La segunda ola de contagios por COVID-19 aleja cada vez más la posibilidad de la actividad económica en la Argentina logre el ansiado rebote en torno al 7 por ciento. Sin embargo, algunas estimaciones se van a acercando a esa marca. El último informe global de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) elevó en medio punto porcentual el crecimiento del PIB para este año, el cual estima ahora en 6,1 por ciento (en el anterior informe anticipaba un 5,6 por ciento). Por el contrario, redujo de 2,1 a 1,8 por ciento la mejora para el año próximo, por efecto de la segunda ola, y el organismo estima que recién que en 2026 la Argentina podrá llegar a recuperar lo perdido por los efectos de la pandemia.
Las proyecciones oficiales adelantaban un piso de crecimiento este año del 5 por ciento. El rebote de la actividad en la última parte el año pasado e inicio de este hizo ilusionar con una mejora del PIB mayor, más cerca del 7 por ciento. Per el impacto de la segunda ola de contagios amenaza la recuperación. No obstante, algunas estimaciones mantienen perspectivas de crecimiento para este año todavía por encima de la pauta oficial. "Se proyecta que la economía se expandirá un 6,1 por ciento en 2021 y un 1,8 por ciento en 2022, cuando todavía estará por debajo de los niveles de actividad pre pandémica", señala el informe de la OCDE.
El organismo señala que "los desequilibrios macroeconómicos persistentes y las nuevas restricciones de movilidad pesarán sobre la demanda interna y limitarán la recuperación". "La monetización continua del déficit fiscal mantendrá la inflación alta. La creación de empleo se recuperará lentamente, pero la elevada informalidad sigue siendo motivo de preocupación", agrega el documento.
Sin vacunados, no hay crecimiento
Las perspectivas de la OCDE para la economía mundial también mejoraron. "Pero esta no es una recuperación ordinaria", aclara. Según explica, es probable que siga siendo desigual y dependa de la eficacia de los programas de vacunación y las políticas de salud pública. Algunos países se están recuperando mucho más rápido que otros. Corea y Estados Unidos están alcanzando niveles de ingreso per cápita pre pandémicos después de aproximadamente 18 meses. Se espera que gran parte de Europa tarde casi tres años en recuperarse. En México y Sudáfrica, podría demorar entre tres y cinco año. Para la Argentina lo estima recién para 2026.
En la región, el organismo estima que Brasil tendrá un crecimiento de 3,7 por ciento este año y de 2,5 por ciento el próximo; en al caso de Chile las mejoras estimadas son de 6,7 por ciento en 2021 y de 3,5 por ciento en 2022, respectivamente. Para México, proyecta que una expansión de 5 por ciento este año y de 3,2 por ciento para el que viene.
La entidad pronostica un crecimiento económico mundial de 5,8 por ciento para este año, con una fuerte revisión al alza de la proyección de Perspectivas Económicas de diciembre de 2020 del 4,2 por ciento para 2021. El lanzamiento de vacunas en muchas de las economías avanzadas impulsó la mejora, al igual que la enorme estímulo de los Estados Unidos. Se espera que el crecimiento del PIB mundial sea del 4,4 por ciento el próximo año.
"Los países que se han apresurado a vacunar a su población contra el COVID-19 y que están logrando controlar las infecciones a través de estrategias efectivas de salud pública están viendo cómo sus economías se recuperan más rápidamente", destaca el informe. "Las diferencias en la fuerza de la recuperación económica entre países están siendo impulsadas por el grado de apoyo gubernamental a los trabajadores y empresas vulnerables, por la dependencia de un país de sectores particulares como el turismo, así como por la salud pública y la vacunación. políticas", afirma la OCDE.
Los desafíos para la Argentina
En el caso de la Argentina, a partir de los altos precios de las materias primas, mejoraron los resultados fiscales, mientras que el gasto relacionado con la pandemia se retirará gradualmente una vez que la recuperación se firme. "Esto reducirá la necesidad de financiamiento monetario a corto plazo. Las mejoras en la eficiencia del gasto público y una revisión de las exenciones en el sistema tributario presentan un amplio margen para el ahorro fiscal", asegura la OCDE.
Respecto al manejo sanitario y económico frente el arribo del coronavirus, el informe sostiene que se tomaron "medidas audaces y oportunas para contener la pandemia y apoyar a los hogares". "Las transferencias de efectivo y las prestaciones por desempleo reforzadas han ayudado a los pobres y vulnerables. Los subsidios salariales y la reducción de los impuestos sobre la nómina han ayudado a algunas empresas, compensando parcialmente los costos de una prohibición generalizada de los despidos", enumera el organismo. La respuesta COVID-19 incluyó un gasto adicional en programas sociales del 2,2 por ciento del PIB.
Por último, el informe enumera algunas situaciones que, a entender de la OCDE, condicionarán la recuperación argentina y presenta una receta de ajuste bastante clásica: "Políticas fiscales prudentes, menor financiamiento monetario del déficit, fortalecimiento de la credibilidad e independencia del banco central y, finalmente, la eliminación de los controles cambiarios"; siempre a contramano de lo que están haciendo otros países.