Presupuesto 2025: el gasto primario alcanzaría el porcentaje sobre PBI más bajo de toda la serie histórica

Un informe alertó que el próximo año el gasto primario caería 30 puntos y se ubicaría 43% por detrás del nivel de 2015, agravando el brutal ajuste ya aplicado en 2024 por la administración Milei. Entre los recortes, no se actualizarían los bonos previsionales y sería el fin de la moratoria previsional.

16 de noviembre, 2024 | 00.05

Este jueves se reactivó en comisiones de la Cámara de Diputados el debate en torno al proyecto de Presupuesto 2025. El oficialismo no logró avanzar con un dictamen de mayoría por lo que las reuniones continuarán este martes mientras, a la par y como anticipó El Destape, los gobernadores buscan presionar tras reunirse en el Consejo Federal de Inversiones (CFI). Así, de cara a lo que La Libertad Avanza espera sea un debate en sesiones extraordinarias en diciembre, un informe puso números al impacto concreto del ajuste en marcha: la caída del gasto total real entre 2023 y 2025 alcanzaría el 22% y la del gasto primario el 29%, ubicándose este último un 43% por debajo de 2015. 

Mientras el gobierno de Javier Milei insiste en la política fiscal como el ancla antiinflacionaria de su programa económico fijando metas de superávit fiscal que resultan, incluso, más estrictas que las del propio FMI, desde el Centro de Investigación y Formación CIFRA-CTA analizaron en detalle por dónde pasará el ajuste el próximo año y, lo más importante, cómo impactará en la población. Según advirtieron el proyecto de ley consolida del ajuste del gasto realizado este año, es decir, que se pretende continuar con el recorte en subsidios a servicios públicos y universidades nacionales, en Prestaciones de la Seguridad Social, salarios y planta estatal, en obra pública y transferencias a provincias y municipios, pero a esto se suman nuevos ajustes ya que “la supremacía de lo fiscal tiene como contrapartida, una inédita reducción del gasto”. 

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En relación, el Ejecutivo busca recortar recursos para educación y Ciencia, Tecnología e Innovación, así como que no se actualicen los bonos previsionales e incorpora el fin de la moratoria previsional. Además, se alertó que, en lo referente a la toma de deuda el gobierno busca que se puedan realizar canjes de deuda sin cumplir con los estándares de la Ley de Administración Financiera, sobre lo que se avanzó ya en este año a través del DNU N°846/2024.

Dime a quien ajustas

Tras el debate en la Comisión de Presupuesto y Hacienda y luego de no poder cerrar dictamen de mayoría, el oficialismo citó a reunión para el martes próximo con la intención de tratar el Proyecto de Ley de Presupuesto 2025. El texto establece una “regla fiscal” que consiste en que el Sector Público Nacional debe obtener, a partir de ese ejercicio y en todos los que le sigan, un resultado financiero equilibrado o superavitario y que, en el caso en que los ingresos resulten menores a los previstos, los gastos deberán reducirse en la misma proporción.

En ese esquema, un informe del centro CIFRA, alertó que, como porcentaje del PBI, el gasto primario alcanzaría el nivel más bajo de la serie histórica (12,7%), incluso perforando el piso de 2024. “El aumento previsto en el gasto total para 2025 resulta 0,6% superior al de este año en términos reales y 3,9% en el caso del gasto primario; mientras que ambos se reducen en términos de su peso sobre el PBI. Las metas de superávit generan importantes presiones sobre el nivel del gasto”, señalaron los economistas Mariana González, Nicolás Bonofiglio y Cecilia Garriga y detallaron que asimismo “el gasto total (incluye los pagos de intereses de la deuda) se reduciría hasta el 15,4% en 2025”. Cuando se analiza una trayectoria de mediano plazo, se advierte una pérdida de alrededor de 10 puntos sobre el PIB en relación con 2015. 

Dada la brusca caída del este año, “los aumentos previstos en el proyecto de Presupuesto son marginales y se trata, en definitiva, del mantenimiento del reducido nivel de gasto actual”. De esa manera, la caída del gasto total real entre 2023 y 2025 alcanzaría el 21,7% y la del gasto primario el 29,0%, estando 43% por debajo del 2015. El gasto primario (sin intereses de deuda) tuvo un fuerte recorte durante el gobierno de Macri, se recompuso en los años de la pandemia y luego volvió a niveles similares a 2019, “como resultado del nuevo ajuste, entre 2024-2025 representa alrededor del 57% del realizado en 2015”.

