El monto de circulante en poder del público (sumando los depósitos a la vista) se ubica en su máximos para una economía como la argentina. Según un informe de coyuntura que realizaron economistas del Frente de Todos de la Provincia de Buenos, bajo la coordinación de Roberto Feletti, el total de pesos nominados (circulación+depósitos) alcanza al 28 por ciento del PIB, ubicándose en los rangos máximos de monetización tolerada por una economía bimonetaria como la argentina, que es del 30 por ciento del PIB. En su segundo informe de coyuntura los especialistas analizan el desempeño de la actividad a nivel nacional durante el primer bimestre del año y trazan un pronóstico optimista de cara a lo que resta de 2021, aunque alertan sobre la existencia de límites concretos al crecimiento.
Entre los limitantes que encuentra el informe se destaca, además del límite a la emisión de pesos, factores externos que aceleran la salida de capitales de economías emergentes. La suba del rendimiento de los bonos a 10 años del Tesoro de los Estados Unidos equivalente 70 puntos básicos (de 0,92 a 1,62 por ciento) desde el inicio del año y la devaluación sostenida del real en Brasil, del 29,2 por ciento en el 2020 y del 5,7 por ciento en lo que va del 2021, son los dos hechos que tendrán impacto en restar liquidez disponible para los países emergentes, "por la opción de inversión más rentable y segura que representan". El primero impacta a través del alza del riesgo país argentino, en su comparación con los bonos del Tesoro estadounidense, mientras que el segundo afecta negativamente el flujo comercial.
El documento que dirige el secretario administrativo del Senado de la Provincia de Buenos Aires remarca que "el desendeudamiento y el superávit comercial son las claves para volver a crecer". En ese sentido detalla que eso implica la necesidad de "subordinar el acuerdo con el FMI al crecimiento de la economía; reducir la presión tributaria sobre los trabajadores alcanzados por el impuesto a las ganancias y desdolarizar las tarifas de energía que constituyen un factor de erosión del salario", en sintonía con las palabras del presidente Alberto Fernández del 1° de marzo.
Los y las economistas que elaboraron el informe evalúan que “el esfuerzo enorme que realizó el Gobierno durante 2020 para amortiguar el impacto de la pandemia sobre la actividad y el empleo acotó las posibilidades de utilizar la política fiscal y monetaria como dinamizadores de la economía”. El cuadro presupuestario de enero revertió parcialmente el desequilibrio, al presentar un superávit primario de 24.074 millones de pesos (3,2 por ciento de los ingresos), con una variación interanual de la recaudación del 49,9 por ciento y de las erogaciones primarias del 43,9 por ciento.
"El objetivo es que la tasa de crecimiento de los ingresos evolucione por encima de la del gasto cerrando paulatinamente la brecha. A la vez se espera que el incremento del PIB afirme la demanda de moneda nacional y consecuentemente el volumen absoluto de pesos en la economía pueda aumentar", explica el Informe de Coyuntura. "Algún signo favorable se verifica en el aumento de los depósitos a plazo fijo nominados en pesos que alcanzó el 5,3 por ciento en lo que va del año con una la tasa de interés estable", agrega el documento. Sin impulsos monetarios y fiscales a la demanda, adicionales a los vigentes, la recuperación dependerá de las decisiones del sector privado y sus expectativas.
En cuanto a la calma cambiaria, el análisis alerta sobre el volumen de reservas disponibles en las arcas del Banco Central. La cuenta corriente cambiaria operó superavitaria (3610 millones de dólares), pero ese resultado positivo fue insuficiente para solventar el déficit que presentó la cuenta financiera (-9238 millones de dólares). La cuenta capital registra movimientos mínimos.
En el trimestre agosto/octubre convergieron resultados negativos en ambos componentes del mercado cambiario y fue determinante de las tensiones con la cotización del tipo de cambio que atravesaron ese lapso. La mayor incidencia en el resultado negativo de la cuenta financiera fue la cancelación de deuda privada con el exterior (4094 millones de dólares) y financiaciones locales nominadas en moneda extranjera (4725 millones de dólares). "El cuadro del sector externo del 2021 no es sustentable con otro egreso de capitales por este concepto", aclara.
"La balanza comercial superavitaria es el principal proveedor de un flujo positivo de divisas para equilibrar al sector externo. Si dicho flujo se reduce y la cuenta financiera sigue presentando déficits relevantes, la sostenibilidad de las cuentas externas puede verse comprometida", concluye.