La Justicia federal procesó a un empresario por la presunta simulación en la importación de productos tecnológicos de escaso valor agregado, al declarar US$ 1,5 millones cuando su valor de plaza era de US$ 30.000 dólares.
La causa se inició por una denuncia de la Aduana sobre la "empresa importadora KMC Fueguina S.A y la jueza Mariel Borruto también procesó a su despachante por este delito que se investiga en el contexto de una alta brecha cambiaria.
La Aduana sostiene que se aprovechó el régimen especial de Tierra del Fuego para sobrefacturar la importación y acceder a los dólares en el mercado oficial, con el presunto perjuicio fiscal de US$1,5 millones, que luego habrían sido girados a una cuenta de la empresa en el estado de Delaware de Estados Unidos, de baja tributación y que no aporta datos al régimen de intercambio impositivo entre la Argentina y ese país, según detalló hoy un comunicado de prensa de la entidad.
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El organismo que conduce Guillermo Michel indicó que en julio, la Aduana detectó una operación de sobrefacturación de basura tecnológica, en la cual se intentó simular la importación de productos tecnológicos cuando en realidad se trataba de materiales de escaso valor. Mediante un operativo, el organismo consiguió recuperar US$1,5 millones.
La maniobra ilícita fue denunciada por la Aduana ante la justicia el pasado 21 de julio, consistía en importar supuesto material tecnológico al Área Aduanera Especial de Tierra del Fuego, pero que en realidad se trataba de simples cajas vacías o basura tecnológica, principalmente carcasas, para simular que se estaba enviando un verdadero producto", apuntó el funcionario.
Según explicó Michel, la mercadería tenía como origen China, pero estaba facturada por una empresa extranjera con sede en los Estados Unidos, concretamente en el estado de Delaware, y habría sido constituida el 15 de mayo de 2020. Por esta razón, la Aduana le pidió información sobre esta sociedad al organismo de control del lavado de dinero de ese país (Fincen), a través de la justicia.
Lo que llamó la atención de la Aduana fue que las facturas que amparaban las destinaciones tenían como fecha de emisión marzo de 2020. Es decir, más de dos años antes de las supuestas importaciones e incluso dos meses antes de la creación de la propia empresa trader en Estados Unidos. Por tal motivo, estos paquetes entraron al canal rojo y fueron exhaustivamente examinados, precisó Michel.
Para la Aduana, la basura tecnológica se pretendía importar a US$ 1,5 millones, cuando en realidad el valor de la mercadería no superaba los US$ 30.000 (el valor residual del plástico y el aluminio de los equipos simulados).
La Justicia Federal de Río Grande dictó el procesamiento sin prisión preventiva para el CEO de la compañía Mario Norberto Witomski en calidad de autor del delito y de su despachante de aduana Cinthia Giandomenico como partícipe necesario, con una traba de embargo sobre los bienes por $ 50 millones y $ 30 millones, respectivamente, afirmó.
Asimismo, resolvió la continuidad de prohibición de salida del país ordenadas oportunamente para ambos sujetos.
Con información de Télam