En el marco del día de la independencia y con una fuerte defensa del trabajo, el salario y la producción nacional, el Grupo 25 de Mayo presentó su tercera proclama. Allí se pronunció por un “desarrollo autónomo”, con incremento en la capacidad adquisitiva de las mayorías populares, el consumo y la demanda, como base para la reactivación económica y la creación de trabajo.
El texto marca un claro contrapunto con “las grandes asociaciones empresarias y rurales”. El documento está encabezado por el secretario General Adjunto de Camioneros, Pablo Moyano; el secretario General de la CTA, Hugo Yasky; la diputada nacional del Frente de Todos, Fernanda Vallejos; el exministro de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Raúl Zaffaroni; el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, Guillermo Moretti, y el presidente de la Sociedad Rural de Córdoba, Pedro Salas.
La Proclama calificó como “ineludible” el debate al respecto de cómo salir de la actual crisis en una “Argentina devastada por los cuatro años de neoliberalismo macrista y los efectos de la pandemia”, el cual sostuvieron “debe darse con valentía, madurez, compromiso y seriedad”, al tiempo que destacaron once “desafíos prioritarios”, a modo de lineamientos de política económica.
“Estas reflexiones sobre la política económica y su dinámica, exhiben la insoslayable necesidad de una inmediata y sustantiva distribución del ingreso y la riqueza, que no sólo es un imperativo de justicia social, sino una condición necesaria del desarrollo económico autónomo”, apuntó el documento. Así lo expresaron más de 3 mil referentes políticos, sindicales, sociales, empresariales, religiosos, juristas, referentes de Derechos Humanos, científicos, académicos, artistas y periodistas que suscribieron la Proclama del 9 de Julio, bajo el lema “Independencia económica es más justicia social, trabajo digno, salarios justos y producción nacional”.
El documento fue dado a conocer en el mismo momento en que sectores de la dirigencia agropecuaria se manifiestan en San Nicolás, a los que el Grupo 25 de Mayo definió como “quienes se benefician por rentas diferenciales ante mayores precios internacionales para aumentar, sin justificación de mayores costos, sus precios locales, como resulta tan evidente en el brutal encarecimiento de los alimentos en nuestra mesa”.
Vallejos fue la primera en hacer pública la Proclama, con un posteo en sus redes sociales, donde escribió que “con miles de argentinos y argentinas firmamos la Proclama del 9 de julio, por un país con justicia social, trabajo digno, salarios justos y producción nacional, porque para eso queremos la Independencia Económica”. Minutos después, la siguieron otros dirigentes firmantes de la proclama.
El texto asigna una valoración importante al “rol central” del Estado “interviniendo, regulando, supervisando, orientando, planificando, generando incentivos y oportunidades”. En otro apartado del documento se afirma que “es relevante la reconstrucción de la capacidad empresaria del Estado en áreas estratégicas”, en consonancia con la decisión del presidente Alberto Fernández de recuperar el control estatal de la hidrovía, tal como lo había planteado el Grupo 25 de Mayo en su anterior proclama del 20 de Junio.
En este mismo sentido, los firmantes cuestionan la lógica liberal que “postula que el ámbito productivo debe ser reservado a la iniciativa privada” y recuerdan que “los países que lograron mayores niveles de bienestar y desarrollo humano son los que han tenido y tienen Estados inteligentes y robustos, servidores públicos capacitados y bien remunerados, y políticas públicas potentes, que atienden las necesidades de sus ciudadanías, financiados con sistemas impositivos progresivos”.