La economía del Reino Unido se encuentra en estado de incertidumbre a medida que las tasas hipotecarias experimentan un salto sin precedentes en respuesta al aumento de las tasas de interés del Banco de Inglaterra (BoE) e impactan en los bolsillos de los británicos.
Según la firma de información financiera, Moneyfacts, la hipoteca de tasa fija promedio para un contrato de cinco años alcanzó 6,01% mientras que para dos años se sitúa en un alarmante 6,47%.
La suba de las tasas hipotecarias se produce en un contexto en el que los precios de la inflación no disminuyen tan rápido como se esperaba, llevando al Banco de Inglaterra a elevar la tasa base en un intento por controlar la inflación.
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El índice de inflación anual del Reino Unido se encuentra actualmente en el 8,7%, una cifra ya de por sí preocupante, y este aumento se traslada a las tasas hipotecarias.
Con 2,4 millones de acuerdos de tasa fija previstos para vencer hasta finales de 2024, de acuerdo al análisis de la firma UK Finance, esta situación amenaza con poner en peligro a miles de hogares británicos.
Mientras tanto, el primer ministro británico Rishi Sunak instó a los propietarios de viviendas a "mantener la calma" ante el aumento de las tasas.
Sin embargo, los inquilinos y propietarios de viviendas como Rose Askwith, una maestra de escuela primaria de 38 años, se enfrenta a un futuro incierto, según le dijo a la BBC.
Sus pagos mensuales pasarán de 550 libras (equivalentes a US$ 700), a 1.200 (US$ 1.527), si se le asigna una tasa variable, lo que supone un desafío para mantener a su familia.
Por otro lado, los bancos británicos fueron convocados por la Autoridad de Conducta Financiera (FCA, por sus siglas en inglés) para que expliquen por qué las bajas tasas de ahorro siguen sin subir en comparación con las altas tasas hipotecarias.
En este escenario, los propietarios de viviendas y los inquilinos siguen a la expectativa ante la posibilidad de un endurecimiento en sus condiciones de vida.
No obstante, en medio del clima financiero incierto, hay señales de un posible cambio, según Simon Roberts, director ejecutivo de Sainsbury's, el segundo supermercado más grande del Reino Unido, que dijo que la inflación de los alimentos está comenzando a disminuir.
Los precios de los 100 productos más populares del minoritario experimentaron una caída en el último trimestre, señalando una tendencia hacia a la baja.
Sin embargo, a pesar de este indicio positivo, las cifras oficiales muestran que la tasa de inflación de los alimentos aún se mantiene en un 18,3% obstinadamente alto.
Con información de Télam