Fanazul, la fábrica de pólvora y explosivos perteneciente a la empresa estatal Fabricaciones Militares reabrirá sus puertas, en un acto que se realizará en las inmediaciones de la unidad productiva y que será encabezado por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Defensa, Jorge Taiana. La actividad estaba prevista para este martes, pero debido a cuestiones meteorológicas se suspendió y se espera la nueva fecha para su realización. La empresa había cerrado con la gestión de Mauricio Macri y ahora no solo retomará su actividad, sino que exportará con valor agregado.
La reapertura oficial se da a cinco años del intento de cierre que impulsó la administración de la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal con el despido de más de 200 empelados, situación que convirtió a la fábrica en un caso emblemático de lucha por los derechos de los trabajadores. Ollas populares, más de mil días de acampe, cortes en las rutas 51, la 3 y la 226; marchas; dos grandes movilizaciones desde la localidad de Azul hacia Ciudad de Buenos Aires, y la conformación de un comité de crisis fueron parte de esa resistencia que consagró a Fanazul como un ícono de lucha que en determinados momentos deben librar los trabajadores en pos de mantener sus puestos laborales.
A lo largo de su historia, la firma dedicó su producción a la elaboración de TNT, DNT y otros derivados de la nitración del Tolueno, explosivos gelatinosos, agentes de voladura, explosivos pulverulentos, emulsiones, boosters y carga de proyectiles para las Fuerzas Armadas. En sus 76 años llegó a ser la única productora de TNT de América del Sur y planta de carga de proyectiles de mediano y alto calibre, mientras producía para la industria civil nitrocelulosas para pinturas, gelamones y varios productos para la minería.
A diferencia de lo sucedido en el pasado, lo que se exportaba para el mercado latinoamericano (Perú y Bolivia) era el material con el cual se diseñaba la dinamita en el extranjero. Según apuntaron desde el Gobierno a El Destape, "ahora se empezó a exportar dinamita y se retomó con valor agregado argentino, sumado a la generación de divisas". En el período de reactivación, se ejecutó una inversión de más de 5 millones de dólares y se prevé una inversión total estimada, entre 2020 y junio 2023, de 6,5 millones de dólares.
Según precisaron desde Fabricaciones Militares, en contraste con las 16 personas que habían quedado, hoy son 114 los agentes que tienen asignadas tareas en una fábrica que está lista para volver a producir. "Hubo casi 100 reincorporaciones o incorporaciones nuevas, se fue incorporando recurso humano y se sumaron cuatro pasantes de ingeniería de la Universidad Nacional del Centro (Unicen)", detalló a la agencia Télam Oscar Galante, vicepresidente de Fabricaciones Militares.
También que en este lapso se reactivó el centro de destrucción de explosivos; recuperar las calderas de vapor; los tanques de ácido; el sistema de calefacción de la glicerina y las cañerías, y se adquirieron equipos de grupos electrógenos, compresores de aire y de amoniaco, se firmaron convenios con la Unicen, con el INTA, y se volvió a instalar un alambrado perimetral para resguardar las instalaciones.
La historia de Fanazul
Ubicada a unos 32 kilómetros del centro de la ciudad de Azul, Fanazul fue inaugurada en 1946, y desde sus inicios estuvo destinada a producir bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades. Durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, Fanazul se reactivó, luego de un fallido intento de privatización en la gestión de Carlos Menem.
Entre 2003 y 2015 se incorporó personal e inversión a la empresa, y de esta forma "estuvo dentro de los estandartes internacionales", comentó a Télam Oscar Galante, vicepresidente de Fabricaciones Militares. Fue así que, para 2015 había cinco plantas productivas dentro de la unidad: la de Nitroglicerina, Trinitrotolueno, Emulsiones explosivas, Planta de Proyectiles, y el servicio de Destrucción de Materiales Explosivos.
Pero el proceso se interrumpió cuando el gobierno de Cambiemos determinó, en ese fin de año de 2017, el cierre de la fábrica para "achicar gastos" del Estado.El desmantelamiento se dio entre diciembre de 2017 y 2019. Recién en 2020, con el cambio de gobierno, se decidió la reapertura y reconstrucción, con una pandemia de coronavirus mediante que demoró el proceso. Ahora, tras años de paralización se prepara para elaborar el Mastermix, un tipo de explosivo que fue encargado por Perú.