,3% que aumentará. La salida tampoco la ven por las exportaciones, donde el saldo es negativo: 18,1% creyo que aumentarán, 55,5% que no variarán y 26,4% que disminuirán
Los empresarios de la construcción tampoco la ven. ¿Cómo cree que evolucionará la actividad durante el período junio agosto?, preguntó el Indec. Las respuestas dejaron un saldo negativo claro en el sector dedicado a las obras privadas: disminuirá 25,9% y no variará 62,5%, mientras solo 16,6% cree que aumentará. En las empresas dedicadas a la obra pública fue todavía más contundente. la mitad cree que disminuirá aún más y 42,3% que se sostendrá en este piso. Solo 7,7% espera una recuperación.
En los mercados se esperan ver señales de reactivación que impulsen el crecimiento de la recaudación impositiva y muestre capacidad del Gobierno de sostener el ajuste fiscal y cumplir con compromisos, como la reducción primero y eliminación después del impuesto PAIS a la venta de dólares.
Junto con el crecimiento de la actividad, los mercados también esperan señales claras de reducción de la inflación, considerado uno de los factores de mayor incidencia en el humor social que se refleja en el apoyo a las políticas oficiales. Por ahora no hay señales claras de que el piso de la recesión haya pasado y las expectativas en el sector privado tampoco alimentan esa creencia.
Sin mejora de la actividad y con la inflación que mostró un salto en junio en la Ciudad y se espera en todo el país, el equipo económico seguirá sufriendo de la inestabilidad financiera que caracterizó la última semana.