El proyecto de presupuesto para 2025 presentado por el presidente Javier Milei propone ajustes significativos en áreas clave de gobierno y una carga impositiva enorme para los pequeños contribuyentes, en favor de los más ricos de la sociedad. Cuando se comparan las planillas de gastos previstos con las últimas del presupuesto de 2024 y se ajustan los números con un 100% de inflación para realizar este ejercicio, muchos de los incrementos no representan una mejora real en los recursos asignados. La acumulada en de este año llegó a 94,8% y un informe privado relevó el ajuste que esconde el Gobierno con una suba de precios que se se ajusta a una realidad plausible.
En el análisis de los sectores que perderán valor real frente a la inflación, se observa lo siguiente:
- Seguridad Social: aunque parece recibir un aumento del 95% en términos nominales, en realidad, pierde valor frente a la inflación, sin lograr un crecimiento real.
- Salud: con un aumento nominal del 150%, este sector experimenta un leve crecimiento en términos reales, pero no tan alto como podría parecer inicialmente o para recuperar lo perdido este año.
- Educación y Cultura: a pesar de mostrar un incremento cercano al 40%, estos sectores también sufren una pérdida de poder adquisitivo en términos reales, afectando su capacidad para financiar nuevos proyectos.
Sectores con crecimiento real
A pesar de la alta inflación proyectada, algunos sectores logran destacarse por recibir incrementos que superan el ajuste inflacionario, reflejando un crecimiento real en su capacidad de inversión:
- Defensa: el presupuesto para esta área aumenta más del 95% en términos reales.
- Seguridad Interior: incremento del 91% ajustado por inflación.
- Ciencia, Tecnología e Innovación: a pesar del contexto inflacionario, esta área recibe un aumento del 30% en términos reales.
- Relaciones Exteriores: con un aumento del 30% en términos reales, esta área recibe un impulso vinculado a la estrategia de internacionalización del gobierno.
Duro con los débiles
Entre los puntos destacados en materia impositiva, sobresale el aumento del 196% para el monotributo y 41% en el impuesto a las ganancias, dos categorías que afectan directamente a toda la gama de trabajadores. Mientras tanto, se prevé una baja del 22% en Bienes Personales (impuesto para los más ricos) y lleva a 0 el impuesto PAIS, algo que mejora la renta de los importadores y favorece al que compre dólares.
De acuerdo a un informe de la consultora Epyca, las partidas priorizadas son aquellas que no ajustó durante 2024; en cambio, aquellas sobre las cuales aplicó motosierra o licuadora (jubilaciones, obra pública, transferencias a Universidades y Provincias, etc.) no son prioritarias y Milei no prevé que recuperen sus niveles previos. “Gestionar es achicar el Estado para engrandecer a la sociedad” fue el lema de su discurso ante el Congreso.
Milei enfatizó en su discurso la importancia que concede a que el actual Presupuesto sea diametralmente opuesto a todos los anteriores. Según su visión, el déficit fiscal es la raíz de los demás problemas económicos argentinos: lleva a endeudamiento, default de esa deuda, fuga de capitales, restricciones a la importación, inflación y controles de precios. Por ende, lo único que se requiere para solucionar esos problemas a futuro es alcanzar hoy el equilibrio fiscal, de acuerdo a la ideología de Milei.
Esa necesidad de equilibrio fiscal justifica, por ende, que Milei vete “todos los proyectos de ley que atenten contra el equilibrio fiscal". El ajuste ya hecho sobre ciertas partidas de gasto refleja por ende la prioridad que el Presidente le asigna a las distintas políticas públicas, aunque hay también cierta contradicción con el mensaje en el Presupuesto de que aumentará la relevancia de las partidas para Educación Superior a la vez que anunció esta semana un veto total a una ley en ese sentido.
Para los próximos tres años, el Proyecto de Ley de Presupuesto presentado en el Congreso prevé tasas de crecimiento del 5%, 5% y 5,5% anual para 2025, 2026 y 2027, respectivamente, tras caer un 3,8% en 2024. Ese crecimiento en 2025 sería motorizado por la industria (+6,2%) y el comercio (+6.7%) y en segundo orden por el sector agropecuario (+3,5%). La producción de bienes crecería +5,6% y la de los servicios un 4,4%. Por el lado de la demanda, todos los componentes subirían: el Consumo Privado +4,5%, la Inversión +9,9%, el consumo público +4%, las exportaciones +7,7% y las importaciones +14,2%.