El Gobierno nacional retomó la construcción de viviendas que habían sido víctimas del abandono macrista producto de los violentos recortes fiscales y la intención de realizar negociados con privados. En un acto que dejó en evidencia la unión del Frente de Todos, Alberto Fernández también anunció el martes tres nuevos desarrollos urbánisticos en el marco del Procrear, que implicarán una inversión de 1502 millones de pesos.
Decidido a priorizar las necesidades ante el déficit de casa propia, el Ejecutivo avanza en la entrega de inmuebles en los predios donde tuvo lugar el Procrear II, como en Ezeiza, Canning y Tandil (Buenos Aires), Estación Buenos Aires (CABA) y Viamonte (Córdoba). A esto se le suman las 11.000 viviendas que fueron construidas durante el kirchnerismo y abandonadas por el macrismo con el objetivo de privatizarlas.
Sobre estas últimas se dirigieron las críticas de algunos medios respecto al grado de avance de estas obras al momento de sortear y adjudicarlas. Se trata de viviendas construidas en barrios urbanizados por la gestión oficial hasta 2015, con un grado de avance de 70 por ciento o menos, que el macrismo se fue del gobierno sin entregar.
En total son 14.300 viviendas (11.000 terminadas completamente) que recibió el gobierno actual del macrismo. El abandono respondió a cuestiones burocráticas de habilitación de servicios y a una lógica especulativa del gobierno que frenó el programa. El caso más emblemático es del predio de la Estación Buenos Aires, que terminó con un acuerdo con la administración de Horacio Rodríguez Larreta para poder entregarlas y continuar con las obras allí.
De dónde son estas viviendas
Entre 2012 y 2015 el Procrear generó uno de cada tres puestos de trabajo de la industria de construcción, quedando en el imaginario colectivo como un verdadero instrumento de política pública de generación de empleo. El Procrear se lanzó en 2012 con un objetivo de 400.000 viviendas.
Dentro de ese programa había una línea de compra de terreno y construcción de vivienda, financiando el 100 por ciento del valor de ambos. Los Desarrollos Urbanísticos eran parte de esta línea, con áreas para el uso público, locales comerciales, áreas destinadas para alojar equipamientos de salud, educación, recreativos además de contar con adaptación a personas con capacidades diferentes.
Se construyó una vivienda por cada 50 adaptada para personas con movilidad reducida, lo que los ubica en la vanguardia mundial respecto a parámetros de desarrollo urbano y vivienda del mundo. En estos desarrollos se incluyeron 950 locales que podrían alquilarse o entregarse en leasing con facilidades, lo que, además de estimular la actividad en esos barrios y empujar la rueda del consumo, alivia el acceso al emprendedor.
Hasta 2015 se utilizaba como modalidad la cesión de terrenos nacionales o subnacionales (provincias y municipios) a los cuales se les otorgaba un certificado de participación fiduciaria y se iniciaba las obras. Al ser terminada, el Estado nacional pagaba el valor del terreno (casi como una donación), aunque el esfuerzo había sido el desarrollo. Una alternativa a este esquema que se baraja es la posibilidad de comprar o vender los terrenos a privados. El macrismo congeló los avances de las obras con la intención de licitarlo a privados.
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Un caso testigo de abandono
Entre 2012 y 2015 se realizaron 172.000 viviendas del Procrear, de las cuales 22.500 se construyeron en 67 desarrollos urbanísticos ubicados en Ciudad y Gran Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, Corrientes, Santa Fe, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan, Misiones, Chubut, Chaco, Santa Cruz, Tierra del Fuego, San Luis, la Pampa, Tucumán, Neuquén y Entre Ríos.
Un caso testigo del abandono del plan por parte del macrismo es la Estación Buenos Aires. Luego de meses de puja por el futuro de uno de los proyectos más grandes del programa, el comité ejecutivo de Procrear firmó un acuerdo con el gobierno de Ciudad para viabilizar las entregas de viviendas construidas en el predio.
El complejo de 2396 departamentos forma parte de la línea de Desarrollos Urbanísticos que ofrece el esquema de acceso a la vivienda que ideó el kirchnerismo en 2012. El predio consta de un terreno de 18 hectáreas ubicado en el límite de Parque Patricios y Barracas, entre las calles Amancio Alcorta, Miravé, Lavardén y Luna. Se trata del Desarrollo Urbanístico más grande del país.
El mismo comenzó a ejecutarse en 2013, luego de la cesión de tierras nacionales y el financiamiento del Estado a través del Banco Hipotecario. En aquel momento, Nación se hizo cargo de todos los costos correspondientes, incluida hasta cuotas de ABL adeudas por décadas. En febrero de 2019, cuando la gestión de Macri dividió el control del otorgamiento de unidades habitacionales entre Nación y Ciudad exclusivamente para este proyecto.
Macri se encontró con 380 viviendas entregadas en el marco de este convenio, con todos los gastos y costos afrontados por Procrear, y donde no se había recuperado un solo centavo por estas unidades habitacionales. El monto se estimó en más de 1500 millones de pesos, que había sido invertido por el Estado a través del FGS. Sin embargo, ese dinero no se recuperó porque el viejo convenio firmado con la Ciudad estipulaba que solamente Procrear iba a cobrar si las viviendas estaban en condiciones de ser escrituradas.