Milei quiere eliminar tres impuestos, pero no le cierran los números

Javier Milei dio detalles, este martes, de cómo será su plan de tres pasos para salir del cepo y eliminar tanto el impuesto PAIS como otros dos gravámenes. Sin embargo, las cifras duras muestran que, quitando estos tributos, las cuentas públicas seguirían teniendo un déficit asegurado durante los próximos meses, en los que, contrario a lo que augura el Presidente, no se espera ninguna recuperación significativa de la actividad.

"Es el primero que tenemos en la mira", respondió Milei ante la pregunta de si puede eliminar el impuesto PAIS en el corto plazo, aun con el importante peso que tiene en la recaudación. Al ser entrevistado en La Nación Más, detalló que, en segundo lugar, eliminará "las retenciones" y, en tercero el impuesto a "los débitos y créditos bancarios", es decir, el impuesto al cheque. "Si los coparticipamos no los bajamos más. Por eso me negué (a hacerlo)" durante la discusión con los gobernadores por la Ley Bases, agregó.

El mandatario siguió describiendo su plan y explicó que piensa dar estos pasos hacia la eliminación de impuestos "cuando la economía empiece a rebotar". "Tenemos varios sectores fuertes, como petróleo, gas, el campo, que están recuperándose", afirmó. En ese sentido, sostuvo que "la demanda va a estar empujando para recomponer lo que pasó, y cuando abramos el cepo eso se va a acelerar mucho más", y añadió que "ese inicio del crecimiento de la economía va a generar mucha recaudación fiscal".

El fantasma del déficit fiscal

El problema es que los números y los tiempos no parecen cerrar para Milei, al menos en el corto plazo. En primer lugar, es evidente que, quitando estos tres impuestos, hubiera sido imposible que el Gobierno alcanzara el superávit durante cada uno de los meses del primer cuatrimestre, por lo que no hubiera cumplido con el objetivo troncal del déficit cero.

En abril, por ejemplo, el impuesto PAIS permitió recaudar 510.000 millones de pesos, mientras que las retenciones recaudaron 318.000 millones de pesos y el impuesto al cheque recaudó 611.000 millones de pesos. Al contrario, el superávit financiero fue de únicamente 17.000 millones de pesos. Es decir, sin esos tres impuestos se hubiera registrado un déficit financiero de 1,4 billones de pesos.

Un rápido cálculo hecho por El Destape en base a las cifras de AFIP muestra que una situación análoga se hubiera repetido en los meses previos de 2024. En enero, sin estos tres impuestos el resultado financiero hubiera sido deficitario en 1,05 billones de pesos, en febrero hubiera sido deficitario en 1,08 billones de pesos y en marzo hubiera sido deficitario en 1,32 billones de pesos.

Podría pensarse que el Gobierno es dependiente de reinstalar la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias para poder alcanzar un superávit financiero incluso sin el impuesto PAIS. Pero, si se toma como ejemplo abril, proyectando por la inflación interanual la recaudación de Ganancias de abril de 2023, hubiera debido recaudarse en abril de 2024 unos 635.000 millones de pesos en total por este tributo. En este caso, quitando los tres impuestos que quiere eliminar Milei, el mes pasado hubiera cerrado con un déficit de 1,21 billones de pesos.

La actividad, planchada

La esperanza del Presidente es que este escenario cambie en los próximos meses, gracias a que, como dijo, haya una recuperación de la actividad que permita aumentar fuertemente la recaudación y que, si se eliminan los tres impuestos señalados, igual pueda haber superávit. Precisamente, la dependencia de estos impuestos es producto de que los dos ingresos más importantes en términos de volumen, el IVA y las contribuciones a la seguridad social, se encuentran en mínimos históricos, con caídas del 4,6% y del 18,8% real respectivamente en abril pasado.

Pero, al contrario, no parece que la actividad vaya a tener una pronta recuperación. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, de inicios de mayo, muestra que los privados prevén que durante el segundo trimestre de 2024 la actividad no crezca respecto al primero (una variación del 0,0%), y que en el tercero el crecimiento sea de solo un 0,6% respecto al segundo (o al primero). Una suba leve que a todas luces no soportará una eliminación del 16% de la recaudación total, como sumaron en abril los tres impuestos señalados por Milei.

En este escenario, parece imposible que el Gobierno logre levantar el cepo cambiario hacia junio, como era el plan original. En todo caso, la cuestión sería si al corto plazo la acumulación de reservas en el BCRA podría permitir levantar el cepo, habilitando la compra libre de dólares, pero sin levantar el impuesto PAIS, lo que, de hecho, tendría un impacto positivo en la recaudación. Como sea, la economista Marina Dal Poggetto afirmó hoy que el esquema del Gobierno "es cepo dependiente". "Decime cómo lo sacás", desafió.

La otra cuestión es cuánto aumentarían los precios del sector agropecuario sin retenciones, dado que los productores y cerealeras tendrían más incentivo a exportar y, por lo tanto, los precios del mercado interno quedarían más acoplados a los valores dolarizados de la venta al exterior. Un punto que podría disparar nuevamente la inflación y en el que el Presidente no parece haber reparado todavía.