Luego de Aerolíneas Argentinas y el Belgrano Cargas, el Gobierno anunciará este jueves la privatización de la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), una compañía nacional que juega un papel central en los sectores clave para el desarrollo, entre ellos las energías renovables, hidráulica, nuclear. Tras el guiño esencial del gobierno de Mendoza, se informará el resultado de la presentación de la oferta privada que le permita a la administración libertaria desprenderse de la firma.
El Ministerio de Economía, a través de la secretaría de Coordinación de Producción, que conduce Juan Alberto Pazo, había llamado a la licitación pública nacional e internacional para la venta del 100% de las acciones clase C (estatales) de IMPSA. El plazo para la presentación de ofertas fue abierto desde el 1 de octubre y se cierra este jueves 31 de octubre. El Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP) y la provincia de Mendoza, que poseen el 63,7% y 21,2% del capital social, respectivamente, pusieron a la venta oficialmente la totalidad de sus acciones clase C de IMPSA, que conforman el 84,9% del capital social.
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La licitación estuvo abierta a terceros y actuales accionistas que adquieran el pliego y cumplan con las condiciones establecidas. La presentación se realizará hasta el 31 de octubre y la apertura será ese mismo día, a las 17.
La sociedad Cornejo-Milei fue clave para vender IMPSA
En septiembre, Mendoza dio un paso clave hacia la privatización de IMPSA, tras la aprobación en el Senado provincial de una ley que autoriza la cesión de sus acciones. El destino de la empresa, con sus 720 empleados y su relevancia en sectores estratégicos parece destinada a chocarse con la llegada de inversores extranjeros, como ARC Energy.
Según especulan fuentes cercanas a la compañía, la empresa norteamericana ARC Energy presentará una oferta de compra de la mayoría accionaria de IMPSA. Lo curioso es que la descapitalización -adrede- por parte del Estado nacional asfixió las cuentas de la empresa hasta el punto de prever que la oferta de compra podría ser cero, o tal vez un puñado de millones de dólares. Esto se debe a que IMPSA era requerida por distintas áreas estatales para concretar trabajos que ahora son inexistentes por el fuerte ajuste que ejecuta el Gobierno en todas sus dependencias de influencia.
"Cada interesado hará la oferta que considere en función de los pasivos y activos de la empresa y de los negocios que crea que puede hacer. Cualquiera que la compre se va a tener que hacer cargo de la deuda", sostuvo a este medio una persona especializada en el andamiaje de la compañía.
En 2021, el gobierno de Alberto Fernández decidió estatizarla, en un intento por salvar la empresa de la quiebra y preservar los más de 700 puestos de trabajo que generaba. En ese momento, el Estado adquirió el 63,7% de las acciones, inyectando 15 millones de dólares para mantener las operaciones, mientras que la provincia de Mendoza aportó otros cinco millones para asegurar su participación en la estructura accionaria.