Presupuesto 2025: el ajuste que quiere ocultar Javier Milei al subestimar la inflación

La regla fiscal de déficit cero establecida por el Presidente, junto a la suba de precios prevista del 18% para todo 2025, generarán un ajuste extra en un sinnúmero de partidas. Cómo es el mecanismo.

16 de septiembre, 2024 | 15.19

Los supuestos incluidos en el Presupuesto 2025, que presentó el domingo Javier Milei ante el Congreso, incluyen una inflación del 18% para todo 2025. Se trata de una cifra que, remarcan los economistas, no solo subestima la suba de precios real que se prevé para el año próximo. Además permite al Gobierno realizar, de forma oculta, un ajuste en un sinnúmero de partidas gracias a la propia regla fiscal de "déficit cero".

Concretamente, el proyecto de ley elaborado por el Ministerio de Economía de Luis Caputo estima una inflación del 18,3% para todo 2025 "punta a punta" (es decir, diciembre 2024 a diciembre 2025). Se trata de una baja sustancial respecto a la suba de precios a partir del 104,4% prevista para este año por el propio Gobierno.

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La previsión del 18% de inflación para el año entrante es sumamente optimista. De hecho, es de menos de la mitad que el 38,4% previsto para todo 2025 por las consultoras privadas en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) elaborado por el Banco Central.

En ese sentido, el mercado entiende que la cifra es inconsistente con las previsiones para el cierre de este año. "Se plantea una tasa de inflación del 104% para 2024. Dado el registro acumulado de 94,8% durante los primeros ocho meses de 2024, esto se traduce en una tasa de inflación promedio mensual inferior al 1,2% en el último cuatrimestre del año. Esta cifra parece, a priori, extremadamente optimista, y con un registro de inflación del 3% en septiembre, exigiría tasas inferiores al 1% en el último trimestre de 2024", señaló un informe de la consultora Outlier, que dirige Gabriel Caamaño Gómez.

Precisamente, el problema es que esta cifra es "contradictoria" porque implicaría una desaceleración de la suba de precios hacia fin de este año, para luego acelerar -y sin embargo bajar- el año próximo: "Ahora bien, la tasa de inflación prevista para 2025 es del 18,3%, lo que se traduce en un 1,4% mensual. Por lo tanto, el proyecto parecería prever que la tasa de inflación acelere levemente en 2025 respecto al cierre de 2024, lo cual resulta contradictorio", lo explicó Outlier.

Las dudas por el cumplimiento de la inflación del 18% prevista para 2025 también pasan por la dificultad de terminar este año con el 104% estimado oficialmente. "Cerrar el 2024 en 104% implica una pauta inflacionaria menor al 2% mensual, es decir, menor al 2% de devaluación mensual que establece el equipo económico. Eso ya genera algún tipo de duda respecto a su cumplimiento", consideró Haroldo Montagu, ex secretario de Política Económica y actual socio de la consultora Vectorial, en diálogo con El Destape.

De hecho, el propio Ministerio de Economía reconoció en un comunicado que adjuntó al proyecto de ley oficial, que, desde junio, cuando se tomó "el escenario macroeconómico utilizado como insumo", los datos conocidos permiten proyectar "una inflación algo mayor a la esperada al inicio de la elaboración del Presupuesto". Esto arrastraría al alza, inevitablemente, la suba de precios prevista para el año próximo. "La inflación va a ser mayor al 18%", sentenció a este medio Martín Kalos, director de la consultora EPyCA.

El punto clave es que, "una inflación superior a la presupuestada implica mayores recursos", indicó Montagu, gracias a una mayor recaudación de cargas sociales y de impuestos como el IVA. Esto, generalmente, permite al Gobierno disponer de un dinero no preasignado a partidas, que por lo tanto puede utilizar de manera discrecional. Potencialmente, en ese caso podría decidir incrementar partidas no automáticas para evitar que sufran el ajuste inflacionario.

Sin embargo, este no será el caso con el Presupuesto 2025 debido a la regla de déficit cero establecida por Milei, por la que anticipó que no incrementará gastos no automáticos o discrecionales sino que, en todo caso, todo aumento no previsto en los ingresos se destinará a una baja de impuestos.

En este escenario, Milei se va a ver obviamente obligado a aumentar los gastos automáticos, como las jubilaciones, que deben actualizarse por inflación. Pero, al contrario, el Presidente "está planteando que no va a aumentar los gastos discrecionales o no automáticos. Los va a dejar congelados, por lo que en definitiva van a tener una reducción en términos reales", por ejemplo en el gasto en obra pública, explicó Kalos. "Efectivamente la subestimación de la inflación en el presupuesto implica un ajuste mayor al que ya está anunciado en el presupuesto mismo", resumió el economista de EPyCA.

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