Tras 18 meses de parate por la pandemia por el COVID-19, la actividad industrial en Córdoba da señales de reactivación. Por caso, Stellantis, la alianza automotriz entre la ex Fiat Chrysler (FCA) y la ex Peugeot Citroën (PSA), va a producir en Córdoba 70 mil unidades del Fiat Cronos en 2021. La cifra sólo es superada por la japonesa Toyota, que en su planta de Zárate fabrica la pick up Hilux, produce allí 140 mil unidades de Hilux y SW4; y para 2022 estima crecer hasta las 150 mil unidades.
La última vez que Fiat copó el mercado nacional fue en 1993 con el modelo Duna; y ahora, casi tres décadas después aspira a cubrir la demanda nacional de vehículos chicos/medianos con el Cronos, por lo que las proyecciones de Stellantis para su planta de Fiat Auto del barrio cordobés de Ferreyra son auspiciosas.
De los 70 mil vehículos que producirá el gigante automotriz en su planta cordobesa; 40 mil unidades serán destinados al mercado interno; mientras que los 30 mil restantes se exportarán a Brasil; mercado donde funciona muy bien el Cronos. La exportación de ese volumen de vehículos le servirá a Stellantis importar una cifra similar de modelos de las pick ups Strada y Toro; produciendo un equilibrio en la balanza comercial.
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Es que la Casa Rosada impuso un régimen de importaciones estricto para evitar la fuga de dólares. En la industria automotriz hay componentes y autopartes que, por tecnología, deben ser importados, pero otros componentes pueden producirse en el país, y las compañías los importan desde los países del Este europeo a menores costos.
El CEO de Stellantis y ex Fiat Chrysler, Antonio Filosa, se aseguró en el mercado internacional y en las negociaciones con el Gobierno nacional la provisión de componentes importados para poder abastecer su producción y así quedarse con una porción importante del mercado interno y además exportar al vecino gigante, para aprovisionarse de dólares y poder seguir importando componentes y vehículos.
Desde el gremio mecánico SMATA, José Porras, secretario general de la Regional Córdoba señaló que no sólo hubo un repunte en Stellantis, sino en las cuatro automotrices que operan en esta provincia: “La planta de autos de Fiat; Iveco que hace camiones; CNH que se dedica a la maquinaria agrícola; Renault y Nissan están trabajando muy bien. Nosotros registramos unos 800 nuevos ingresos en los últimos meses. El problema que presentan las automotrices en estos últimos días es la falta de un insumo que viene de afuera y no se produce en el país; por eso hay sectores parados en alguna de las fábricas. Pero hasta el mes pasado venía creciendo la producción y la demanda”.
Mientras que el vocero de SMATA, Leonardo Almada, le contó a El Destape que “el faltante de piezas o componentes importados es real; pero una cosa es que al vehículo le instalen un componente que exclusivamente se realiza en otro país; y otra cosa es no incorporar componentes que hay en el mercado nacional”. Precisamente, en esa disputa con las automotrices se encontraron la Casa Rosada, los gremios y las autopartistas; que proveen componentes a las grandes fábricas.
En el caso del Cronos, que se fabrica en la planta de Fiat en Ferreyra, hay un equilibrio de autopartes: 50% nacional y 50% importado. En la planta bonaerense de Zárate, Toyota fabrica la Hilux con un 60% de piezas nacionales. Pero hay casos, como los vehículos de Renault que tienen 70% de componentes importados.
La fabricación de vehículos por parte de las grandes automotrices mueve a decenas de PyMEs autopartistas, por caso, Gestamp y Tiberina fabrican estampados en Córdoba, al igual que Magna, que fabrica asientos para Fiat y Renault. Nissan en su planta de Santa Isabel utiliza chasis nacionales, que son el 40% del vehículo.
Un ejemplo de la reactivación industrial se dio en la planta de camiones Iveco, que vendió todo su playón de estacionamiento donde tenía el stock de camiones y debió ponerse a producir nuevas unidades por la alta demanda. ¿La causa?, con la pandemia creció exponencialmente el transporte de bienes y servicios y las empresas salieron a comprar camiones.