Estos números implican en lo concreto que nuevas partidas sufrirán recortes en el próximo año si avanza el proyecto tal como planea el gobierno. “En la dinámica del gasto para el año próximo se destaca otra fuerte disminución en los Servicios económicos, concentrada en Energía, combustibles y minería. Además, en Seguridad Social, el presupuesto implica que no se actualicen los bonos previsionales que reciben los jubilados y pensionados con haberes más bajos, e implícitamente incorpora la finalización de la moratoria previsional que termina en marzo próximo”, especificaron los investigadores.

Asimismo, se indicó que “se eliminan las metas vigentes por ley en materia de Educación y Ciencia y Tecnología al dejar de destinar del 6% del PBI al gasto consolidado en educación (Ley N° 26.206) y 0,45% para Ciencia, Tecnología e Innovación (Ley N° 27.614). Adicionalmente, el presupuesto para las universidades se mantiene constante respecto al año 2024, pero está 50% por debajo de las necesidades requeridas por las casas de estudio”. 

En materia de proyecciones macroeconómicas para el año que comienza cabe recordar que el gobierno espera un crecimiento económico del 5% siendo “más que optimista” y que estaría motorizado por un desempeño extraordinario de las exportaciones. La inversión, tras el derrumbe de 2024 daría un “volantazo” a partir de 2025, con un 9,9% de crecimiento. El consumo privado y el público crecerían menos que el PBI por lo que, “a pesar del optimismo puesto en las exportaciones y la inversión, el consumo interno quedaría en un nivel más bajo que el de 2023”. 

En el frente externo, la expectativa es de un crecimiento constante de las exportaciones para los próximos años, con valores aumentando cerca del 9%. “En el mensaje del proyecto no se especifica cómo el gobierno espera que se cumplan estas proyecciones. La explotación de Vaca Muerta sería el mayor factor explicativo de ese crecimiento, aunque debería acompañarse con un incremento de otras exportaciones para acercarse a dicho valor”, explican desde CIFRA y alertan que “la balanza comercial superavitaria dependería de los sectores primarios (hidrocarburos, agro, minería) ya que el sector industrial, en un marco de apertura comercial y apreciación de la moneda, sería crecientemente deficitario”.

Para el próximo año, tanto para el tipo de cambio como para la inflación, se proyectan subas interanuales del 18,3%. Es decir, “esto implicaría un brusco descenso de la inflación, de 86 puntos porcentuales, siendo que desde 2009 la inflación anual no se sitúa por debajo del 20%”. 

Cómo cierra el 2024

El brutal ajuste del gasto no es novedad para las y los argentinos. En 2023 el Congreso no aprobó ninguna Ley de Presupuesto, por lo que se prorrogó para 2024 el presupuesto del año previo. “Con el nivel de inflación que se había acumulado desde entonces, ese presupuesto prorrogado carente de realismo permitió al gobierno contar con un margen de acción extraordinario para reducir el gasto total de la Administración Pública Nacional en 24,6% en términos reales y el gasto primario en 29,5%, así como para redireccionarlo y afectar determinadas partidas”, señalaron desde CIFRA-CTA.

A la vez, para lograr los superávits, “se han ‘ocultado’ intereses, capitalizándolos, y convirtiéndolos en deuda con la emisión de nuevas letras. Además, se emitieron bonos en favor de empresas energéticas por deudas contraídas, postergando esas obligaciones”, agregaron. 

Sobre los recortes efectuados es posible detectar tres grandes ejes que explican la caída del gasto en la gestión Milei, y que se pretenden prolongar el próximo año. Por un lado, las Transferencias corrientes, tanto al sector privado como al sector público, tendrían en 2024 una reducción de alrededor de un tercio en poder adquisitivo constante. Se incluyen las vinculadas con los subsidios a las tarifas de los servicios públicos y las que se realizan a las universidades nacionales, entre otras. Por ejemplo, los subsidios a la energía y el transporte cayeron 40,6% en términos reales interanuales. Por otro lado, las Prestaciones de la Seguridad Social explicaron casi el 20% del ajuste total. Asimismo, se suman las Remuneraciones, cuya masa caería 24% en términos reales en 2024, tanto por reducción salarial como por un achicamiento de la planta de personal.

En la clasificación del gasto por finalidad y función el mayor peso lo representan los Servicios sociales, con más del 70%. Estos servicios sufrirían una inaudita reducción real de 22,7% en el año en curso, que se explica principalmente por la caída en los gastos de Seguridad Social (-14,3%), Promoción y asistencia social (-60,4%) y Educación y cultura (-42,2%). En una visión de mediano plazo, el gasto en el total de Servicios sociales se redujo en términos reales 31,4% entre 2015 y 2024, mientras que el gasto en Seguridad Social cayó 27,5%.

Finalmente, en cuanto a los gastos de capital, “las reducciones han sido inusitadas, con una paralización prácticamente total de la obra pública”. Las transferencias a provincias y municipios por este concepto caerían más del 80% en 2024.