En medio del proceso electoral y la confirmación de que la economía consolida su recuperación, el Gobierno se apunta para elevar el el tope del Mínimo no Imponible y elevar también el salario mínimo, vital y móvil. Según pudo saber El Destape, ambas iniciativas serán promovidas este mes, para darle más alivio a los sectores más vulnerables y hacerle un guiño a la clase media.
A principios de julio, El Gobierno formalizó el adelantamiento del esquema de pago del aumento del salario mínimo, vital y móvil, y fundamentó la medida sobre la base de que el salario es "una prioridad y constituye una condición necesaria para que la economía sostenga la reactivación en marcha". El anticipo llevó la remuneración básica hasta los $ 29.160.
Sin embargo -con una meta inflacionaria que no podrá ser cumplida y que ya bordea el 30%- de continuar con este esquema, el salario perderá contra el avance de los precios. Por ese motivo, en los próximos días se hará la convocatoria a los 32 miembros del Consejo del Salario Mínimo para una actualización que podría ser de hasta 10 puntos, que se sumarán al 35% ya pactado. Este consejo está conformado por 16 representantes de las empresas y 16 representantes de los trabajadores, mientras que el Gobierno actúa como mediador.
El salario mínimo es el principal indicador de referencia para el mercado laboral y su actualización está conectada a los haberes jubilatorios y las prestaciones sociales. De concretarse el incremento, se beneficiaría a las 1,1 millones de personas que forman parte del programa Potenciar Trabajo, que paga la mitad de un haber mínimo, entre otras prestaciones erogadas por el Estado.
De acuerdo a un informe de la CTA, en el segundo trimestre de 2021, el salario real de los trabajadores registrados en el sector privado cayó 4,2% contra igual período de 2020 y 5,3% en comparación a 2019. Por esa razón, la decisión oficial fue apretar el acelerador para evitar una caída en los meses posteriores.
Todas las negociaciones paritarias se ubicaron en un rango que va del 40 al 45%, una cifra que en Casa Rosada confían será necesaria para que este año los salarios puedan ganarle a la inflación. A sólo una semana de las PASO, se espera llegar a las Generales de noviembre con la actividad económica en pleno crecimiento y los trabajadores con la expectativa de recuperar poder adquisitivo.
Cambios en el Impuesto a las Ganancias
Respecto al piso del Mínimo No Imponible para el pago de Ganancias, ya fue elevado en abril a $ 150.000 brutos mensuales, en el caso de los asalariados, y a ocho haberes mínimos, para el caso de los jubilados. Aún así, la aceleración de la inflación y las actualizaciones de los acuerdos paritarios pueden licuar el efecto de la medida que representó un alivio para cerca de 1,2 millones de personas. En aquella normativa sancionada en el Congreso, quedó habilitada la opción de elevar por decreto el piso de Ganancias en caso de ser necesario.
El diputado nacional del Frente de Todos Marcelo Casaretto presentó un proyecto que estipula subir el tope hasta los $ 180.000 para el descuento de Impuesto a las Ganancias de Cuarta Categoría y las deducciones.
"Los registros de aumentos de precios mensuales medidos por el INDEC han estado por encima de la inflación prevista, por lo que los aumentos acordados entre patronales empresarias y sindicatos por rama de actividad en paritarias, evolucionaron al 35%, luego al 40% y posteriormente llegan hasta un 47% y 49%, más montos fijos, y con cláusulas de revisión entre octubre y noviembre de este año. De esta manera, los porcentajes de aumentos de cada rama de actividad se abonan en cuotas, mensuales, bimestrales o trimestrales, con una gran dispersión. Entonces en este contexto, la actualización de la deducción especial del Impuesto a las Ganancias no puede actualizarse en forma anual, sino en forma periódica", argumentó el texto legislativo.
Igualmente, cabe recordar que a partir de 2022 las actualizaciones se harán de manera automática y de acuerdo al avance de los salarios según la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte).
Antes de la última modificación sancionada, cerca de 2,4 millones de trabajadores pagaban Ganancias y a partir del cuarto mes del año 1,2 millones quedaron desafectados del gravamen. La intención es que menos del 10% de los trabajadores registrados paguen este tributo, un esquema similar al que había hasta 2015.