A partir de la necesidad de bancarizar a personas para el que reciban el bono de 10.000 pesos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), se abrieron 4,8 millones de nuevas cuentas de depósito en pesos durante el segundo trimestre de 2020. En ese lapso la cobertura disponible de cuentas posibilitó la canalización de ayuda social, detalla el Informe de Inclusión Financiera que publicó el Banco Central este martes.
"La posibilidad de su apertura remota y la obligación de las entidades financieras de ofrecer la Cuenta Gratuita Universal (CGU), permitieron dar respuesta a la mayor demanda de cuentas bancarias y medios de pago electrónicos", detalla le informe. En particular, facilitaron el pago del Ingreso Familiar de Emergencia y el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción a quienes carecían de una cuenta bancaria.
Según el documento, más de la mitad (53%) de los 8,9 millones de personas que cobraron la primera liquidación del IFE lo hizo a través de una cuenta bancaria, mientras que, de la mitad restante, el 54% ya poseía una cuenta al momento del cobro. "Es decir, un 78% de las personas con mayor grado de vulnerabilidad socioeconómica del país poseía al menos una cuenta bancaria", explica la autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce.
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Los dispositivos electrónicos y los puntos de extracción extra bancarios tuvieron un rol fundamental en la provisión de efectivo a la población durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO). Se incorporaron más de 11.000 puntos de acceso al afectivo. Sin embargo, estos puntos tendieron a ubicarse mayormente en localidades que ya disponían de buena cobertura y con mejores indicadores socioeconómicos, según el relevamiento oficial.
Las transferencias electrónicas acumularon de marzo a agosto incrementos del 61% y 93%, en montos reales y cantidades por adulto, respectivamente. En ese mismo periodo, los pagos con tarjetas de débito en comercio electrónico también se destacaron, con montos reales que se triplicaron y cantidades que se duplicaron -medidos por adulto.
Las líneas de financiamiento destinadas a MiPyMEs con tasas de interés subsidiadas acumularon a agosto 2020 un monto total de 482.000 millones de pesos, lo cual representa un 18% del financiamiento total en pesos al sector privado. Estas listas resultaron las más significativas en términos de montos promedios (alrededor de $3,8 millones) y alcanzaron a más de 110.000 empresas. Las líneas a Tasa Cero y Tasa Subsidiada para Empresas sumaron un total de 533.174 préstamos con un monto promedio de 119.000 pesos por asistencia.
Las principales receptoras de las líneas MiPyMEs y Servicios de Salud y MiPyMEs Plus fueron las micro y pequeñas empresas. Estas empresas representan un 77% del total de beneficiarias. Servicios y comercio fueron las actividades que más empresas concentraron. En términos geográficos, la región Centro abarcó la mayor proporción de unidades productivas y saldos de estas líneas especiales de financiamiento