El proyecto de blanqueo enviado al Congreso por La Libertad Avanza es un vehículo para beneficiar a fugadores de divisas y testaferros. A su vez, con la propuesta de eliminar la doble tributación con jurisdicciones como Luxemburgo, los libertarios apuestan a consolidar un esquema de elusión fiscal de escala global. La empresa Techint, radicada en ese paraíso fiscal, es la principal beneficiada; pero también las inversiones de empresas japonesas y de los Emiratos Árabes. Según el informe “Estado de la Justicia Fiscal 2023”, elaborado por la Tax Justice Network (TJN), “la Argentina dejó de percibir 1386 millones de dólares en concepto de impuestos evadidos o eludidos por las grandes corporaciones del país”.
Con los libertarios al frente del Poder Ejecutivo, la casta empresarial seguirá gozando de los beneficios globales de la “planificación fiscal nociva”, que en el país es sostenida por varios de los estudios jurídicos detrás del Gobierno como Marval O´Farrel Mairal o Pérez Alati, Grondona, Benites & Arntsen.
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Contando pérdidas
Las pérdidas que “sufre” la Argentina, como consecuencia del uso abusivo de un esquema global que permite la elusión fiscal a favor de grandes corporaciones, crecen de manera exponencial. Según el último informe de la Tax Justice Network (TJN), el año pasado el país dejó de recaudar 1368 millones de dólares, de los cuales 1 billón fueron a causa del “abuso de las grandes corporaciones” y el resto adjudicada a individuos. Para la TJN, estos recursos que no pudieron cobrarse dentro del país equivalieron, según el tipo de cambio promedio durante todo 2023, “al 5% de los gastos sanitarios” y “el 6% de los gastos en educación”.
Este no es solo un fenómeno que ocurre en el país. El abuso de las grandes corporaciones, capaces de avanzar en esquemas de planificación fiscal nociva, llega a todo el globo. Por citar otro caso, en Brasil, la pérdida de recursos por la evasión y elusión de las grandes corporaciones -muchas de las cuales son gobernadas por Fondos de Inversión- habría llegado a los 8000 millones de dólares en 2023, según el último informe de la TJN.
Otro ejemplo podría ser el de la prometida Irlanda, el destino elegido por Milei para el país. Las pérdidas fiscales para este país habrían llegado a los 13.589 millones de dólares, de las cuales 13.000 millones fueron exclusivamente por personas humanas y el resto por grandes corporaciones.
¿El objetivo de Milei será hacer del país un paraíso fiscal?
El sistema
El Estado de la Justicia Fiscal 2023 indica que las empresas multinacionales transfieren ganancias por valor de 1,15 billones de dólares (millón de millones) a paraísos fiscales cada año, lo que provoca que los gobiernos de todo el mundo pierdan 311 mil millones de dólares anuales en ingresos fiscales directos.
“Muchos de los países con mayores pérdidas, como Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y Luxemburgo, también imponen pérdidas importantes a otros, enfatizando la naturaleza de perder-perder al permitir el abuso fiscal mundial. El territorio británico de ultramar de las Islas Caimán es responsable del mayor porcentaje en esta ratio (con un 25.6 por ciento), y causa una pérdida de ingresos fiscales de más de 43 mil millones de dólares a nivel mundial”, puede leerse en el último informe de la TJN.
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Las pérdidas fiscales impuestas por el “eje de la evasión”, formado por el Reino Unido, más Luxemburgo, Suiza y los Países Bajos, aumentaron de 263.000 millones de dólares anuales a 274.000 millones. Esto significa que “el eje de la evasión” es responsable del 57 de las pérdidas fiscales globales sufridas por países de todo el mundo.
“El secreto financiero sigue siendo un rasgo definitorio de las finanzas extraterritoriales, y para el resto del mundo todo es “extraterritorial”. Las jurisdicciones secretas -países que ofrecen a los no residentes la oportunidad de ocultar su identidad y su patrimonio al Estado de Derecho- no están encabezadas por pequeñas islas rodeadas de palmeras, sino por grandes economías, como el caso de Estados Unidos y Suiza”, concluyó el informe.
Plan Milei
Dentro de los proyectos para abordarse en sesiones extraordinarias, Milei incluyó uno que beneficia de manera directa la multinacional Techint, radicada en el paraíso fiscal de Luxemburgo. Se trata del Convenio entre la República Argentina y el Gran Ducado de Luxemburgo para la “Eliminación de la Doble Imposición con respecto a los Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio y la Prevención de la Evasión y Elusión Fiscal”, rubricado originalmente por Macri en abril de 2019.
En concreto, Techint se beneficiará con una baja de impuestos que debería tributar en Argentina, vinculados a regalías, dividendos, o asistencia técnica. Hasta 2012, la empresa utilizaba un esquema similar de elusión fiscal a partir de un acuerdo con España, dado de baja durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner.
La corporación dedicada a la construcción y grandes obras de infraestructura es experta en el uso de estructuras off shore como parte de su agresiva política de planificación fiscal.
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“La empresa de la familia Rocca hizo migrar la radicación de Siderar desde Luxemburgo a España, como un mecanismo que le permitiera evitar el pago de impuestos a los bienes personales correspondientes a las tenencias de acciones. Esa maniobra había sido habilitada por el Acuerdo para evitar la doble tributación, firmado en pleno auge privatizador entre la Argentina y España. En 2012, el convenio fue dado de baja y las empresas que abusaron de los beneficios fueron intimadas a pagar el impuesto evadido”, explicaron los periodistas Santiago O´Donnell y Tomás Lukin en su libro ArgenPapers (2017).
Pero hay más “premiados” en el listado libertario: también se incluyó el “Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre la República Argentina y los Emiratos Árabes Unidos”, rubricado por Macri en 2018. Milei sigue adelante con el programa de miseria planificada del ex Presidente.
En este escenario, los cambios que pretende establecer el gobierno, con el blanqueo incluido, apuntan a seguir ocultando a los verdaderos dueños del capital, quienes suelen esconderse dentro de las mamushkas corporativas y los paraísos fiscales.
“La identificación de los beneficiarios finales de las empresas representa una de las principales herramientas para combatir los flujos financieros ilícitos relacionados con la evasión fiscal, el lavado de dinero, la corrupción y diversas violaciones a los derechos humanos. La creación de registros públicos permite individualizar a los “verdaderos” dueños, personas humanas, que finalmente poseen o controlan a las estructuras jurídicas que operan cuentas bancarias, administran propiedades u ofrecen bienes y servicios. Sin políticas sobre transparencia respecto de los beneficiarios finales, la criminalidad económica puede ocultarse detrás de vehículos jurídicos de cualquier tipo”, concluyó María Eugenia Marano, abogada especialista en criminalidad económica, en su libro sobre beneficiarios finales publicado en 2019 por la Fundación SES.
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