El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó este martes el proyecto de ley de Presupuesto 2021 en el Congreso, que buscará "curar una economía muy lastimada". Con ese objetivo llamó a que, pese a la grieta, se evite una "discusión incivilizada, porque daña la economía". "Desde abril de 2018 vivimos tres corridas cambiarias", vinculó funcionario al presentar la ley de leyes que contempla un esquema macroeconómico que denominó --y reiteró en más de una oportunidad-- "de transición". La presentación de Guzmán osciló entre lo deseable y posible en el marco de una pandemia.
El ministro habló ante la Comisión de Presupuesto, minutos después de que el INDEC difundiera una desplome de 19,1% de la actividad económica en el segundo semestre del año. El funcionario remarcó ese dato para dar cuenta las condiciones en las cual está la economía argentina y que permite argumentar medidas de carácter transitorios, como los mayores controles a la compra de divisas. "No son medidas que nos pongan contentos. Son medidas para evitar que se transite un sendero de mayor volatilidad", aseguró el titular del Palacio de Hacienda. Guzmán aseguró que este proyecto es un puente que permitirá transitar a políticas que vayan "más allá de las políticas de gobierno" y que debe enfocarse en alcanzar "una estructura productiva que genere trabajo, estabilidad macroeconómica y tenga alcance federal".
Como si tratara de dos Presupuestos, expuso las principales variables del proyecto con o sin pandemia. "En política fiscal, se busca un sendero de sostenibilidad, pero con un Estado que cuente con herramientas para hacer políticas contra-cíclicas. Con el Estado jugando un rol en infraestructura. la Ciencia, la inclusión activa y la progresividad tributaria. Hoy no tenemos esas condiciones. La Argentina no se ganó esa posibilidad", aseguró el ministro.
Detalló que el objetivo es avanzar en la "deuda pública en nuestra propia moneda y no depender del endeudamiento en moneda extranjera ni del financiamiento del BCRA". "Estamos en el camino correcto. Desde 10 de diciembre se consolida el financiamiento en el mercado local, que le permite al país desarrollar instrumentos de financiamiento y ahorro", dijo el ministro, quien luego, aclaró: es un proceso que lleva tiempo. Paradójicamente, del tema que menos habló fue de la resolución del canje, un hecho económico clave. Por el contrario, sólo agradeció el acompañamiento del Congreso. Luego, al ser consultado por no haber celebrado ese logro, reconoció que "fue una decisión del Gobierno no festejar". "No es momento de celebraciones", insistió.
En política monetaria, dijo que se buscará que genere "efectos contra-cíclicos y propósitos de estabilización. "No solo asistencia al Tesoro y esterilizar pesos. Si no también estabilizar el tipo de cambio y en el horizonte que haya regulaciones de la cuenta capital, que por alguna razón tienen que estar presentes. Manejo de la cuentas capitales que favorezca la entrada de inversiones para economía real pero desaliente capitales especulativos", afirmó el funcionario.
Reiteró que para compensar el déficit por mayor gasto se recurrió en varias oportunidades al Fondo Monetario o al endeudamiento externo. "Es necesario lidiar con el proceso de especulación financiera (o carry trade) y de desregulación de la cuenta capital", agregó.
El funcionario planteó que la pandemia y la economía heredad obliga a "elegir entre disyuntivas en un corredor fino entre objetivos recuperación y sostenibilidad fiscal". "No hay estabilidad macroeconómica sin recuperación de la actividad económica, y generar condiciones de mayor demanda, que favorezca la demanda agregada. con rol central del Estado impulsando la actividad, con múltiples restricciones de financiamiento", detalló el titular del Palacio de Hacienda. Finalmente, aseguró que, tal como anticipó este medio, el 40% de la déficit se cubrirá con deuda local.