El Banco Central determinó este jueves un nuevo paso en la apertura comercial que impulsa el gobierno de Javier Milei, al flexibilizar el cepo a las importaciones para las pymes, que ahora podrán recibir el dólar mayorista en un plazo de 30 días, en vez de un máximo de 120 días como hasta ahora.
"Las empresas que califiquen dentro del segmento MiPyME tendrán la posibilidad de pagar sus importaciones de bienes en un plazo de 30 días. La medida alcanza a todas las importaciones con despacho aduanero a partir del 15 de abril que previamente tenían plazo de pago en cuotas a 30, 60, 90 y 120 días", anunció el BCRA en un comunicado.
Además, aclaró que "para el caso particular de importaciones de bienes de capital, las empresas de este segmento podrán pagar en forma anticipada hasta un 20% del valor del bien a importar", según determinó luego de su habitual reunión de directorio de los jueves.
La entidad monetaria conducida por Santiago Bausili destacó que "el permitir reducir los plazos de pago de las importaciones de las MiPyMEs para alinearlas con las prácticas habituales del comercio internacional, se estaría normalizando el flujo de importaciones para alrededor de 20.000 empresas que conforman un núcleo fundamental de generación de empleo y crecimiento económico". "La mayor previsibilidad y eficiencia de pagos al exterior redundará en mejoras de planificación, de operación financiera y de costos de las MiPyMEs, contribuyendo a una disminución en la tasa de inflación", agregó el BCRA.
De este modo, el Gobierno espera empezar a evitar la acumulación de nueva deuda comercial, que se incrementó en 9.470 millones de dólares desde diciembre del año pasado y febrero. Además, todavía queda la deuda por importaciones acumulada durante el gobierno anterior, que la actual administración transformó en promesa de pago mediante los BOPREAL.
En diciembre pasado, el Ministerio de Economía, junto al propio BCRA, había avanzado en el marco legal para la apertura de las importaciones mediante el reemplazo de las viejas SIRA por las SEDI, que llevarían únicamente un control estadístico.
Sin embargo, las importaciones siguieron restringidas de hecho por los plazos diferenciales aplicados por la entidad monetaria para girarle a las empresas los dólares pedidos. Es decir, el Banco Central siguió dando prioridad a la importación de algunos bienes por sobre otros, postergando hasta un máximo de 120 días el acceso al MULC para bienes no prioritarios. Ahora, al contrario, se redujo el plazo para pymes a 30 días en todos los casos.