Tres autos de competición que ingresaron al país para correr en el Campeonato Argentino de Rally despertaron sospechas por parte de la Aduana, que cree haber identificado el ardid típico de la figura de contrabando en la maniobra.
Los vehículos en cuestión son tres Hyundai i20 NG, preparados especialmente en Alemania para la alta competencia, y su comercialización está limitada a pilotos y equipos de carrera a un valor que supera los 200.000 dólares por unidad.
A través de un comunicado, el organismo informó que los automóviles ingresaron a la Argentina desde Chile a través del Paso Internacional Cristo Redentor como carga de un camión.
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Cuando la Aduana le pidió a la importadora la documentación, ésta presentó un contrato que establecía que los tres vehículos, junto con los repuestos necesarios para competir durante todo el año en el Campeonato Argentino de Rally, eran cedidos por una empresa chilena a otra argentina en forma de comodato, es decir, un préstamo gratuito.
Lo que llamó la atención de los agentes aduaneros fue la extensión de tan sólo cuatro renglones del contrato, ya que por el valor de la mercadería (superior a los 600.000 dólares) y el deterioro natural que le produciría correr a velocidades extremas durante alrededor de diez meses, la documentación resultaba inverosímil, indicaron desde la Aduana.
Asimismo, una inspección más exhaustiva de los inspectores aduaneros fue encontrando elementos que, entienden, apuntarían a infracciones adicionales.
Por un lado, un motor que el año pasado se importó registrando un valor en torno de 18 mil dólares, en esta destinación se registró en apenas US$ 2.500. Por otro lado, los agentes del organismo constataron que repuestos que habían sido declarados como usados, en realidad son nuevos.
Además, destacaron que la persona cuyo nombre figura en la importación de los autos, es la esposa de un piloto de rally que tiene el antecedente de haber sido condenado como partícipe necesario del delito de contrabando calificado de estupefacientes.
Los coches serían conducidos, según la documentación presentada ante la Aduana, por el reconocido piloto Federico Villagra múltiple campeón de rally así como también el mencionado esposo de la mujer que figura en la documentación y el hijo de ambos.
Finalmente, investigaciones preliminares encontraron el antecedente de que estos mismos vehículos de rally Hyundai i20 habían ingresado bajo el régimen de importación temporal el año pasado, para competir en el Campeonato Argentino de Rally.
Sin embargo, se encontró que también fueron utilizados en el campeonato cordobés, para el cual no estaban autorizados, lo cual constituye una infracción al artículo 970 del Código Aduanero. Por esa razón, podría caber una multa superior a 40 millones de pesos, según se informó.
Los agentes de la Aduana en este momento trabajan con dos hipótesis: una es que los coches habrían sido alquilados no cedidos, lo cual obligaría a que la operación tribute en el país o bien, que en realidad los argentinos son dueños de los autos, situación que también los haría pasibles de tributos ante el fisco.
En este marco, señalaron que si se comprobara que la maniobra es un hecho de contrabando, la Aduana no sólo secuestraría los automóviles en cuestión, sino que, por el valor de la mercadería, podría aplicar una multa que, como mínimo, superaría los 110 millones de pesos.
Así, sumado a la multa por las irregularidades encontradas en la importación del año 2022: las sanciones estarían por encima de $150 millones.
Con información de Télam