El panorama actual difiere radicalmente con el panorama en las automotrices que había en la época de prepandemia: en octubre de 2019, durante los últimos meses de gobierno de Mauricio Macri, en su planta cordobesa de barrio Santa Isabel, Renault producía 160 vehículos por día y ocupaba a 500 operarios a la mañana; mientras que los 250 del turno tarde fueron pasados al turno mañana a realizar “tareas no operativas” y fueron pasados al turno mañana. Las tareas no operativas incluían mantenimiento y remodelación de algunos sectores de la planta. En Iveco y Fiat Chrysler Automobiles la situación no era mejor a fines de 2019 donde se dispusieron retiros voluntarios “por goteo”, obreros que se acogían a las indemnizaciones y estaban pronto a jubilarse.
Hoy en las automotrices que tienen convenio con SMATA trabajan unas 5.000 personas, entre obreros y administrativos; y una cifra similar lo hace en las autopartistas. También es alto el número de trabajadores en las concesionarias, Maipú emplea a 800 trabajadores y Autocity a 500.
En los primeros meses de pandemia, para evitar despidos, las automotrices firmaron un acuerdo con SMATA, por el cuál los trabajadores recibían el 75% del salario. En el caso de los trabajadores metalúrgicos, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) nacional consiguió un acuerdo del 86% del salario.
Desde la Regional Córdoba de la Unión Obrera Metalúrgica, el secretario general Rubén Urbano explicó a El Destape que “en las autopartistas hubo muy mucho trabajo hasta hace unos días. Ahora, Volkswagen tiene suspensiones por 10 días por la falta de un chip que se produce en Indonesia. El faltante es mundial y afecta también a Ford e Iveco. Pero los empresarios debían tener la previsión para asegurar la provisión de esos componentes”.
El dirigente metalúrgico detalló que “en algunos casos los compañeros hicieron horas extras, sábado y domingo, por la alta demanda de las automotrices”. Incluso, en la autopartista Montich que fabrica chasis de camiones, la demanda laboral creció entre un 30% y un 40%. Sobre el intercambio comercial con Brasil, Urbano advirtió: “El flex es desigual, no se cumple con el equilibrio. Desde la dictadura hacia acá, ningún gobierno nacional se puso en serio a diseñar un programa de industrialización y producción”.
Además del sector autopartista, la UOM tiene afiliados en los sectores de construcción, electrónica y línea blanca. “La reactivación de la construcción, también impactó en la fabricación de aberturas. Tuvimos un crecimiento de la producción y la mano de obra de las metalúrgicas que proveen materiales para la construcción. Pero también hubo crecimiento en los sectores de línea blanca, como lavarropas y cocinas; así también como en las PyMEs de electrónica”.
Las PyMEs metalúrgicas que tienen convenio con UOM, registraron en el último año un crecimiento en la toma de personal de hasta un 15% promedio.
Créditos de la Provincia
A tono con esta reactivación, el Gobierno provincial a través del Banco de Córdoba presentó esta semana cuatro líneas de créditos a tasa bonificada destinadas “a empresas ya instaladas o por instalarse, en el marco del Programa Parques Industriales Verdes”. Una de esas líneas crediticias está destinada a financiar la construcción de naves y galpones verdes en algunos de los 35 parques industriales de la provincia; mientras que los otros tres créditos “se destinarán a financiar Proyectos Sustentables, Nuevas Tecnologías y Conexión de Gas”.
El ministro de Industria, Comercio y Minería, Eduardo Accastello ponderó la puesta en marcha de estas líneas de financiamiento: “Es muy importante y estratégico este esfuerzo del banco de Córdoba de impulsar un crédito que es único en lo que hace al desarrollo de las naves sustentables verdes. Tiene que ver con la capacidad de cambiar la matriz energética en los parques industriales”.
Por su parte, María Amelia Chiofalo, coordinadora de Parques Industriales del departamento Río Cuarto, en el sur provincial declaró a El Destape que “el ministro Eduardo Acastello ha dado un gran impulso a las políticas públicas de desarrollo agroindustrial de la provincia de Córdoba especialmente en relación a los Parques Industriales. Actualmente en los 35 parques industriales distribuidos en todo el territorio provincial funcionan más de 1.000 empresas que podrán acceder a estas cuatro líneas de financiamiento del Banco de Córdoba”.
Chiofalo agregó que “el modelo de gestión impulsado por el gobernador (Juan) Schiaretti y el ministro Accastello beneficia a quiénes invierten y crean trabajo. Córdoba es parte de esta reactivación industrial en medio de la pandemia, cada puesto de trabajo que se genera por parte del sector privado, contará con el apoyo del Estado”.